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Borja Thyssen, el niño de mamá que alquiló un piso de soltero en Andorra
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el año de su boda con Blanca

Borja Thyssen, el niño de mamá que alquiló un piso de soltero en Andorra

El primero de los dos juicios por fraude fiscal que debía afrontar Borja Thyssen se celebró este miércoles en un juzgado de lo penal en Madrid

Foto: Borja Thyssen, en una imagen de archivo. (Getty)
Borja Thyssen, en una imagen de archivo. (Getty)

El primero de los dos juicios por fraude fiscal que debía afrontar Borja Thyssen se celebró este miércoles en un juzgado de lo penal en Madrid. Pero no era la primera vez que se sentaba en el banquillo: la primera sesión pasó mediáticamente desapercibida y, por cuestiones formales, se suspendió. El miércoles, el hijo de Tita Cervera y el barón Thyssen fue recibido entre flashes, planos mudos y micrófonos sin declaraciones. La única declaración la hizo ante el juez y se retrató a sí mismo como un niño de mamá, que vivía en un apartamento de 900 euros de alquiler en Andorra y que en 2007 se casó con la que había sido su novia los sábados y los domingos. “Todos los fines de semana, o bajaba yo o subía ella”, dijo.

Tita Cervera emergió como la madre de todas las explicaciones. Ella contrató a los escoltas -”Estaba muy paranoica con el tema de la seguridad”-, la que se opuso a su noviazgo y matrimonio en ciernes con Blanca Cuesta, y por eso él se alquiló un piso en Andorra -en una calle perpendicular a la avenida donde tenía el suyo Tita- y en su despacho de asesores fiscales, el hijo independizado también instaló al parecer su mesa de trabajo. “Mi mesa, claro”, declaró cuando la abogada del Estado, Rosa María Seoane, le preguntó si tenía mesa en ese despacho de Andorra.

placeholder Borja Thyssen-Bornemisza, a su llegada este miércoles al Juzgado de lo Penal número 22, en Madrid. (EFE)
Borja Thyssen-Bornemisza, a su llegada este miércoles al Juzgado de lo Penal número 22, en Madrid. (EFE)

¿Y en qué trabajaba?, le preguntó Seoane, que representa a Hacienda. “En la empresa patrimonial de la familia”. ¿Y pagaba un alquiler por utilizar ese despacho en la sede de los asesores de su madre? “Yo me ocupaba de la gestión de los terrenos, mi trabajo no era pagar la oficina”, respondió él en lo que no se sabe si fue un malentendido, o el gran malentendido de su vida. El magistrado deberá resolverlo, en todo caso.

La Fiscalía pide dos años de cárcel para el hijo de Cervera y Thyssen por no presentar la declaración de la renta de 2007, el año de su boda con Blanca Cuesta, además de 1,2 millones de euros entre multa e indemnización. Exclusivas como las que vendió a '¡Hola!' y que le valieron 1,4 millones de euros en ingresos de ese año explican el caso por partida doble: fue su exposición pública, envuelto en litigios sucesorios por la herencia del barón Thyssen, lo que llevó a los inspectores de Hacienda a comprobar si Borja Thyssen, de notoria fortuna y vida española, declaraba sus ingresos. Hallaron que en 2007 no declaró nada, y aunque estaba administrativamente prescrito cuando se hicieron las comprobaciones en 2012, no lo estaba penalmente. Así encontraron el dinero de las exclusivas que lo ha sentado en el banquillo.

placeholder Borja Thyssen y Blanca Cuesta, en Madrid. (Cordon Press)
Borja Thyssen y Blanca Cuesta, en Madrid. (Cordon Press)

La vida de soltero que según él llevaba en Andorra hasta que se celebró su boda, en octubre de 2007, no convenció a la fiscal ni a la abogada del Estado. Las comparaciones revelaron dos mundos distintos y distantes: un apartamento de 90 metros cuadrados por el que pagaba 900 euros de alquiler en Andorra, frente a los 9.000 euros mensuales que pagaba por la mansión de 600 metros que alquiló a finales de ese mismo año en Barcelona. Una casa que alquiló, según dijo, para estar cerca de su mujer cuando naciera el primer hijo. La casa que el matrimonio Thyssen Cuesta compró en Ibiza se parece mucho más a la de Barcelona, 500 metros construidos y una casa aledaña para los escoltas, que a la de Andorra.

De la declaración que también el miércoles prestaron los tres inspectores de Hacienda, quedó claro sin embargo que el joven dependiente de las manías de su madre, tenía otra cara: una sociedad en Las Vegas (Estados Unidos) a la que cedió sus derechos de imagen y a través de la cual cobró en Andorra lo que le pagaron por la exclusiva de su boda en Terrassa (Barcelona). Si alguna vez pareció evidente en qué consiste una empresa pantalla fue el miércoles y a respuestas del declarante.

placeholder Carmen y Borja Thyssen. (Cordon Press)
Carmen y Borja Thyssen. (Cordon Press)

El abogado de Thyssen intentó disipar ese “aura de oscurantismo” que, según él, se ha creado injustamente en torno a su cliente. Y para ello aportó los impresos de regularización que el hijo del barón presentó en 2012, aprovechando la amnistía fiscal de Montoro que luego el Tribunal Constitucional declaró ilegal. A la abogada del Estado no le pareció precisamente un alarde de “transparencia” y ejemplaridad: el patrimonio que entonces “afloró” con la repatriación lo hizo “beneficiándose de una fiscalidad absolutamente privilegiada”, según Seoane.

Cuando la defensa de Thyssen trató de que los inspectores admitieran al menos que en esa declaración de 2012 estaba “todo” el patrimonio e ingresos por declarar de su cliente, la respuesta fue frontal: "No lo podemos afirmar porque no nos han dejado ver, por ejemplo, el pacto de Basilea", dijo el perito en referencia al acuerdo con el que los hijos del barón Thyssen dieron por cerrada la guerra abierta por su herencia tras el fallecimiento de este en 2002.

Además de la sentencia por este primer caso de fraude fiscal, Borja Thyssen, ciudadano suizo y padre de cuatro hijos, tiene pendiente también otro proceso por delito fiscal correspondiente al año 2010, que está a la espera de juicio, y en el que la Fiscalía y Hacienda piden también penas de prisión. Solo un suicidio procesal, sin embargo, lo acabaría llevando a la cárcel.

El primero de los dos juicios por fraude fiscal que debía afrontar Borja Thyssen se celebró este miércoles en un juzgado de lo penal en Madrid. Pero no era la primera vez que se sentaba en el banquillo: la primera sesión pasó mediáticamente desapercibida y, por cuestiones formales, se suspendió. El miércoles, el hijo de Tita Cervera y el barón Thyssen fue recibido entre flashes, planos mudos y micrófonos sin declaraciones. La única declaración la hizo ante el juez y se retrató a sí mismo como un niño de mamá, que vivía en un apartamento de 900 euros de alquiler en Andorra y que en 2007 se casó con la que había sido su novia los sábados y los domingos. “Todos los fines de semana, o bajaba yo o subía ella”, dijo.