Una decisión que ha hecho "muy feliz" a Tamara Falcó

La decisión del marqués de Griñón de dejar repartidos en su testamento sus dos títulos nobiliarios ha constituido toda una sorpresa, aunque menos para quienes conocían la especial relación que Tamara Falcó mantenía con su padre y le habían oído decir más de una vez que el marquesado de Griñón sería para ella. El añorado viticultor, que falleció el pasado 20 de marzo víctima del coronavirus, quiso que el título con más relevancia histórica, el marquesado de Castel-Moncayo, recayera en su hijo mayor, Manolo Falcó; a la vez, el título familiar con el que bautizó a sus famosos vinos, el marquesado de Griñón, pasará a la diseñadora una vez se cumplimenten todos los plazos establecidos por el protocolo nobiliario.

Nada más conocer la noticia, Vanitatis se puso en contacto con la diseñadora. A través de su entorno, pudimos saber que "no se esperaba" la decisión de su padre y que se encuentra "muy contenta, feliz", a pesar de que era una opción que se había hablado con regularidad en la familia. Como todo gran poder (si es que hoy día llevar un título nobiliario lo es) conlleva una gran responsabilidad, parece que Tamara ya ha empezado a 'ponerse las pilas' con todo lo que conlleva el marquesado de Griñón y a través de sus redes sociales sabemos que está leyendo uno de los libros que dejó escritos su padre: 'Entender de vino'.

También ha sido en las redes donde la hija de Isabel Preysler ha querido dejar claro que se toma este gesto de su padre como una inmensa declaración de amor. "Gracias, papi, por dejarme el legado más bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor", ha escrito.

Había expectación por conocer las últimas voluntades del marqués de Griñón, un hombre que ha demostrado su singularidad hasta el fin de sus días. La noticia fue adelantada el martes por el diario 'ABC' y es la portada del nuevo número de '¡Hola!'. El diario asegura que las cosas se han hecho con la connivencia de todos los hijos y de forma equitativa. Según la citada publicación, para evitar problemas legales, Carlos Falcó "hizo una cesión en vida, introduciéndolo como una adenda en su testamento y contando con la aprobación del Rey". Su primogénito, el banquero Manuel Falcó, heredará (si así lo solicita) el título de marqués de Castel-Moncayo. Su otra hija mayor, Xandra Falcó, ya era marquesa de Mirabel por herencia de su abuela paterna (Hilda Joaquina Fernández de Córdoba y Mariátegui).

Según las fuentes cercanas a la familia a las que ha tenido acceso el periódico, la herencia se conoció hace unos días y los hijos del marqués han quedado conformes con el reparto. Falta por conocer la opinión de Esther Doña, su viuda, que ha anunciado que abandonará el palacio de El Rincón en cuanto le sea posible para instalarse en el piso madrileño que la pareja había alquilado poco antes de que Carlos Falcó enfermara.

El marqués de Griñón, que falleció el pasado 23 de marzo tras luchar contra el coronavirus, dejó un capital inconmensurable como agrónomo, en el campo de la enología y como ser humano. La gran propiedad que le quedaba era el palacio de El Rincón, donde Carlos Falcó y su esposa tenían su hogar.