Hablamos con Blanca Romero de su hija, su exsuegra Carmina y su futuro en un convento

Blanca Romero pasó el confinamiento en Gijón con sus dos hijos. Pudo salir de México, donde viajó con su hija por trabajo, por los pelos. Fue la primera vez que tuvo un ataque de ansiedad y por eso este verano se va a quedar en su tierra. Asegura que hay que mantener las medidas sanitarias y considera que la 'madrileñofobia' en algunas zonas de España forma parte de la misma radicalización que hay en las redes.

Hija de torero y exmujer de Cayetano Rivera, tuvo que salir de su casa con casco de moto por miedo a las agresiones. Le gusta trabajar con su hija Lucía, bailar, cantar, cocinar y hacer vídeos para TikTok. Su sueño sería montar un tablao en Gijón donde se sirva tortilla y se disfrute con artistas flamencos. En el aniversario de la muerte de Carmina Ordóñez, que fue su suegra, su recuerdo de ella sigue siendo el de una mujer bellísima que vivió a su manera. Blanca Romero es una de las embajadoras de la firma Citroën y madrina del modelo Spacetour Camper, que representa su espíritu aventurero y su pasión por la naturaleza.

Pregunta: ¿Cómo has llevado el confinamiento?

Respuesta: La verdad es que con claustrofobia. Me acostaba pensando: “Mañana otra vez todo cerrado”. Estoy acostumbrada a moverme, a viajar, a vivir en el mar y superlibre. Me costó. Por la parte familiar, siempre preocupada y con mucho miedo por mis padres, que son grupo de riesgo. Pensar que les podía pasar algo y no poder estar con ellos me angustiaba.

P: Has sido la reina del TikTok.

R: Me lo descubrió mi hija Lucía. No tenía ni idea de que existiera esa aplicación porque hago el caso justo a las redes sociales. Me aburría y probé. Me he hecho adicta. Era mi distracción y me salvó la cuarentena.

P: Tus seguidores decían que les alegrabas la vida.

R: Ha sido muy duro para todos y saber que he divertido a la gente es superpositivo.

P: Ahora que empiezan las vacaciones ha estallado la 'madrileñofobia' en algunos lugares. En un pueblo de Galicia han tirado piedras...

R: Me parece muy grave. Te diré que mis sobrinos y mis amigos viven en Madrid, y son de aquí o de otra parte de España. Todos tenemos que estar protegidos y ser cuidadosos con las medidas sanitarias. En realidad, somos ovejas que no sabemos nada.

P: Con el coronavirus ha salido lo peor y lo mejor de las personas: ¿hay exceso de crueldad en las redes?

R: Siempre lo hubo y yo lo he padecido. Ahora puede ser que existan más haters. En esta cuarentena contesté a uno de estos por privado y me llegó a pedir perdón. Para no discutir con mis hijos, lo hice con él, y me vino muy bien. Poner a la gente en su sitio es bueno. Les di un toque y no me volvieron a molestar.

P: Tu padre fue torero y estuviste casada con Cayetano Rivera: ¿consideras que la polémica taurina en las redes es muy agresiva?

R: Siempre la hubo. Recuerdo que me daba miedo salir de casa por los antitaurinos, y salía y entraba con el casco de la moto puesto. No soy taurina, pero al vivirlo en mi familia lo respeto. La agresividad no es buena para defender ningún derecho.

P: Has hecho varios trabajos con tu hija...

R: Sí, y me resulta muy fácil. Tenemos nuestro código desde que ella era pequeña y lo trasladamos al tema laboral. Lucía es una niña muy profesional. Ha venido conmigo desde niña a los platós, a los desfiles, a los rodajes... y es la manera más fácil de aprender. Tenemos mucha complicidad. Puede ser que si fuéramos hermanas, nos tiráramos de los pelos.

P: Ahora que hay tantos 'hijos de' sin preparación ni currículum hablando de su intimidad en las televisiones, tu hija Lucía representa la otra imagen de chica joven trabajadora...

R: Sí. Es una chica que tiene muy claro lo que es el esfuerzo, el trabajo y que lo que hoy te regalan es hambre para mañana. Ahora voy a rebufo suyo.

P: ¿Vas a volver a cantar?

R: Por ahora no. Sí me gustaría volver a bailar. Ha sido mi sueño. Vivíamos en el monte y desde la aldea no nos podían bajar todos los días a las clases de baile. Hace un tiempo hice una coreografía de flamenco y me sentí muy bien. Lo que me hace feliz es cantar y bailar. Quizá algún día cumpla mi sueño y monte un minitablao aquí, en Gijón, donde hasta cocinaría tordilla de patata.

P: Mañana se cumplen 16 años de la muerte de Carmina Ordóñez, que fue tu suegra: ¿cómo la recuerdas?

R: Como la mujer más guapa de España. Una mujer que supo disfrutar de la vida a su manera. Cantó, bailó e hizo lo que quiso.

P: ¿Y de amores, qué tal?

R: Esperando a que venga Brad Pitt con su caballo blanco y me lleve en su superyate y me acerque a su casa. En realidad, ya tengo mi futuro asegurado: en lugar de ir a una residencia, tengo claro que me iré a uno de esos conventos tan bonitos que hay por la zona y haré lo que me gusta, que es cantar, cocinar repostería y también rezar. Así que este es mi futuro amoroso.