Fernández Sastrón: "Tengo un sincero afecto por el rey Felipe, aunque ahora no tengo trato"

José Miguel Fernández Sastrón, compositor, músico y exvicepresidente de la SGAE, acaba de estrenar su programa de radio, al que ha bautizado con el nombre de ‘La noche cómplice’. Más que entrevistas a la carta, lo que hará son charlas con personajes que tengan algo que decir. Se ha estrenado con Ramoncín y con Augusto Algueró.

Sastrón fue yerno de la infanta Pilar al casarse con Simoneta Gómez-Acebo, con la que tiene dos hijos que mantienen, como él, un perfil bajo. Ese matrimonio le dio una visibilidad que siempre ha sabido administrar. Su regalo de boda a los hoy Reyes fue un vals compuesto por él mismo.

¿En qué consiste este proyecto?

Es un programa de radio que se emite todos los domingos con un invitado. Más que entrevistar, es una conversación. No soy periodista y estos encuentros acercan al personaje para conocer la vertiente más personal y humana.

Del mundo de la música, ¿cuál es el sector que dominas?

De cualquier ámbito. He empezado con Ramoncín porque nos conocemos muy bien y es muy agradecido a la hora de hablar con él. Como le he dicho: “En realidad, el programa lo haces tú”. Facilita el trabajo porque es un programa en directo.

¿A quién tienes en el listado?

Tengo libertad absoluta para llamar a quien quiera y el espacio dura una hora. De 12 a 1 de la madrugada. Lo bauticé con el nombre de ‘La noche cómplice’ porque lo que busco es precisamente esa complicidad con el protagonista y con los oyentes. Tengo una lista muy larga y me gustaría charlar con todo tipo de gente.

¿Habías hecho radio?

Como conductor no, pero sí muchas veces como invitado. Es mi primer proyecto como presentador y director. Más adelante, me gustaría tener dos invitados que fueran antagónicos para demostrar que se puede dialogar sin gritos y excesos, y descubrir que tienen más puntos en común de lo que creen. La polarización que hay ahora no es buena para nadie. El que piensa diferente no es un malvado, sino alguien que tiene otra opción de pensamiento.

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¿Es más una cuestión de educación que de ideología?

Las dos cosas. La educación permite que se discuta sin insultar. Si hay media España que quiere una cosa y otra media lo diferente, porque está fomentado por líderes opuestos, siempre habrá una parte descontenta. Lo interesante es poder llegar a un punto de encuentro. La crispación es poco saludable y se engorda con las redes sociales.

¿Has tenido que bloquear a alguien por haber sido primo político de Felipe VI?

La verdad es que no porque nunca me he sentido insultado. Soy poco activo en las redes. Me sirven para estar al tanto de lo que pasa.

¿Vas a promover nuevos talentos?

Puede ocurrir, aunque en principio el programa no está diseñado en ese formato.

¿Es complicado el mundo de la música?

Es más fácil o más difícil según se entienda. Hay más posibilidades de hacer cosas, pero estas tienen que llegar al público. Vivir de la música es hoy más complicado que hace quince años. Durante mucho tiempo, yo sí lo he hecho. Compuse el tema de ‘Me gusta el fútbol’ para Canal Plus en el año 93 y ahora se utiliza en la campaña de Movistar.

¿Sirven para algo los programas de televisión en la que se descubren talentos?

Salvo casos muy concretos, me temo que es, como dice el refrán, pan para hoy y hambre para mañana.

Hay profesionales que reniegan de ese tipo de promociones.

Todo ha cambiado en el mundo de la música. Antes un profesional colocaba su disco en una televisión o en la radio y se mantenía. Ahora la estrella dura cinco minutos. Desvirtúa lo que es el esfuerzo, el estudio, tener una carrera musical. Le voy a convertir en estrella en cinco minutos y en otros cinco me va a dejar de interesar.

Hace unos días, Nena Daconte daba unas declaraciones en ‘El País’ donde explicaba cómo en sus inicios le daban las pautas de lo que podía o no decir. Por ejemplo, que tenía novio.

Antes también pasaba, pero hoy es un producto en todos los sentidos. En el aspecto personal y musical. Ahora se sale solo con un single y a veces no hay nada más.

A Ricky Martin se le hacían reportajes con novias. No podía decir que era homosexual.

Un tema de marketing. No te voy a decir lo que no puedes hacer, sino lo que tienes que hacer.

En cambio, Rosalía ha tirado ella sola.

Cuando la vi por primera vez, me sorprendió. Tiene talento y ves que pasa algo. Y por supuesto, tiene un respaldo discográfico importante. Sin ese apoyo no hubiera hecho lo que ha hecho. O habría tardado mucho más. Claramente, Rosalía es un producto. Otra cosa es que al pescar dieron con un buen 'pescado'. Esa presencia mediática, esas promociones solo se consiguen con una multinacional importante; si no, es impensable. Hay fenómenos de red que, efectivamente, tienen miles de visualizaciones, pero el mundo real es una promoción.

Rosalía estudió en el conservatorio: música, armonía, instrumentos…

No es mi intención desmerecerla. Tiene esa promoción porque vieron en ella algo importante y lo han promocionado. Lo que quiero decir es que puede haber otras Rosalías que se han quedado en el camino por falta de apoyo

¿Has abandonado la composición?

Cuando entré en la SGAE como vicepresidente, desde 2012 a 2018, no tenía tiempo y tampoco me parecía bien ser juez y parte. Gestionar los derechos de los autores y a la vez los míos.

El reguetón se ha puesto de moda.

Tiene un ritmo más machacón y se baila más fácil que una salsa. Igual que hiphop. Lo demanda la juventud y funciona.

Si alguno de tus hijos quiere ser artista, ¿qué les dirías?

Les gusta y el mayor toca conmigo. Toca la guitarra, canta y tiene sentido musical. Hacemos sesiones, pero como aficionado. Mi hijo ha comprendido que vivir de la música es complicado.

Les regalaste a los Reyes su canción para la boda. ¿Harías un tema a la princesa Leonor?

La época en que yo lo hice, estaba en ese entorno familiar al estar casado con Simoneta. Tenía y tengo un sincero afecto por el rey Felipe. Era el primo de mi mujer. Ahora no tengo trato y, por lo tanto, sería raro.