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Inés de Cominges, la española imprescindible en todas las bodas de la 'jet' europea
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Inés de Cominges, la española imprescindible en todas las bodas de la 'jet' europea

Esta madrileña afincada en Madrid y descendiente de una de las familias más aristocráticas de Francia se ha convertido en la invitada perfecta de las bodas más importantes del otoño

Foto: Inés de Cominges, en una de sus fiestas preboda. (Cortesía)
Inés de Cominges, en una de sus fiestas preboda. (Cortesía)

Desde que terminó el verano, las bodas se han colado cada fin de semana en el top de eventos más seguidos por la prensa nacional e internacional. No es para menos, casi todos los sábados (y algún viernes), la alta sociedad española y europea se ha dado cita de Madrid a San Petersburgo pasando por Viena, Venecia o Sevilla en algunas de las bodas más importantes de la temporada.

Si antes del verano la de los condes de Osorno protagonizó la temporada, desde que empezó septiembre es complicado elegir cuál ha sido la más importante del otoño. Grandes looks, apellidos de renombre, empresarios, aristócratas y hasta representantes de casas reales en el exilio han conformado las nutridas listas de invitados entre los que ha habido algunas constantes.

Sassa de Osma y Christian de Hannover, Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart y Solís o Marta Ortega y Carlos Torretta han sido algunos de los nombres más repetidos en las crónicas de sociedad. Sin embargo, ha habido una española que ha destacado por encima de los demás. Con una agenda (y un armario) envidiable, Inés de Cominges es sin duda la invitada perfecta de esta rentrée. Quizá la más animada de bodas de los últimos años.

Positiva, divertida y cosmopolita hasta la médula, Inés ha encontrado un momento entre sus viajes y el cuidado de su pequeño Gastoncito (como apodan cariñosamente a su primer hijo, de un año edad) para contarnos los pormenores de su frenética vida entre fittings, vuelos y ceremonias. “Intento ser discreta”, asegura entre risas cuando le decimos que es la sensación de la temporada.

Y es que, aunque parezca imposible, Inés ha tenido bodas todos los fines de semana de septiembre. Cada una, por supuesto, en una ciudad europea diferente. La primera fue en Austria, la siguiente en Italia, la tercera en Bélgica y la última, una vez más en Italia, eso sí, en una ciudad no en el campo como la anterior. Dos de ellas, las de las princesas Anunciata y Astrid de Liechenstein, quizá dos de las más importantes del año. “Y todavía me queda una en octubre, la de Geraldine y Alex Arnault en Venecia”.

placeholder Inés, espectacular vestida de Carolina Herrera. (Cortesía)
Inés, espectacular vestida de Carolina Herrera. (Cortesía)

Alexandre Arnault es el tercero de los cinco vástagos de Bernard Arnault (LVMH) con una fortuna de 160.000 millones de euros. Su esposa (se casaron en una ceremonia íntima en París hace unos meses) es la diseñadora detrás de D’Estreëe, que ha conquistado a celebs de la talla de Beyoncé o Selena Gomez.

Una auténtica maratón en la que se mueve como pez en el agua. “No he parado. Y a las que no he podido ir..., porque se han doblado por el covid y hay que elegir. Que es algo que me da muchísima pena”. Los looks de la boda de Anunciata se hicieron virales y desde entonces se ha convertido en una de las invitadas perfectas de la alta sociedad europea.

Su cuenta de Instagram es una fuente de inspiración inagotable en la que muestra outfits que combinan marcas de fama internacional como Gucci o Roger Vivier con una alta presencia de firmas españolas. “Me gusta mostrar mis orígenes. Estoy muy orgullosa de ser española y me gusta enseñárselo al mundo”, subraya.

En sus portatrajes nupciales se entremezclan looks como el vestidazo amarillo que llevó a esta boda real con otras prendas de marcas más jóvenes como la capa ‘capote’ de Sophie and Lucie, que dio la vuelta al mundo o el “black tie al estilo Inés de Cominges” de Fabio Encinar que llevó durante una de las prebodas de este mes. Mimoki tampoco falta: “Ana María (fundadora de la marca) dice que soy su musa” (ríe).

“Cada look va en función de la atmósfera de cada boda. No es lo mismo una ceremonia en una ciudad como Viena que una en la Toscana”, comenta cuando le preguntamos sobre cómo se prepara para una temporada tan intensa. “Si te enseñara las fotos que tengo en mi casa de cada fin de semana…”, bromea.

