El lenguaje corporal de Darlin Arrieta en su primera entrevista en televisión: qué dicen sus gestos

Era una de las entrevistas más esperadas en el mundo y ha tenido lugar un mes y diez días después del asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia a manos del asesino confeso, Daniel Sancho.

Era el programa ‘Mañaneros’ de Televisión Española el que conseguía traer a la hermana del cirujano colombiano desde Lorica (Colombia), a pesar de su pánico a volar, lo que se reflejaba en su rostro, cansado tras un largo viaje que le ha supuesto una pesadilla. Con el pelo recogido en un moño alto y flequillo largo sobre la frente, Darlin apenas llevaba maquillaje, por lo que podíamos ver la tristeza reflejada en su rostro tras el terrible suceso ocurrido el pasado 2 de agosto, que hablaba por sí solo acompañando su relato en palabras.

Relativamente serena, la hermana de Edwin Arrieta explicaba a Jaime Cantizano cómo el cirujano le comunicó que se iba a Tailandia. Era esta su primera entrevista en directo, como ella misma confesaba, y decidía hacerla en nuestro país.

Pero lejos de mostrarse nerviosa, su rostro y el resto de su cuerpo parecían en calma. Tan solo la delataba un pie, que se movía de arriba para abajo, cuando estaba sentada con las piernas cruzadas. Un gesto que, según los expertos en comunicación no verbal, indica nerviosismo.

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No ha evitado hablar de ningún tema, aunque ya había avisado de que será la primera y única entrevista que dará en nuestro país, a la que ha accedido para limpiar el nombre de su hermano, dejando claro que no había recibido ninguna retribución económica por ello.

Disimulaba esos nervios mirando a los ojos a su interlocutor, el presentador del programa, que ha tenido especial tacto con ella en los momentos más emotivos. Este contacto ocular revela, según los expertos, una señal de implicación en el tema que se está narrando. Para Darlin es importante no solo que se haga justicia y puedan enterrar las cenizas de su hermano, sino que puedan descansar en paz dejando limpio el nombre de Edwin.

Constantemente mueve la cabeza arriba y abajo, como asintiendo, a lo largo de toda la charla. Un gesto de afirmación universal que acompaña a su relato mientras cuenta cómo se gestó su preocupación por la desaparición, primero, de su hermano, cómo dio con Daniel Sancho y cuándo empezó a sospechar de él.

Estos movimientos de cabeza pueden revelar, incluso, las emociones de las personas, según un estudio que asegura que la felicidad y la tristeza sí son perceptibles en los movimientos de cabeza y no lo son tanto en el habla o en el canto. Tan solo niega con la cabeza cuando Jaime Cantizano le pregunta si puede perdonar al asesino confeso de su hijo, sus gestos hablan antes que sus palabras y reconoce que aún no está preparada.

Darlin también movía bastante las manos durante la entrevista y en su mano derecha se aferraba a un rosario que le había regalado Edwin Arrieta en vida. Confesaba que es un objeto que le hacía sentirle cerca y que le permitía poder conciliar el sueño, que se ha alterado desde el asesinato. En varios momentos le vemos mojarse los labios con la lengua, lo que la ayuda a tomar un respiro, un gesto que los expertos entienden como apaciguador y autotranquilizador, que estimula el labio liberando una tensión emocional interna.

Señala con los dedos cuando habla de Daniel Sancho, lo que en comunicación no verbal significa intentar dirigir la atención sobre algo o alguien. También mueve las manos acompañando la conversación, aunque a momentos las posa juntas sobre sus piernas. Según la experta Teresa Baró, cuando las colocamos a la altura del pecho y las movemos para que todos puedan verlas se genera una mayor confianza en quien nos escucha.

En algún instante se quiebra ligeramente y emite algunas lágrimas, pero no se victimiza, se mantiene fuerte, secando sus lágrimas con una pañuelo de papel. No dramatiza, tan solo está expresando su dolor, que no refleja ira, sino tristeza, tanto por su tono de voz como por sus gestos.