Un divertido Dani Rovira de niño nos deja un mensaje para reflexionar

En medio del caos que han generado los rumores sobre una supuesta historia de amor entre Ana Guerra y Dani Rovira, a este último le ha invadido la nostalgia y ha querido compartir a través de su cuenta de Instagram una tierna imagen de su infancia con una bonita reflexión.

El actor, que desde que tuviese que librar su batalla contra el cáncer, se ha convertido en referente y símbolo del optimismo, medita sobre la posibilidad de volver al pasado, retroceder en el tiempo a aquellos años en los que era un niño feliz y sin preocupaciones.

"Tiene que haber algún sitio escondido, un pasadizo, una puerta tal vez. Si hay un camino por donde marcharse, tiene que haber otro para volver", reza la letra de la canción de Conchita que acompaña a la fotografía.

La música ha sido, precisamente, una de las grandes vías de escape para el cómico mientras plantaba cara a su linfoma de Hodgkin y, hace no mucho, publicaba una lista con algunos de los artistas que le acompañaron en este proceso. Entre otros, Vetusta Morla, la banda malagueña Ballena y, como no podía ser de otra forma, Pau Donés.

Ahora fuentes del entorno de Dani Rovira han asegurado a 'ABC' que no se ha tomado muy bien el hecho de que le relacionen con Ana Guerra, puesto que es "una noticia absolutamente falsa". Sin embargo, después de todo lo que ha vivido, esto no debe ser una de sus mayores preocupaciones.

Tranquilo en el plano personal con una magnífica relación con su exnovia Clara Lago, aún lo está más en el profesional con una agenda repleta de proyectos. Actualmente triunfa con su programa de Televisión Española, 'La noche D'.

Eso sí, para alcanzar la cima del éxito ha recorrido un largo camino que, de vez en cuando, conviene recordar. De ahí la publicación de esta divertida instantánea de niño en la que aparece muy sonriente y con un icónico corte de pelo propio de la época.

Una etapa en la que gracias a sus padres, Andrés y Juanita, y sus hermanos, Francis, Joselito y Macarena, fue completamente feliz en el barrio de la Paz en Málaga y descubrió que su destino sería hacer reír a los demás.