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Organizar una boda es un infierno, pero este hombre (Jesé) sabe financiarlas
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Organizar una boda es un infierno, pero este hombre (Jesé) sabe financiarlas

Caído de la cúpula del fútbol por sus desbarres sentimentales, Jesé intenta redimirse en equipos de segunda y abrazando la vida familiar burguesa en una boda televisada 24/7

Foto: Jesé Rodríguez y Aurah Ruiz. (Mediaset España)
Jesé Rodríguez y Aurah Ruiz. (Mediaset España)

Julio Iglesias tuvo su quinto hijo (reconocido) a los 53 años. Jesé Rodríguez tuvo su quinto hijo a los 27 años (con tres mujeres diferentes). Jesé, en definitiva, necesitó la mitad de tiempo que Julio para completar el póker de vástagos. ¡Weah!

Por todo ello, aunque la noticia está semana es que Jesé ha fichado por un equipo turco, el verdadero notición es que Jesé no ha tenido ningún hijo este curso; ni siquiera ha protagonizado (que se sepa) un embarazo rocambolesco. Jesé ha echado el freno reproductivo. Jesé ya no es un semental fogoso e irreflexivo, sino un entregado padre de familia… O eso vende el docureality que han rodado Jesé y Aurah sobre los preparativos de su boda (se casan este fin de semana).

El programa, que se emite en la plataforma youtubera e influencer de Mediaset (Mtmad), arranca con fuertes dosis de almíbar: planos entrañables del hijo de la pareja. "Lo que me hace más ilusión es que la familia esté unida”, dice Jesé, al que hasta ahora conocíamos por ser uno de los padres menos fiables y entregados de Europa Occidental. Aunque uno crea firmemente en la redención humana, la conversión de Jesé en un máquina de los cuidados es una de las catarsis más extremas desde el partido contra las drogas de Julio Alberto y Maradona.

Jesé ha echado el freno reproductivo. Jesé ya no es un semental fogoso e irreflexivo, sino un entregado padre de familia, o eso vende su reality

Pero tomémoslo en serio por un momento. ¿Ha sentado la cabeza Jesé? ¿Se ha aburguesado? ¿El futbolista español de vida más disoluta desde los ochenta es ahora un asceta? ¿Es Jesé un tecnócrata que ha dejado atrás esa vida loca, loca, loca?

Tras pasar con altibajos por el Real Madrid (donde fue jaleado por la prensa deportiva como la mayor joya de la cantera desde la Quinta del Buitre, hasta que una lesión grave y varios incidentes costumbristas frenaron el hype), vagar por el PSG (pasó varios años en París -o cedido- cobrando un dineral sin jugar apenas, engullido por su desenfrenada vida sentimental: embarazos aleatorios y broncas públicas terribles con sus ex).

Tras tocar fondo futbolístico, Jesé volvió a fichar por el equipo de su pueblo, la Unión Deportiva Las Palmas, de segunda división, donde el último curso enderezó un poco el rumbo. A favor: Primera temporada completa de fútbol desde que su vida personal saltó por los aires hace años. Sus números en Las Palmas han sido pasables: 11 goles y seis asistencias. En contra: Su final de liga fue calamitoso, con su equipo perdiendo la batalla por subir a primera contra su eterno rival, el Tenerife, y Jesé siendo sustituido al descanso del partido decisivo. Jesé cargó luego contra el entrenador y se fue de Las Palmas por la puerta de atrás. El curso que viene jugará en el modesto (pero con dinero fresco) Ankaragucu de la Superliga turca.

placeholder Jesé Rodríguez y Aurah Ruiz. (Instagram)
Jesé Rodríguez y Aurah Ruiz. (Instagram)

Pero no nos equivoquemos: hace tiempo que el balón dejó de ser el elemento fundamental en Jeselandia, territorio donde fútbol, reggaeton, amoríos desquiciados, caos y famoseo de serie B forman un todo. Para saber qué se cuece en Jeselandia, lo importante es el reality, donde Aurah (de profesión influencer) ejerce de maestra de ceremonias, aunque Jesé hace aportaciones a tumba abierta: "De vestidos de boda no entiendo mucho, pero me gustaría que el de Aurah fuera de princesa de Disney, de princesita, que es lo que es ella".

Aurah bascula entre las sirenas y las princesas, pero sobre todo quiere que el vestido de boda tenga "una cola muy larga" y "una raja hasta aquí arriba", dice tocándose muy arriba.

Todos tenemos un pasado

Sería fácil, por tanto, despachar el bodorrio de Jesé y Aurah como un festival nihilista de consumismo compulsivo y orgullo poligonero, pero el reality trata cuestiones tan universales como la espantosa fragilidad sentimental de la existencia humana, el (supuesto) poder indestructible del amor y el (impepinable) poder destructivo de la gestión de bodas, el mayor achicharrador de parejas de España (equivalente a 200 visitas a IKEA en pareja).

