Clara Chía y su look de invitada, de 1.000 euros, en la boda de su cuñado, Marc Piqué

Gerard Piqué y su familia vivieron un emocionante día este pasado viernes 23 de junio por la tarde al celebrar la boda de su hermano Marc con María Valls.

Ambos se dieron el ‘sí, quiero’ en una ceremonia religiosa que se llevó a cabo en la Parroquia de Sant Vicenç de Montalt y que reunió a un gran grupo de amigos y conocidos.

TE PUEDE INTERESAR

Analizamos la letra de la nueva canción de Shakira y los dardos e indirectas a Piqué

María Serralta

Mucha expectación hubo en torno a la aparición de Gerard Piqué junto a su novia, Clara Chía. La pareja había dado mucho que hablar en los días anteriores. Se rumoreaba que Gerard podría aprovechar la celebración de la boda de su hermano para pedir matrimonio a Clara. El hecho de que sus hijos no estuvieran presentes en el enlace también ocupó titulares.

Conscientes quizá del interés mediático que existía por conseguir una fotografía de ambos juntos en el enlace, decidieron por ese motivo mostrarse escurridizos con los focos y entrar por la puerta de detrás de la iglesia para asistir a la ceremonia.

Sin embargo, cuando la misma finalizó, Gerard y Clara lograban relajarse y dejarse ver con algo más de naturalidad. Sin contestar a las preguntas de los reporteros presentes, cuando salieron del templo, ambos sonrientes, se montaron en un vehículo que les trasladó hasta la finca de la familia de la novia donde se celebró el banquete y la posterior fiesta.

Fue entonces cuando pudimos ver el look de invitada de Clara Chía. La joven se decantó por un vestido de Victoria Beckham muy veraniego y sencillo. Se trató de una pieza confeccionada en tejido con hilos brillantes y dorados, con un acabado acanalado, inspirado, según explican desde la propia firma, en los diseños de los años 90. El vestido constaba de tirantes finos, escote de pico y falda larga. Su precio ronda los 1.000 euros.

Con un maquillaje muy natural y con su melena suelta, Clara Chía apostó por un look nada recargado. Complementó el vestido con una discreta cadena de oro y un brazalete a juego, así como con unas sandalias de vinilo.

Una vez finalizada la ceremonia, los 300 invitados y los novios se trasladaron a Sant Andreu de Llavaneres, donde se llevó a cabo el banquete en una casa que tiene la familia Valls en dicha localidad. Allí disfrutaron de una divertida velada que fue amenizada por la música de un DJ y en la que degustaron un exquisito menú realizado por el prestigioso cocinero con una estrella Michelin Nandu Jubany.

La celebración duró hasta altas horas de la madrugada y no faltaron los juegos artificiales, los brindis y el baile.