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Borja Thyssen: "Ojalá las cosas se arreglen"
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Borja Thyssen: "Ojalá las cosas se arreglen"

Cuarenta minutos después de la hora prevista, Borja Thyssen y Blanca Cuesta giraban a pie la esquina de General Perón con Comandante Zorita. En el número

Cuarenta minutos después de la hora prevista, Borja Thyssen y Blanca Cuesta giraban a pie la esquina de General Perón con Comandante Zorita. En el número 48 de esta calle les esperaban decenas de periodístas deseosos de despejar la gran duda planteada esta semana sobre el clan Thyssen: ¿hubo o ho hubo encuentro entre madre e hijo?

La pareja más buscada del momento en el panorama español llegó con pie firme a la exposición de los cien años de historia de la fotografía a través de la revista Vanity Fair que se expone en la casa editorial Ivorypress Art+Books, de la mujer de Norman Foster, Elena Ochoa, presente, cómo no, en el evento.

Tras el obligado posado y la pregunta de rigor con la consiguiente respuesta "me apasionan las fotografías. Las fotos me encantan", Borja Thyssen respondió a los informadores interesados en los devenires de su vida personal. ¿Hubo reunión? ¿Fue a espaldas de Blanca? "No hablo de temas personales. No quiero entrar en temas personales, muchas gracias".

Con la incógnita de si hubo o no encuentro sanguíneo, la pregunta siguiente si sería posible que se diera y si, al igual que Tita, Borja también quiere hacer las paces. "Ojalá que sí, que las cosas se arreglen", dijo ante las cámaras.

Horas antes de esta cita con la cultura, el ex padrino de Sacha Thyssen Cuesta, Anthony Toffoli, Ahora del lado de Tita, desmentía la reunión. ¿Qué hay de ello, Borja? "Tampoco quiero hablar de esa persona. Ya no es padrino de Sacha. Para mí esa persona no existe", insistió.
 

El barón, reconocido por su título en el extranjero pero que en España no utiliza, cogió del brazo a la tímida Blanca, que no respondió en el bombardeo periódistico, y ambos entraron en el garaje reconvertido por el gran Foster en galería para admirar las instantáneas expuestas allí hasta el próximo 8 de enero.

Observando el trabajo de la comisaria de la exposición, Debra Smith, que ha empleado 365 días para buscar lo mejor de lo mejor en los archivos de Vanity Fair en Nueva York, expuesta en la sala de Lady Foster, estuvieron también Alfonso Díez, sin la duquesa de Alba -él llegó aún más tarde que los protagonistas y no se adentró en el espacio subterráneo hasta haber saludado a los B&B-, el diseñador David Delfín, Elena Benarroch, Alfonso Cortina, Ana Rodríguez, sin Bono, José Barrionuevo y su mujer, Alberto Comenge y su esposa... y un largo etcétera de personajes interesados en la exposición. Todo un éxito, sin duda.

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