En efecto, bajo la fachada de reality de famosetes cutre e inane (y este lo es hasta límites que escandalizarían a la OMS), se masca una tragedia que nos apela a todos. Aurah está tensa porque quiere un vestido con rajaza y no lo encuentra, porque quiere comer gominolas y chocolate y que le entre el vestido, porque su personal trainer le tiene a raya… Pero sobre todo está tensa porque algo pueda torcerse en el último segundo (por ejemplo, qué sé yo, que Jesé se lie en la boda con siete damas de honor).

"Nos ha costado mucho llegar hasta aquí pero hemos sabido sortear las piedras del camino"

Porque si todos tenemos un pasado, el de Aurah y Jesé es extremo, por su condición de pareja tóxica y por la volatilidad sentimental de Jesé (Elizabeth Taylor a su lado parece una monja rumana de clausura). "Sé que va a pasar (la boda) pero me cuesta creer que vaya a pasar", dice Aurah. “Nunca me imaginé que me casaría pero llegó el día”, añade Jesé, y todos tenemos flashbacks: en 2017, Aurah y Jesé rompieron de manera estrepitosa. Él se fue a comprar tabaco. Ella se quedó cuidando sola a su bebé de salud delicada y explotó en redes sociales:

1) "Estar con tus amigos y el ‘reggeatuning’ es mejor que estar con tu hijo… Mueve el culo mi niño que da vergüenza ya... Hasta los cojones ya… Me da hasta vergüenza ajena”.

2) “Sigue comprando diamantes de miles de euros mientras tu hijo pasa necesidades... Para pasar la noche al lado de tu hijo no tienes tiempo, pero para estar en una discoteca con putas, bebiendo, fumando y follando en el baño, sí que tienes todo el tiempo del mundo”.

Jesé fue a los juzgados. Un tribunal condenó a Aurah a trabajos para la comunidad por acosar a Jesé en redes sociales, pero para entonces la pareja había vuelto (entre medias, eso sí, Jesé había declarado amor eterno a varias mujeres que embarazó y abandonó). Pero dejemos el culebrón y volvamos al reality.

placeholder Aurah Ruiz y Jesé Rodríguez en una imagen de archivo. (Gtres)
Aurah Ruiz y Jesé Rodríguez en una imagen de archivo. (Gtres)

La hora del amor

Capítulo cómico aparte merecen las dudas de Aurah, con tendencia a cambiar de opinión con los detalles de la boda, como ella misma admite, volviendo tarumba al ejército de asesores, fisios, decoradores, fontaneros, gurús y maquilladores que trabajan en el enlace. "La persona que me está ayudando a organizar la boda debe quererme mucho, sino ya me hubiera matado, porque un día le pido una cosa, y al siguiente la contraria", asume la diva. "Soy capaz de cambiarlo todo antes de la boda", añade. Jesé, mientras, pone cara de póker. "A día de hoy no estoy nervioso por la boda; ella sí", espeta el futbolista, que vende imagen de hombre zen renacido, aunque quizá esté tan tranquilo porque se toca los cataplines mientras su mujer tira del bodorrio.

Sobre el reality sobrevuela el delicado acuerdo económico matrimonial de la pareja, puro morbo en una relación más inestable que el reactor 4 de Chernóbil. Pero la pareja echa balones fuera sobre el acuerdo. “Es una cosa muy personal y privada de cada pareja. Somos partidarios de que la gente no sepa nada, porque hay que respetar las decisiones de cada pareja. Lo importante es que nos queremos, que estamos enamorados y que nos vamos a casar… y por lo demás estamos súper tranquilos", dice el futbolista.

"No hemos hablado de esto y tampoco creo que se vaya a hablar. La verdad es que me daría igual. No estoy pendiente de si firmamos o no firmamos un contrato. No es algo que me ronde la cabeza. Sin más", añade ella. Lo importante, en definitiva, es el amor, amor a prueba de cinismos, y Aurah va con todo: "Nos ha costado mucho llegar hasta aquí pero hemos sabido sortear las piedras del camino. Ahora estamos fuertes y llenos de amor para dar un nuevo paso y empezar a volar”. ¡A volar! La hostia desde arriba puede a ser tremenda, pero eso no detendrá el parque temático Jeselandia, la mayor montaña rusa emocional de España.

Julio Iglesias tuvo su quinto hijo (reconocido) a los 53 años. Jesé Rodríguez tuvo su quinto hijo a los 27 años (con tres mujeres diferentes). Jesé, en definitiva, necesitó la mitad de tiempo que Julio para completar el póker de vástagos. ¡Weah!

Jesé Rodríguez