El truco ancestral que utiliza María Pombo ante la tos de sus hijos y qué base científica tiene

Si hay un remedio casero conocido para combatir la tos, la congestión y, en general, las afecciones respiratorias a la hora de dormir, es, por excelencia, el de colocar junto a la cama una cebolla pelada y cortada por la mitad o en cuatro partes. La influencer María Pombo lo sabe, y como ha compartido en sus stories de Instagram, lo utiliza también con sus hijos.

“Automáticamente, yo al escuchar una tos”, publicaba María Pombo, seguido de tres iconos de cebollas, sobre el vídeo en el que muestra cómo trata la tos nocturna de sus hijos. “No sé si funcionará, pero mi madre siempre lo hacía cuando estábamos resfriadas o teníamos tos, y quiero pensar que algo ayuda”, escribía.

La sabiduría popular asegura que pelar y cortar en dos mitades una cebolla, y colocarla en un plato en la mesilla de noche, ayuda a calmar la tos y a respirar mejor cuando hay procesos catarrales o gripales. Este remedio casero, que se utiliza en España desde siempre, tiene también sus variaciones: algunos le añaden azúcar y agua, otros, miel, ajo o limón.

Pero… ¿qué dice la ciencia sobre ello? ¿Tiene realmente la cebolla algún poder contra la tos, la congestión y los mocos? Lo cierto es que no. La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de “usos descritos en medicina popular, no respaldados por datos experimentales o clínicos”.

Mientras, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) señala lo mismo en el portal ‘Salud sin bulos’: “Con la evidencia actual se puede afirmar que la cebolla no posee efecto antiviral ni antibiótico, y los escasos efectos sobre la salud que haya podido demostrar han sido estudios en su mayoría ‘in vitro’ (no en organismos vivos) o en animales”.

Asimismo, en relación con la sabiduría popular que asegura que la cebolla es un antibiótico natural, o que absorbe las bacterias, asegura que “las cebollas pueden ser un medio para la proliferación de bacterias, pero esto no significa que las absorban del organismo y que, por tanto, este último quede libre de infección”, y añade que “la gripe y el resfriado están producidos por virus, no por bacterias, en consecuencia los antibióticos no son la solución y no acortan la duración del proceso”.