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Rania y Letizia, el cara a cara de dos ‘reinas’
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Rania y Letizia, el cara a cara de dos ‘reinas’

Rania de Jordania se ha convertido en un referente mundial. Los grandes organismos se la rifan para que asista a sus reuniones y los principales modistos

Foto: Rania y Letizia, el cara a cara de dos ‘reinas’
Rania y Letizia, el cara a cara de dos ‘reinas’

Rania de Jordania se ha convertido en un referente mundial. Los grandes organismos se la rifan para que asista a sus reuniones y los principales modistos internacionales suspiran por prestarle sus trajes. Aunque no comparte ni gustos ni agenda, la reina hachemita y la Princesa de Asturias se sentarán a la misma mesa el próximo sábado. Los Reyes de España ofrecerán este día una cena en el Palacio de la Zarzuela en honor de los monarcas jordanos. A ella asistirán tanto doña Sofía y don Juan Carlos como los Príncipes de Asturias.

Rania y Letizia son dos mujeres de su tiempo que, sin tener sangre real en sus venas, defienden los intereses de una nación. Ninguna de las dos fue educada para llevar una corona ni para representar un país. Pero, por circunstancias de la vida, ambas desempeñan un papel institucional valioso. La primera se convirtió en Reina de Jordania gracias a su matrimonio con el Rey Abdalá. En el momento de su boda, él era un príncipe, aunque no el heredero, y ella una auténtica desconocida de familia acomodada. La asturiana, en cambio, era una prometedora periodista que presentaba un telediario. Ahora, y todo es cuestión de tiempo, se convertirá en Reina.

Pese a sus similitudes vitales, ni Rania ni Letizia comparten la misma visión del mundo, quizás porque la reina jordana lleva más tiempo en el cargo. Sus agendas son totalmente distintas. Ya hace mucho tiempo que Rania vuela sola. Viaja mucho al extranjero y apadrina numerosas causas humanitarias internacionales. En los últimos tiempos ha estado en Nueva York para asistir a la reunión anual de la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización, donde se encontró con la Infanta Cristina, en la cita organizada por Bill Clinton; a la Conferencia Global sobre la Sostenibilidad en Holanda; o al Foro Económico Mundial en Suiza. Pero tampoco descuida los viajes oficiales con su marido ni los asuntos políticos de su país.

En este aspecto, el perfil de la Princesa de Asturias es mucho más bajo. Con menos experiencia en el marco internacional, siempre suele viajar al extranjero acompañando a su marido, cosa que no suele hacer Rania. Además, su agenda propia, que poco a poco despega, se centra exclusivamente en España. Aquí asiste en solitario a actos relacionados con la educación, la cultura y algunos de tipo social. Aunque, con el claro referente de la Reina, su papel debe crecer poco a poco.

Su relación con la prensa también es distinta. Rania no pone reparo en charlar con los medios o posar para fotógrafos de prestigio. De hecho, en el primer número de la edición española de la revista Vanity Fair, la reina jordana ofrecía una interesante entrevista donde hablaba de sus inquietudes, de los cambios de su país y de su familia. En cambio, la relación de Letizia con la prensa ha sufrido diversos altibajos. Pese a que se esfuerza en mejorar su imagen pública, a veces no comprende las críticas o comentarios vertidos desde algunos sectores.

Madres y ‘modelo’

El estilo es otra de las asignaturas de una reina o princesa. Con una silueta similar, sus elecciones no han sido igual de alabadas pese a que tanto Rania como Letizia siempre optan por la discreción. Mientras la Princesa de Asturias es siempre fiel a Felipe Varela, la reina jordana no cuenta con un diseñador fetiche. Utiliza trajes de las mejores casas de moda del mundo (Velntino, Dior, Chanel, Valentino, Prada…). Es una fashion victim en toda regla, y quizás por ello siempre encabeza los listados de las más bellas y elegantes del mundo. Muestra de ello será el vestido que luzca en Zarzuela el próximo sábado, aunque en esta ocasión la asturiana juega en casa.

Pero si hay algo que está por encima de todo, son sus familias. La Princesa de Asturias intenta pasar el mayor tiempo posible con sus hijas Leonor y Sofía. Para Rania sus niños juegan un papel vital. “Lo primero es la familia. Los niños son niños y da igual que sean hijos de un rey o una reina o de un médico”, dijo hace un mes. Ambas también cuentan con el apoyo incondicional de sus maridos por los que, al fin y al cabo, se han convertido en reinas y princesas. Sin ellos, serían dos números anónimos perdidos en la mediocridad del mundo.

Rania de Jordania se ha convertido en un referente mundial. Los grandes organismos se la rifan para que asista a sus reuniones y los principales modistos internacionales suspiran por prestarle sus trajes. Aunque no comparte ni gustos ni agenda, la reina hachemita y la Princesa de Asturias se sentarán a la misma mesa el próximo sábado. Los Reyes de España ofrecerán este día una cena en el Palacio de la Zarzuela en honor de los monarcas jordanos. A ella asistirán tanto doña Sofía y don Juan Carlos como los Príncipes de Asturias.