Stéphane Voirin: la historia de amor detrás del viudo que bailó ante su difunta esposa

Se llamaba Agnès Lassalle, era profesora de español en la escuela secundaria Saint-Thomas-d'Aquin en San Juan de Luz, en el País Vasco francés, y tenía 53 años.

El pasado 22 de febrero, mientras impartía una clase, un alumno de 16 años con problemas psiquiátricos le asestó una puñalada mortal.

El viernes 3 de marzo, durante el funeral que se llevó a cabo en Biarritz, se produjo un momento, protagonizado por su viudo, Stéphane Voirin, que ha dado la vuelta al mundo y ha conmovido profundamente a todo aquel que ha visto las imágenes.

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N.Tiburcio

Cuando el féretro de Agnès Lassalle fue sacado de la iglesia de Sainte Eugénie, antes de ser introducirlo en el coche fúnebre, fue colocado en el exterior del templo y rodeado por sus seres queridos, entre ellos, su viudo. Un silencio sobrecogedor fue roto, por sorpresa, por una melodía. Comenzó a sonar la canción 'L-O-V-E', de Nat King Cole. Nadie imaginaba lo que a continuación hizo Stéphane Voirin. Extendió sus brazos y sus manos como si estuviera agarrando el cuerpo de su pareja y comenzó a bailar frente al ataúd de Agnès. Era su último baile con la mujer amada. Su despedida.

La imagen recorrió el mundo entero y Voirin se convirtió en protagonista de todos los titulares con este emotivo gesto. “Una de las escenas de baile más trágicas y maravillosas que he visto. A través de él también la ves bailar a ella”, llegó a escribir en redes sociales Benjamin Millepied, uno de los bailarines y coreógrafos màs afamados del mundo.

13 años de relación unían a Stéphane Voirin y Agnès Lassalle. Según contó él mismo en el diario 'Sud-Ouest' , ambos se conocieron en una pista de baile en el año 2010. Bailar era una de las grandes pasiones de la profesora, a la que describió como un ser “maravilloso”. “Agnès y yo compartíamos muchas pasiones, pero la danza seguía siendo el centro. Todo empezó así y me entraron ganas de despedirme de ella como había empezado, al son de Nat King Cole”, añadió.

En 'France Inter', Stéphane aseguró que Agnès era una persona "muy implicada en su trabajo" y que "adoraba a sus alumnos". Confiesa no poder olvidar su último abrazo con ella, "saliendo del coche, cuando ella me dejó al pie de su escuela".

La pasión de Agnès y Stéphane por el baile también quedó demostrada en Salamanca. Según ha desvelado ‘La Crónica de Salamanca’, la profesora acudía cada año, desde hacía más de una década, al Colegio Delibes para reforzar el aprendizaje del español a un grupo de alumnos. Desolado, Miguel Ángel Benito, director del colegio, relató sobre la pareja en el mencionado medio de comunicación que “les encantaba el baile. Los dos pertenecían a un club de baile. Es más, aquí también bailaron para nosotros, nos hicieron una demostración. Se pasaban el día bailando y eran muy aficionados”.

La imagen de Voirin bailando ante el féretro no solo sobrecogió por lo que significaba, sino también por el brutal contraste que sus allegados provocaron al arrancarse también a bailar para acompañarlo. Todos lo hacían con sus respectivas parejas, evidenciando aún más el hueco vacío entre los brazos del viudo.

Con su último baile, Voirin no solo homenajeó a su amada, bailando con su recuerdo y tratando de revivirla, por un instante, a través de él. No solo la materializó en el espacio que dejó frente él, ese con el que coordinó, con sumo cuidado y delicadeza, cada movimiento. Lo hizo, además, al son del cantante que 13 años antes les había unido por primera vez.

Voirin solo quiso rendir un homenaje a Agnès. Nunca esperó la repercusión mundial que su baile ha tenido, algo que le ha sorprendido a la vez que reconfortado por todas las muestras de cariño que ha generado. "Estoy feliz de que haya salido algo hermoso de este drama, una especie de sentimiento compartido. Agnès y yo estábamos enamorados y muy unidos. Como yo, pero aún más que yo, Agnès amaba la vida, y en su honor quiero seguir diciendo que la vida es bella. Leí tantas palabras hermosas, estoy muy sorprendido. La gente entendió que el mío era como un grito del corazón, el amor de un hombre que ha perdido a la mujer que amaba. Es muy simple, dramático y simple”, declaró recientemente en el 'Corriere della Sera'.

En 'Sud-Ouest', Stéphane trató de mostrarse fuerte ante la tragedia. Aseguraba que “la vida debe continuar” porque su baile había sido eso, una “oda al amor y a la vida”. Pero el camino que le queda por recorrer, ya sin Agnès a su lado, no será fácil. El recuerdo de la mujer a la que amó lo acompañará siempre. Desolado, decía que “ojalá pudiera besarla de nuevo".