El fin de semana madrileño de Carmen Martínez-Bordiú: boda y toros con Luismi

Carmen Martínez-Bordiú y Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre, mantienen una relación amistosa profunda. Fueron pareja durante varios años hasta que la exduquesa de Franco decidió romper. La razón tenía que ver con el abanico de amigas estacionales del empresario, que hacía que el noviazgo fuera complicado. Llegó a decir que había sido el hombre de su vida. Esta ruptura amorosa dio paso a una amistad importante.

Cuando murió Carmen Franco, la hija se estableció en Sintra (Portugal). Compró un chalé con vistas al mar que compartió con su novio mientras duró la relación. Tiene su grupo de amigos portugueses y cuando se cansa de la tranquilidad viaja a Madrid para encontrarse con su grupo de siempre. Hace unos meses organizó un almuerzo en El Qüenco de Pepa al que acudieron Cari y Miriam Lapique, Marisa de Borbón, la diseñadora Sonia Bolín y Tita Muñoz.

Su última visita a Madrid ha tenido lugar este fin de semana para acudir a la boda de su sobrino Daniel, hijo de Cristóbal Martínez-Bordiu y Jose Toledo. Una reunión familiar a la que acudieron todos los hermanos de Carmen en la finca Valdefuentes. Como anécdota, señalar que en ese lugar celebró su petición de mano por el duque de Cádiz. Un acontecimiento que se convirtió en la fiesta social por excelencia. Eran otros tiempos. Ahora, el enlace ha sido en la intimidad y sin exclusivas por medio.

Carmen aprovechó estos días para encontrarse con su amigo Luis Miguel Rodríguez, con el que suele quedar cada vez que viaja a Madrid. Esta vez la cita tenía que ver con la afición que comparten ambos. Acudieron a la plaza de Las Ventas el domingo, donde toreaban Serafín Marín, Noel Gómez del Peral y Rubén Pinar. Antes de la tarde taurina, Carmen y el empresario estuvieron comiendo juntos.

“Nos llevamos muy bien y cuando viene a Madrid nos vemos”, explica Rodríguez a Vanitatis. Quiso aclarar que lo único que les une “es una buenísima amistad. Y nos verán juntos muchas veces”.

También quiso dejar claro que ya solucionó todos sus problemas con Hacienda: “Ya no estoy en la lista de morosos y he pagado todo lo que debía”. En cuanto al Museo del Automóvil en Torrejón de la Calzada, cuyas obras están paralizadas, explicó a este medio que “en cuanto se firme el Plan General retomaremos el proyecto”.

La vida de Carmen Martínez-Bordiú es ahora muy tranquila. Viaja a menudo a Burdeos para disfrutar de la compañía de su hija Cynthia y sus nietos. Su vida pública ya no forma parte de su agenda vital y reparte su tiempo también con sus visitas a Madrid, donde, además de encontrarse con las amigas de toda la vida, pasa tiempo con su hijo Luis Alfonso, Margarita Vargas y sus cuatro hijos.