La estrategia de Albert Rivera para ir 'sacando del armario' su relación con Malú

¿Dónde está Malú? Es la pregunta que todo el mundo se hace desde que la revista 'Semana' desvelara el romance del político y la cantante el pasado 14 de febrero en portada. No hay imágenes de los dos juntos aún, ella aparecía entrando en coche en casa del político y esa es la única prueba de que existe una relación. Esa y la confirmación del círculo íntimo de los dos. La situación personal de la cantante, que se recupera de una operación de ligamentos, ha favorecido que se haya retirado estos dos meses de la vida pública, pero quizá sea hora de que eso cambie.

Según ha podido saber Vanitatis, cuando saltó la noticia del romance, los asesores de Rivera recomendaron que era mejor evitar la foto juntos hasta pasadas las elecciones. El consejo era que esperaran a que pasara este domingo electoral para dejarse ver por primera vez públicamente. Y parece que la intención es esa. Ir saliendo de manera natural, intentando 'normalizar' un noviazgo que el político al fin ha reconocido aunque sin mencionar a Malú.

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No habrá confirmación oficial, ni nota de prensa, ni posado, será una aparición que se pretende sea 'casual'. En la entrevista que le concedió a Susanna Griso en Antena 3, el líder de Ciudadanos pareció dar un primer paso en esa estrategia de normalizar su situación sentimental de cara a la opinión pública. Lo hizo cuando le dijo a la periodista aquello de “He salido de una relación de cuatro años y ahora estoy empezando otra”.

Ese comienzo ha coincidido con la campaña electoral en plena vorágine. Aunque Malú ha podido resguardarse en la intimidad de su hogar, Albert ha estado en el ojo del huracán. Hasta Bertín Osborne le preguntó en su programa de T5: “¿Es verdad lo de mi amiga Malú y tú?”. Y Rivera siempre ha salido por la tangente con una sonrisa: “Yo respeto la libertad de todo el mundo y me alegro de vivir en un país en el que cada uno puede tener la vida privada que elige”. No cabe duda de que sabe estar en los medios y que la imagen y la forma de expresarse es una de sus bazas fuertes.

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Aunque esta relación ha sido una sorpresa, son muchas las cosas en común que tienen la cantante y el político, además de su pasión por la música. El pasado 15 de marzo, Malú cumplió 37 años, es hija del músico Pepe de Lucía y sobrina de Paco de Lucía. Él tiene 39 años, hijo de catalán y malagueña, raíces andaluzas compartidas. Los dos han tenido lesiones en una pierna recientemente. Albert lo hacía público en diciembre del año pasado y reconocía que había estado un mes recuperándose. Malú sufrió una caída durante los ensayos que le produjo una rotura de ligamentos y la obligó a pasar por el quirófano.

El amor por los animales es otro punto en común. La cantante siempre ha vivido en una casa grande con sus perros. El político ha incluido en su programa electoral medidas especiales para la defensa de los animales, pidiendo incluso multas de 30.000 euros para los que abandonen a sus mascotas y apareciendo en las redes con una fotografía de niño con su gata, Grisley. Ambos son también muy deportistas: él ha practicado la natación y clases de tenis; ella se prepara a fondo físicamente para sus giras.

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Antes de comenzar su relación con la cantante, entre las amistades de Albert Rivera se contaba mucha gente de la música. Es un mundo que conoce y le gusta. Este viernes su única hija cumple años. Ella es su auténtica pasión y su fotógrafa personal en las ocasiones en las que están juntos. Luego sube esas fotos a las redes sociales en las que su lema es “Vive y deja vivir”. En sintonía nuevamente con Malú, ella colgaba el siguiente mensaje: “Keep Calm”, mantén la calma. La que parecía en un principio una relación sorprendente se construye sobre muchos puntos comunes.