Jordi Sánchez, de enfermero a 'pescadero' y una complicada lucha contra el covid

La pandemia de coronavirus ha afectado (y continúa haciéndolo) a muchas personas alrededor del mundo de forma directa o indirecta. Una de ellas, el actor Jordi Sánchez, que se contagió de la enfermedad el pasado mes de febrero, permaneciendo en la UCI del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid 24 días (llegando a estar intubado y en coma).

"Viví en un mundo paralelo durante esos 24 días. Estás tan drogado que todo lo que sueñas te parece real", relató él mismo en una entrevista que concedió a Catalunya Ràdio poco tiempo después. Durante esas semanas, no solo permanecieron en vilo amigos y familiares del actor, sino también gran parte de los habitantes de nuestro país que ven en Jordi al emblemático pescadero, Antonio Recio, de 'La que se avecina', y es que gracias a este papel ha conseguido convertirse en uno de los rostros más queridos de la pequeña pantalla.

Lo que pocos conocen es que, antes de ser actor, su carrera estaba enfocada al ámbito sanitario, precisamente a una de las profesiones que le salvó la vida mientras rozaba la muerte a causa del covid: la enfermería.

"Puede que fuera un poco agonías. Machaqué a preguntas a los sanitarios. Es que yo en el pasado fui enfermero y me gusta saber y preguntar", dijo en una visita a 'La Sexta Noche'.

Efectivamente, el popular actor, dramaturgo y guionista español estudió Enfermería en la Universidad Autónoma de Barcelona y consiguió una plaza fija, llegando a ejercer la profesión durante varios años hasta que finalmente se decidió a apostar por su verdadera vocación, la de ser artista, y comenzó a hacer castings.

Con Antonio Recio tuvo un flechazo inmediato. Jordi ha asegurado, en más de una ocasión, que nada más leer de qué iba el personaje se enamoró porque es la crítica perfecta desde el humor, al arquetipo de hombre conservador y retrógrado español. Si bien el hecho de haber conquistado a tantos espectadores con este carismático pescadero ha hecho que muchos confundan al personaje y al actor, que no pueden estar más alejados a todos los niveles.

Aunque celoso de su vida privada, Jordi Sánchez ha dado buena muestra de la feliz vida familiar de la que disfruta junto a su mujer, Elisenda (o Eli, como la llama cariñosamente), a quien dedicó su libro 'Nadie es normal', y sus dos hijos, Violeta y Arnau. Todos ellos fueron su principal y máximo apoyo durante sus momentos más duros contra el covid-19, pero Jordi ya había hablado de la importancia que estos tienen en su vida antes de esta complicada etapa.

"La vida que tengo es gracias a ellos, yo puedo ejercer de actor y he podido trabajar siempre de esto porque nos compenetramos, y cada uno vive un espacio y gracias a eso hago la vida que más se parece a la vida que siempre he querido hacer, y eso es gracias a estas personas que están ahí, mi familia", decía en una entrevista. Para él, la clave está en "amar, perdonar, respetar, tolerar… Sin esas palabras hay mucha soledad", tal y como aseguraba en 'Diez Minutos'.

Más allá de su familia, con quien también pasa mucho tiempo es con su perro Ramón, al que está plenamente unido y de quien no deja de compartir imágenes y vídeos; de hecho, la mascota cuenta con su propio perfil del Instagram, que supera los 1.000 seguidores. En cuanto a las aficiones de Jordi, el actor se conforma con poco: leer, viajar con su familia, comer (especialmente paellas y mariscadas) y pasar tiempo con sus amigos. Muchos de ellos, miembros del reparto de 'La que se avecina', a quienes, tras casi quince años de rodaje, tiene un gran cariño.

En el ámbito profesional, no deja de encadenar proyectos y, además de su labor en la serie de Telecinco, ha participado en numerosas películas como 'Señor, dame paciencia' o 'Bajo el mismo techo', así como en teatro, siendo el creador de la obra cómica 'Asesinos todos', que protagoniza Carlos Sobera.