La logística, desde luego, no ha sido sencilla. Inés es madre primeriza. Su bebé, Gastón, nació en agosto del año pasado y para ella pasar tiempo con él es el centro de su vida. “Para facilitarlo todo, a principios de septiembre, Gastón y yo nos instalamos en casa de mis padres en Madrid, y desde aquí he viajado a todas las bodas”.

placeholder Inés posa con su marido. (Cortesía)
Inés posa con su marido. (Cortesía)

Afincada en París desde hace más de una década, ha sido su marido, François du Chastel, el encargado de hacer las maletas cada fin de semana poniendo en práctica el método infalible de su esposa. “Yo dejaba todos los looks preparados colgados por la casa, con los accesorios, complementos y las joyas, todo junto. Viajábamos cada uno desde diferentes países y nos encontrábamos en la boda. Al estar en Madrid, era mi marido quien tenía que preparar mi equipaje”, relata divertida.

¿La próxima cita? En México este mes de abril. Esta vez más cercana que nunca. Se casa su hermano.

Formación internacional

Lo de viajar continuamente por el mundo no es algo nuevo para Inés. Desde los siete años ha vivido fuera de Madrid y, aunque nació en España, afirma que se defiende mejor en inglés o en francés que en español. “Mis padres me regañan siempre por eso”, relata haciendo gala de nuevo de su extraordinario sentido del humor.

Descendiente del linaje nobiliario de Saint-Bertrand-de-Comminges, en Francia, desde que tiene uso de razón recibió una educación de élite similar a la que acaba de iniciar la princesa Leonor en Gales.

“Llevo 11 años viviendo en París. Soy nacida en Madrid, pero criada en Suiza e Inglaterra”, explica a este respecto. “La carrera la hice en Inglaterra también y cuando la terminé trabajé para Condé Nast en París. Lo hice hace más de una década y desde entonces no he vuelto más que de visita”, confiesa. Unos viajes que desde que nació Gastón se han intensificado, reforzando algunas amistades entabladas años atrás.

Un buen ejemplo es la que mantiene con Sassa de Osma, con la que la hemos visto posar y divertirse en algunas de las bodas de este mes. “Somos amigas desde hace mucho tiempo. Yo tengo muchas amigas peruanas por la universidad y nos conocimos en uno de los viajes que hice para verlas en Lima. Años después, dio la casualidad que mi marido también era íntimo de ella. Y, claro, empezamos a juntarnos más. La vemos mucho en Madrid y, además, los niños se llevan unas semanas”.

Las dos bodas de Inés

Si como invitada es capaz de protagonizar titulares, como novia no tiene igual. La de Inés y François fue la última gran boda que reunió a la alta sociedad antes del estallido de la pandemia. “Mi boda fue magia. Los elefantes, la decoración, las luces, las velas, los colores de la India… Y además fue la última antes del covid”, rememora. Una boda en dos tiempos inolvidable.

El 6 de octubre de 2019, los novios celebraron la boda civil en la casa familiar de la novia en Asturias: “La boda en Asturias fue mi boda civil. Fue muy familiar. Hicimos la pedida en casa de la familia de mi marido en el campo en Francia y luego celebramos la boda civil en mi casa en Asturias. Yo me vestí de blanco para que no fuera una ceremonia tan fría. Mi marido lloró y todo al verme”. Una celebración de apenas 30 invitados entre los que se encontraban sus familiares directos y algunos amigos que se alargó hasta altas horas de la madrugada: “Hasta se bailó flamenco”.

Un mes después, el 25 de octubre de ese mismo año, se casaban en una ceremonia católica en la India en una de las bodas más imponentes que recordamos. Frente a algo más de 300 invitados llegados de todas partes del mundo, Inés y François sellaron su amor con una fiesta de tres días (con cena de etiqueta incluida) en el impresiante palacio de Pacho de Jaipur, íntimo de la familia.

Sus vestidos de novia, por supuesto, también tuvieron sello español. Diseñados los tres por el asturiano Diego Estrada, también dieron la vuelta al mundo.

¿Cómo te imaginas tu futuro? “Viajando por todo el mundo y siendo madre de cuatro hijos”, contesta resuelta.

Desde que terminó el verano, las bodas se han colado cada fin de semana en el top de eventos más seguidos por la prensa nacional e internacional. No es para menos, casi todos los sábados (y algún viernes), la alta sociedad española y europea se ha dado cita de Madrid a San Petersburgo pasando por Viena, Venecia o Sevilla en algunas de las bodas más importantes de la temporada.