La herencia de Pepe Domingo Castaño: inmobiliaria, inversión en una aerolínea y amor
El periodista residía con su familia desde hace décadas en una gran casa del barrio de Aravaca (Madrid), sede de su principal empresa
En esta zona de Madrid, la vida parece ir más despacio que en el resto de la capital. Suenan los pajaritos del parque cercano y las urbanizaciones se mezclan con los chalés. No hay preocupaciones, aquí todo el mundo llega a fin de mes (o lo aparenta). En una de esas casas adosadas de ladrillo con casi 300 metros cuadrados construidos encontraron Pepe Domingo Castaño y su mujer, Teresa Vega, su hogar. Tras el fallecimiento del veterano periodista recordamos las palabras que dedicaba a esa casa en su libro 'Hasta que se me acaben las palabras', de Aguilar.
"Mi casa madrileña está ubicada en Aravaca, una zona muy tranquila del Madrid de las afueras. La había comprado con las ganancias mexicanas de 'Motivos', la canción que permaneció como número uno durante muchas semanas en las listas de toda Hispanoamérica. Los adelantos que me pagaba la compañía Melody, que tenía la exclusiva de mis discos, en cuanto entraban en la cuenta corriente del banco iban directamente al pago de las letras de aquel chalé adosado de la calle Sextante, que significó para Tere y para mí la culminación del sueño de tener una casa propia", escribe el periodista.
"Fuimos pagando la hipoteca con mucho esfuerzo y sacrificio, pero había valido la pena. En la casa de al lado vivía Emilio José, mi gran amigo de la música. Enfrente, Jaime Morey, otro cantante con cierta notoriedad después de su presencia en Eurovisión defendiendo a España con la canción 'Amanece'. Disfrutábamos de una vida llena de fiesta y de cariño. En Aravaca se respiraba paz y bienestar. Y nosotros éramos felices de verdad viviendo allí, cerca de Madrid pero sin los agobios de la gran ciudad. Hugo ya tenía siete años y Óscar acababa de nacer. Aquella casa significó la integración total de la familia en un entorno de alegría y felicidad. La terraza era nuestro espacio preferido. En ella montábamos el bar casi todos los días y los vecinos de la urbanización se acercaban a compartir con nosotros unos momentos mágicos", prosigue.
En la casa hay instalado un minigimnasio donde Castaño podía practicar deporte hasta hace bien poco. En septiembre de 2022 contaba en Vanitatis que para estar en forma le gustaba "hacer cinta en casa". "Hago unos cuarenta y cinco minutos diarios a buena velocidad. No me gusta el olor de los gimnasios, del spa y de las saunas, no puedo aguantarlo. De hecho, no voy nunca".
En Aravaca y Pozuelo encontró Castaño su lugar en el mundo. "A un tiro de piedra de la gran ciudad, Aravaca es una zona tranquila, de bien comer y de bien vivir, que ha ido creciendo en interés y variedad con la explosión urbanística y demográfica de Valdemarín, asentamiento preferido de los pudientes del lugar", escribía en agosto de 2022 en 'El Debate'. "Lo que empezó siendo una apuesta tímida por una restauración de cierto lujo, acorde con el nivel económico de sus habitantes, ha desembocado en la apertura de restaurantes de todo tipo y condición que se han ido consolidando poco a poco". Precisamente en Valdemarín se reunía con los amigos de forma periódica.
Su apartamento de soltero
El locutor siempre tuvo predilección por las zonas más tranquilas de la capital. Tras separarse de María Luisa Seco se fue a vivir a un apartamento en la zona de Arturo Soria, un lugar que quedó siempre en su memoria por abrigar su primera noche de amor con su mujer, Teresa Vega. "La invité a tomar la última en mi casa, subimos a mi coche y nos fuimos hacia mi apartamento en Arturo Soria, a beber juntos las últimas horas de un 23 de febrero de 1976 que había entrado en nuestras vidas para siempre. Lo que pasó después fue lo más grande que le puede pasar a un hombre. Desde aquella madrugada, fuimos el uno para el otro y nos amamos locamente hasta hoy", escribe Castaño en sus memorias. El piso había pertenecido a Karina y Tony Luz, "a los que la vida les demostró que el matrimonio puede no ser para siempre". Tras la separación, Tony Luz se quedó con el apartamento de Arturo Soria y rápidamente se lo alquiló a Pepe Domingo.
"Así fue como Tere y yo empezamos a vivir en aquel paraíso de paz y belleza hasta que decidimos que necesitábamos una casa más amplia y nos fuimos hasta el Pinar de Chamartín a continuar con nuestro idilio inagotable en el piso 19 de una hermosa urbanización", escribe Pepe Domingo.
Siete años más tarde se mudarían a Aravaca. Con el tiempo, gracias a su trabajo en las ondas, el matrimonio pudo invertir en más inmuebles. En los años 80 se hicieron con un piso de 180 metros cuadrados en la urbanización Las Lomas de Marbella. Tomamos de nuevo su voz prestada de la autobiografía: "Todavía seguimos yendo a Marbella. Nos compramos un apartamento en la Milla de Oro, en Las Lomas del Marbella Club, en la urbanización Coto Real de nuestro gran amigo Pepe Ros, y allí disfrutamos del sol, de la paz, del olor y el sabor de ese lugar único, donde la vida tiene sentido y el alma se serena". Castaño dedica muchas líneas a la época dorada de Marbella y algunas también a su decadencia.
El locutor pudo alternar los veranos marbellíes con sus visitas a su tierra gallega, donde tenía su sede cerca de la playa de Mera. En el año 96, el locutor también adquirió un par de apartamentos con plaza de aparcamiento y trastero en Las Rozas, un municipio al oeste de la capital.
El matrimonio tuvo un hijo (Teresa ya tenía a Hugo de un matrimonio anterior). El mayor es comandante de aviación. El pequeño, Óscar, estudió Ciencias de la Comunicación y aunque "tiene voz de locutor" (según su padre), ha preferido "la realización televisiva". Tanto los hijos como su esposa forman parte de la estructura societaria de la única empresa vigente que tenía en estos momentos Pepe Domingo Castaño, Saudade Flavia SL. Dedicada de forma oficial a la gestión de contratos publicitarios, en 2021 se publicó que también tenía intereses en la aerolínea Plus Ultra. En concreto, un 2,15%.
Meses después, él mismo reconoció esa participación en una entrevista en la COPE, donde defendió la españolidad de la aerolínea, inmersa entonces en cierta polémica. "No es una aerolínea venezolana ni chavista, que quede bien claro", explicó. Su hijo mayor, Hugo, trabaja como piloto y consejero en la aerolínea, según aparece en su perfil de LinkedIn.
En esta zona de Madrid, la vida parece ir más despacio que en el resto de la capital. Suenan los pajaritos del parque cercano y las urbanizaciones se mezclan con los chalés. No hay preocupaciones, aquí todo el mundo llega a fin de mes (o lo aparenta). En una de esas casas adosadas de ladrillo con casi 300 metros cuadrados construidos encontraron Pepe Domingo Castaño y su mujer, Teresa Vega, su hogar. Tras el fallecimiento del veterano periodista recordamos las palabras que dedicaba a esa casa en su libro 'Hasta que se me acaben las palabras', de Aguilar.