El día que Carla Bruni enloqueció a Sarkozy: su orquestada cita a ciegas a lo Felipe y Letizia

A pesar de la sorpresa que la noticia de su relación produjo en un principio al ser dos personas pertenecientes a mundos completamente diferentes, la modelo Carla Bruni y el expresidente francés Nicolás Sarkozy forman hoy una de las parejas más sólidas del mundo de la política.

Su historia de amor se remonta al 13 de noviembre de 2007. Tal día como hoy, hace 15 años, Carla Bruni fue invitada a una cena organizada por el empresario publicitario Jacques Séguéla. “Me dijo que Sarkozy estaría allí también”, confesó Bruni en octubre de 2010 en el libro de Valérie Bénaïm titulado ‘Nicolas Sarkozy and Carla Bruni: The true story’.

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El político acababa de ser nombrado presidente de Francia y Bruni reconoció que sintió “curiosidad” por conocerlo. “Cuando llegué, me di cuenta de que era una cita a ciegas. Éramos ocho invitados. Tres parejas y ahí estábamos nosotros, ambos solteros”. Hay que recordar que Nicolas Sarkozy acababa de divorciarse.

Los detalles parecen evidenciar una clara intención por parte del anfitrión de aquella velada de ejercer como 'celestina'. Cómo se produjeron los acontecimientos recuerda mucho a los inicios de la historia de amor del rey Felipe VI y la reina Letizia. Ambos se conocieron también en una cena. En su caso, la velada fue organizada por el periodista Pedro Erquicia. Hacía nueve meses que el entonces príncipe Felipe había anunciado su ruptura con Eva Sannum y Erquicia lo citó en su casa junto a otros invitados entre los que se encontraba una periodista llamada Letizia Ortiz. Son muchos los que aseguran que fue el propio Felipe quien pidió a Erquicia que la invitara, ya que el heredero al trono la había visto por televisión y se había quedado prendado de ella. Este dato jamás fue confirmado por Erquicia, quien se llevó el secreto a la tumba. Lo que sí trascendió de aquel día, y que confirmaron muchos de los asistentes a la cena, es que la química entre Felipe y Letizia fue inmediata y que no cesaron de hablar durante toda la noche.

Volviendo a la historia de amor de Bruni y Sarkozy, algo muy parecido ocurrió entre ellos. “Vi la conexión en el momento en el que se conocieron. Fue eléctrico”, confesó Séguéla. El intelectual y exministro de educación Luc Ferry, presente también aquella noche, afirmó después: “Muy pronto vimos que Nicolas solo tenía ojos para la mujer sentada a su derecha. Incluso le dio la espalda a la esposa de Séguéla. A menudo el pelo de Carla rozaba el hombro del presidente. Él solo hablaba para ella”.

Estaban en lo cierto, tal y como la propia Carla Bruni confirmó: “Fue inmediato. No esperaba que él fuese tan divertido y vital. Su aspecto, su encanto y su inteligencia me sedujeron”.

Aquella noche, una vez finalizada la cena, Sarkozy acompañó a Bruni hasta su casa en el coche presidencial. Se fue no sin antes intercambiar los teléfonos. “Nicolás llamó un poco más tarde, esa misma noche”, confesó la modelo.

Un mes después, ambos confirmaban la relación al dejarse fotografiar juntos en Disneyland París. La bella modelo de izquierdas, de vida bohemia, a la que se le habían conocido multitud de amantes, aparecía junto a un recién nombrado presidente de Francia, conservador, que acababa de divorciarse y que también arrastraba una vida sentimental tumultuosa. Parecía difícil que aquello pudiera cuajar, pero Sarkozy lo tuvo claro desde el principio. “Carla no sería jamás mi amante porque yo quería que fuese mi esposa”, confesó él mismo en sus memorias.

El enlace tuvo lugar el 2 de febrero de 2008. Fue una ceremonia sencilla e íntima celebrada en el palacio de El Elíseo. Casi cuatro años más tarde se convirtieron en padres de una hija llamada Giulia. En el décimo aniversario de su boda, Bruni confesaba en una entrevista que ambos habían vivido una década muy feliz como matrimonio. "Me sigue atrayendo mi hombre. El sexo con él también es fantástico”, añadía.

Este mismo verano, el mundo entero pudo comprobar cómo esa complicidad sigue intacta entre ambos 15 años después de que sus miradas se cruzaran por primera vez. Bruni y Sarkozy fueron fotografiados mientras disfrutaban de unas vacaciones en Ibiza. En las imágenes, los abrazos, los besos, las risas y las miradas cómplices son constantes.