Loreto Sesma, poetisa y novia de Willy Bárcenas: "Metí mano a un tema de Taburete"

Joven, menuda y con una especie de dinamo interna que refuerzan unos ojos enormes. Lo primero que sorprende de Loreto Sesma es su elocuencia; un don de la palabra singular para alguien que solo tiene 22 años. Hija de su tiempo, durante la conversación se le escapa un 'What the fuck?' o algún que otro taco de origen millennial. Pero solo bastan unos segundos para comprobar una sensibilidad que le viene dada desde hace tiempo; desde que era aquella niña que leía y escribía poesía con apenas 9 años. Y que también se sentía diferente.

Aunque mucha gente (y ella es consciente de ello) la conoce por su noviazgo con Willy Bárcenas, Loreto es mucho más que la chica del líder de Taburete. En los círculos literarios, su nombre suena con fuerza desde hace años y con razón. A su corta edad ha ganado el Premio Internacional de Poesía de Melilla y ha publicado varios poemarios como 'Amor revólver', que ofrecía a sus lectores poemas a modo de juego. Amante de Bécquer o Baudelaire, ha llevado esa pasión al mundo 2.0 gracias a sus recitales en una cuenta de Youtube. En alguna ocasión ha reconocido que escribir es un modo de 'vomitar' su tristeza y, de hecho, el libro por el que fue premiada ('Alzar el duelo') supuso una catarsis que la ayudó a superar un momento duro.

Con motivo de la publicación de 'La princesa', su nuevo libro, Vanitatis charló con esta joven que pasó de ser la 'intensa' de su clase a una promesa literaria que cuenta con el beneplácito de los expertos y que, cosas de la vida, también es novia de uno de los músicos más populares entre los jóvenes españoles. En su último libro se enfrenta a un gran reto: trasladar 'El príncipe' de Maquiavelo al universo de las 'princesas' del siglo XXI; de esas mujeres que han alzado la voz para ser escuchadas después de muchos años de silencio. Feminismo, sí, pero con matices. Como los de la propia Loreto: una gama de colores que nos mostró ella misma en esta entrevista realizada a pleno sol en un efervescente Madrid.

Pregunta: He leído que te autodefinías como 'flaca e intensita'. ¿Te sigues viendo así?

Respuesta: Bueno, una de las cosas que más me han criticado personas de mi alrededor es que estaba muy flaca. Llegué a tener un complejo enorme con lo de estar delgada hasta que un día dije: 'A tomar por culo'. No hay que escuchar a la gente que te quiere hacer daño. Y lo de intensita es porque lo soy de verdad. Cuando estoy en las malas estoy en el inframundo y cuando estoy bien siento que estoy volando. Si me lo llamaban, les daba toda la razón (risas)

P. ¿Por qué convertir 'El príncipe' de Maquiavelo en un alegato feminista?

R. Actualmente no creo que existan muchos tratados políticos y sociales y a mí es algo que siempre me ha llamado mucho la atención. Antes de escribir 'La princesa', investigué 'El príncipe' y vi que era mucho más que la lección de filosofía del cole. Hay cosas muy actuales en el libro. Maquiavelo sostiene que el ser humano siempre repite los mismos errores y por eso la historia nunca va a cambiar. Por eso he escrito 'La princesa', para intentar que la historia cambie o poner mi granito de arena.

P. En el libro hablas de 'grito feminista' pero también de aprender a valorar el silencio. ¿Cuáles son los matices de tu feminismo?

R. El feminismo es mucho más que subir una foto con una frase sobre el tema. Lo tienes que ejercer día a día. Por ejemplo cuando vas a un trabajo y, como me ha pasado, te preguntan si quieres ser madre, lo cual es una barbaridad. Estoy muy en desacuerdo con todo el feminismo de boquilla que hay ahora. No me gustan las feministas que solo quieren que se siga su feminismo como sendero, que tratan de imponer algo. No puedes quitar una imposición para colocar otra. En un momento en el que el feminismo suena tanto, es evidente que hay que cambiar cosas. No puede ser que en pleno siglo XXI una mujer cobre 5.000 euros menos que un hombre solo por ser mujer.

P. ¿Cómo llegó la poesía a tu vida? Y además perteneciendo a una generación en la que cada vez se lee menos…

R. Yo empecé a leer a Bécquer con nueve o diez años. Y también escribía mis cositas. Creo que fue un mecanismo de autodefensa para canalizar una sensibilidad que me hacía sentirme diferente, rara. Esa sensación que tanto te duele cuando eres niño o adolescente, la de no sentirte parte de algo, la suavicé escribiendo. Mi padre siempre me decía que mantuviese ese valor diferencial pese a que yo quería cambiarlo. Luego me di cuenta de que eso es lo que me hacía diferente. Y ya ves, muchas personas que me ponían la zancadilla de pequeña ahora vienen a saludarme…

Cuando llega el momento de hablar de Willy Bárcenas (al que ella llama Guillermo en todo momento), Loreto empieza contándonos que ha tomado una decisión: naturalizar la forma en la que habla de él. Para ella, esa ha sido la mejor manera de superar la sorpresa que supone salir en los medios de comunicación por algo que no sean sus libros. Un susto del que parece haberse recuperado poco a poco…

P. ¿Qué es lo que te gusta de Guillermo Bárcenas, tu novio?

R. Va a sonar tópico, pero me gusta todo. Lo bueno y lo malo. Aprendo todos los días de él. Por ejemplo, es cinéfilo perdido y me enseña una visión audiovisual que me ayuda mucho a escribir. Además es una persona que siempre quiere que seas la mejor versión de ti mismo. Siempre te anima a soñar más alto. Es una persona alegre y con mucha fuerza, que tiene mucho que ofrecer.

P. ¿Te gusta verte en la prensa de sociedad por ser su novia?

R. Evidentemente no. El otro día alguien me dijo que vendo libros por estar con Guillermo y al que me lo dijo me dieron ganas de decirle: 'Oye, chato. Este es el primer libro que publico estando con él'. Antes de Guillermo, habíamos vendido seis ediciones de '317 kilómetros y dos salidas de emergencia', cuatro de 'Amor revolver'… Yo ya tenía una trayectoria y cuatro libros en el mercado cuando lo conocí. Entiendo que él tiene un foco mediático que es una barbaridad pero la clave es naturalizado. ¿Estamos juntos? Sí ¿Lo quiero? Lo quiero muchísimo.

P. ¿Te atreverías a meterle mano a la letra de alguna canción de Taburete?

R. Ya la he metido (risas). En alguna, como 'Madame Ayuhasca', ya lo he hecho. Justo ayer, Guillermo estaba con la guitarra en casa y me preguntaba: "¿Aquí qué puedo poner?". Pero pasa lo mismo al revés. A la primera persona que le pasé 'La princesa' fue a él para que me diese su opinión. Me dijo que la primera parte era densa y que a partir de ahí bien… Y ya me encargué de retocarlo (risas).

P. ¿Dónde te ves dentro de veinte años?

R. No tengo grandes planes. Evidentemente, me gustaría tener una trayectoria literaria, pero si eso se desvaneciese, me bastaría con tener a la gente que quiero: mi familia, mis amigos y Guillermo.