Sin trabajo y sin indemnización: lo que le queda a Blanca Suelves tras su divorcio de Ioannes Osorio
Suelves ayudó a poner en marcha en Soto de Mozanaque, la finca familiar del duque de Alburquerque, un floreciente negocio de celebración de eventos, pero tras su divorcio el juez le ha negado una compensación
Blanca Suelves y Ioannes Osorio se separaron hace tres años. Estuvieron juntos tres décadas y casados un cuarto de siglo. Aparentemente, era un matrimonio estable y feliz. Tanto es así que incluso algunas amistades aseguraban un año antes que la pareja tenía intención de celebrar por todo lo alto sus bodas de plata, aunque los íntimos sabían que no iba a ser posible.
Los desencuentros ya eran habituales y cada uno iba por su lado, aunque seguían acudiendo juntos al Teatro Real y a otras fiestas sociales. Nunca hubo escándalos públicos. Tuvieron dos hijos que eran los primeros para Blanca y los cuartos para el duque, que estuvo casado con Beatriz Letelier. Ya son mayores de edad y mantienen la finca familiar Soto de Mozanaque como su residencia habitual cuando están en España. Los padres procuraron mantenerlos fuera de los acuerdos y que los posibles conflictos no les afectaran.
Nadie imaginaba que los duques de Albuquerque terminarían su relación de mala manera, como así fue. En la actualidad no mantienen contacto más allá de los asuntos legales que tienen pendientes de solucionar a través de los abogados correspondientes. En el caso de Blanca Suelves y por consejo de sus asesores, en un principio continuó viviendo en la finca Soto de Mozanaque, que era donde había vivido siempre desde que inició su relación con Ioannes Osorio, como informó Vanitatis en abril de 2023. Una vez solucionado el divorcio, Blanca Suelves se trasladó al domicilio de su madre, la marquesa viuda de Tamarit, en la urbanización Somosaguas (Pozuelo de Alarcón).
Uno de los puntos de conflicto en la ruptura fue, precisamente, la petición de un acuerdo en forma de indemnización que solicitaba la esposa. Suelves basaba esta reclamación en que había sido ella quien había tenido la idea de utilizar la finca para la celebración de bodas, eventos empresariales y comerciales de todo tipo. La duquesa de Alburquerque quiso rentabilizar el palacio abriendo una parte del edificio y los jardines para ese tipo de celebraciones.
Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis (Ioannes para la prensa del corazón), dedicado a la cría de caballos de carreras, no confiaba en principio demasiado en que la iniciativa de su mujer funcionara. Con el tiempo y el trabajo, sin embargo, la cosa funcionó y hoy el Soto Mozanaque sigue celebrando bodas. Hasta el punto de que será el escenario de la gran boda del año en España (con permiso de Almeida), la que unirá a Victoria López-Quesada con Enrique Moreno de la Cova el próximo 31 de Agosto. Tras algunos problemas con el emplazamiento original, la prima del rey Felipe y su novio han escogido esta finca para casarse ante buena parte de la aristocracia española y la Familia Real.
Cuando llegó el divorcio y Blanca quedó fuera del negocio solicitó un acuerdo económico referido exclusivamente a la indemnización por su trabajo en la organización de bodas, pero nunca llegó. De ahí que interpusiera una demanda que finalmente no resultó beneficiosa para ella, al tener un contrato laboral. La sentencia consideraba que esa era la relación existente, puramente laboral, y por lo tanto no reconocía su trabajo como impulsora y fundadora del proyecto Soto Mozanaque. Tampoco logró compensación alguna por otros negocios inmobiliarios del pasado en los que ambos ganaron mucho dinero. Puestos al habla con Blanca Suelves ha preferido no pronunciarse.
Hoy Soto de Mozanaque es una de las fincas madrileñas más solicitadas para celebrar bodas. Situada a tan solo 23 kilómetros del centro de Madrid, con un salón principal decorado impecablemente por Pascua Ortega, una capilla propia que data de 1918 y una historia que la remonta al siglo XVIII, el negocio de las bodas va bien a pesar de que Suelves ya no esté al frente. "La finca sigue funcionando con normalidad", confirman desde la finca a Vanitatis. Para ayudar en la organización de las bodas ahora que no está Blanca Suelves, el duque de Alburquerque cuenta con el equipo que trabajó con Blanca durante 25 años y además ha contratado a una profesional con mucha experiencia en el sector. Mientras, Suelves está en momento de resetear y no ha encontrado aún un nuevo hueco profesional.
En el proceso de divorcio Blanca se apoyó en su familia y en uno de sus grandes amigos de siempre, el empresario y financiero Joaquín Güell. Tiempo después, cuando ya no había vuelta atrás para recomponer el matrimonio, la relación de ambos se transformó en otra cosa y en la actualidad comparten su vida.
Blanca Suelves y Ioannes Osorio se separaron hace tres años. Estuvieron juntos tres décadas y casados un cuarto de siglo. Aparentemente, era un matrimonio estable y feliz. Tanto es así que incluso algunas amistades aseguraban un año antes que la pareja tenía intención de celebrar por todo lo alto sus bodas de plata, aunque los íntimos sabían que no iba a ser posible.
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