Los últimos amigos de Andrés Piedrahita, el hombre de Madoff en España
La presentación oficial de la exposición de Sofia Vari, la mujer de Fernando Botero, en pleno paseo de la Castellana, con la presencia del alcalde Ruiz
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La presentación oficial de la exposición de Sofia Vari, la mujer de Fernando Botero, en pleno paseo de la Castellana, con la presencia del alcalde Ruiz Gallardón, en su doble papel de edil ejerciente y admirador de la obra de la escultora, reunió a muchos de los amigos colombianos de la familia Botero/Bari, aparte de las amistades que los artistas mantienen en España.
Entre el grupo colombiano se encontraba Andrés Piedrahita, el que fuera hombre de Madoff en España, que acudió en solitario a la cena previa a la inauguración oficial del lunes pasado. El lugar elegido fue el restaurante El Viejo Madrid, uno de los preferidos de las fortunas internacionales y de las estrellas de cine que llegan a Madrid a promocionar sus películas.
Si Pedro Almodóvar hubiera acudido a la reunión gastronómica, seguramente habría sacado ideas para un posible guión, y la soledad, el fraude, el engaño y la avaricia podían formar parte de la personalidad de algunos de los futuros protagonistas. No hay que olvidar que el director manchego y su hermano Agustín, a través de su sicav Oyster Inversiones, confiaron sus ahorros al amigo de los Botero, junto a otros nombres sonoros como las Koplowitz, Abelló, Lladró y hasta algún apellido Borbón.
Del total de los 50.000 millones de dólares estafados por Madoff a su clientela internacional, el escamoteo a los españoles suponía una mínima parte. Algo más de cien millones de euros desaparecidos, según la CNMV. De todas formas, y como ocurre en todos los timos, malo el que lo hace y malo también el que lo acepta. Como dice el refrán, la avaricia rompe el saco. Y Piedrahita fue un vehículo para todos aquellos millonarios que querían intereses altos sin asumir riesgos.
Muchos de ellos le negaron después el pan y la sal, cuando en su momento estelar era el invitado estrella de cualquier reunión social de nivel que se organizara en España. Y lo mismo ocurría cuando se convertía en el anfitrión. Formar parte de sus party lists era un activo. Y ya se tocaba el cielo cuando Andrés Piedrahita se convertía en cicerone pictórico de su impresionante colección, en la que por supuesto no faltaban obras de Botero y de Sofía.
El matrimonio y sus hijos han mantenido la fidelidad inquebrantable que supone una amistad de años y la cena en El Viejo Madrid fue el certificado de garantía. Además del broker, hubo otros nombres conocidos que arroparon a los Vari/Botero: el ex presidente Pastrana, Enrique Ponce, Paloma Cuevas, Agatha Ruiz de la Prada, Santiago Ybarra, Mercedes Batista, Jaime Polanco, Fiona Ferrer, Ira de Furstemberg y su hijo Hubertus, los embajadores de Colombia, Marina Danko, Sebastián Palomo Linares, la comisaria de la exposición, Marisa Oropesa... y hasta veinte amigos más del mundo del arte que compartieron las tapas típicas (huevos estrellados, jamón, pimientos rojos asados, pan con tomate), cochinillo y arroz con leche. Al día siguiente, la mayoría de los invitados acudieron a la inauguración oficial. Ese día, el ex hombre de Madoff no hizo acto de presencia.
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