Dani Rovira y Clara Lago, pillados

Convertidos en el centro de todas las miradas tras el éxito de Ocho apellidos vascos, los rumores sobre un romance entre Dani Rovira y Clara Lago comenzaron a surgir a principios del pasado mes de abril. Durante el rodaje, tal y como confirmaron miembros del equipo de la película, se fraguó entre los protagonistas una gran relación de amistad que ha derivado en algo más.

Hace apenas unos días, el humorista reconvertido en actor canceló varios compromisos profesionales alegando agotamiento. Sin embargo, y a pesar de que decidió viajar hasta Málaga, su tierra natal, para estar cerca de los suyos, Rovira no dudó en regresar a Madrid para acudir el pasado 6 de mayo al estreno de La Venus de las pieles, la obra de teatro que protagoniza Clara Lago. Tras la función y su felicitación en Twitter –“Si quieren ver a una actriz más grande que un escenario, vayan a ver a ClaraLago1 en #LaVenusdelaspieles”– ambos disfrutaron de unas cervezas con un grupo de amigos y de despidieron con un cariñoso abrazo tal y como se ve en las imágenes que este miércoles publica Cuore. Él se marchó a casa y ella continuó celebrando sus éxitos, aunque sólo durante unos minutos, ya que la actriz cogía un taxi rumbo a casa del actor.

El día anterior, 5 de mayo, y sólo unas horas antes de subirse al escenario de las Naves del Matadero, Dani y Clara fueron fotografiados paseando por las calles de Madrid rumbo a la casa de la actriz, de donde no salieron hasta las cinco de la tarde del día siguiente, según revela Lecturas. Sin embargo, no fue hasta dos días después cuando ambos se dejaron llevar en la fiesta que el equipo de Ocho apellidos vascos organizó para celebrar su éxito. En las fotografías publicadas por la revista, Dani y Clara se pasaron toda la noche cogidos de la mano y abrazándose como si estuvieran solos. E, incluso, se besaron como se puede intuir en unas de las instantáneas.

Esta desbordante felicidad de la actriz contrasta con aquellas imágenes de su encuentro con el también actor Ferrán Vilajosa, con quien mantenía una relación desde 2012, a mediados del pasado mes de abril. En ellas, y sentados en una terraza, mantuvieron una conversación en la que, por los gestos, era evidente el distanciamiento entre ellos. A la hora de despedirse, Clara y Ferrán se fundieron en un abrazo, más propio de unos amigos que de una pareja, y cada uno se marchó por su lado, algo que pareció dejar ‘tocada’ a la actriz que caminaba cabizbaja y con la mirada perdida.