Fotos exclusivas: la historia de amor de Blanca Suelves y Joaquín Güell se consolida

Blanca Suelves y el empresario Joaquín Güell, al que familiarmente llaman Joaco, prefieren no confirmar públicamente su relación, que a día de hoy parece estable.

Cuando aparecieron las primeras imágenes de los dos juntos en el 2022, llegaron a negarlo. En junio de ese mismo año, el financiero y Susanna Griso estaban juntos y acudían en Malta al cumpleaños de Sandra García San Juan. La periodista dio por finalizada la historia.

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Al cabo del tiempo era a la hija de los marqueses de Tamarit a la que se le fotografiaba con el financiero. Güell es un hombre simpático, con éxito entre el sector femenino y muy cambiante en sus afectos de pareja. Estuvo casado con la portavoz adjunta del PP en el congreso, Cayetana Álvarez de Toledo.

Hace unos días, Suelves y Güell paseaban del brazo por la zona en la que vive el financiero. Las fotos que hoy publicamos en Vanitatis demuestran una relación que se afianza cada vez más.

El jueves pasado, Blanca acudía a la presentación del libro de María de la Luz del Prado en el restaurante Trocadero. Esta vez apareció sin Joaquín Güell. Comentaba que tiene ganas de comenzar un nuevo proyecto relacionado con la restauración, un área que conoce y se le da muy bien al poner en funcionamiento hace años

Soto de Mozanaque.

Salvo su círculo más íntimo que sabía que sí había una historia, el resto de amistades se sorprendieron de esas primeras imágenes de hace dos años. El socorrido “somos amigos”, que sirve para que personajes conocidos nieguen la realidad, fue en esos primeros momentos la aclaración que dieron. Después, el tiempo fue demostrando que, en este caso, la amistad venía de lejos y por lo tanto podía ser cierta la explicación que la propia Blanca daba a los reporteros. Las familias de ambos se conocen desde hace años y veraneaban en la misma zona de la Costa Brava y coincidían también en Biarritz. En Tarragona se encuentra el castillo de Altafulla propiedad de los Tamarit donde Blanca, sus hermanos, hijos y sobrinos eligieron casarse. En el caso de la protagonista de esta información, con Ioannes Osorio, duque de Alburquerque, en 1996, con quien tendría dos hijos que ya son mayores de edad y que han vivido siempre en la finca Soto de Mozanaque.

Hasta su separación, Blanca era la encargada de sacar adelante el recinto con salones para bodas, banquetes y eventos que ella misma puso en funcionamiento.

Han pasado dos años desde esa primera información en la que se les relacionaba y ellos negaban. El tiempo ha servido para consolidar esa amistad reconvertida en lo que es ahora. Blanca Suelves ha tenido una separación matrimonial muy complicada que aún no se ha resuelto definitivamente. Se quedó sin trabajo a pesar de haber sido ella la que levantó el negocio de Soto de Mozanaque. Joaquín Güell ha sido un gran apoyo ante la situación tan compleja que vive su pareja.

Nadie imaginaba que los duques de Albuquerque terminarían su relación de mala manera, como así fue. En la actualidad no mantienen contacto más allá de los asuntos legales que tienen pendientes de solucionar a través de los abogados correspondientes. En el caso de Blanca Suelves y por consejo de sus asesores, continuó instalada en la finca Soto de Mozanaque, que era donde había vivido siempre desde que inició su relación con Ioannes Osorio, como informó Vanitatis en abril de 2023. Una vez solucionado el divorcio, Blanca Suelves se trasladó al domicilio de su madre, la marquesa viuda de Tamarit, en la urbanización Somosaguas (Pozuelo de Alarcón).

Uno de los puntos de conflicto en la ruptura fue, precisamente, la petición de un acuerdo en forma de indemnización que solicitaba la esposa. Suelves basaba esta reclamación en que había sido ella quien había tenido la idea de utilizar la finca para la celebración de bodas, eventos empresariales y comerciales de todo tipo. La duquesa de Alburquerque quiso rentabilizar el palacio abriendo una parte del edificio y los jardines para ese tipo de celebraciones. El juez no le dio la razón y hubo un recurso que aún está por solucionar.