Romina y Al Bano: “En los últimos años sólo hemos cantado juntos en los tribunales”
Tras 20 años sin cantar juntos en España, la pareja italoamericana mostró que todavía tienen química sobre el escenario y que han pasado página en su enfrentamiento personal
Emoción, expectación y, sobre todo, toneladas de nostalgia que desembocaron en alguna que otra lagrimita. Después de 20 años sin cantar en el mismo escenario en España, Al Bano y Romina hirvieron los corazones de los cientos de fans que se congregaron en el Castillo de Peralada. Lo suyo sigue siendo felicitá.
“La vuelta ha sido muy emocionante y me da alegría porque cuando no lo haces cada día es algo especial. Espero que no vuelvan a pasar otros veinte años porque si no, no sé cómo voy a llegar aquí”, comentaba entre risas la cantante –refiriéndose a la edad– ante la atenta mirada de su ex marido, que exclamó: “En los últimos 20 años sólo hemos cantado juntos en los tribunales. Pero ya somos amigos”. De hecho, ambos se hospedaban en el mismo hotel y Romina se mostró muy cariñosa con los hijos que su ex marido tuvo con Loredana Lecciso, especialmente con Albano Giovanni, que posó con ellos en la foto.
Entre la pareja, la química es inevitable, a pesar de llevar otras dos décadas separados. No en vano, fueron el emblema del amor en los años sesenta y setenta. “Pero yo prefiero la serenità –agrega Al Bano– porque cuando la conquistas no se te escapa, mientras que la felicità es como una anguila, se te va por las manos”.
El cantante italiano, de 71 años, comentó que para mantener esa magia en el escenario sólo hace falta una cosa: “Cuando uno está lleno de verdad, y no de química, las cosas salen… Lo mismo que un melocotonero da melocotones, o una higuera da higos, yo soy un árbol de música y doy música”.
Cantaron sus emblemáticas canciones
En el recinto de este castillo del siglo XIV, propiedad de la familia Suqué-Mateu –considerados una de los 100 matrimonios más ricos de España, con una fortuna que oscila entre los 400-450 millones de euros– Al Bano y Romina se sienten como en casa. Son amigos íntimos de los propietarios desde hace más de 30 años, “somos como hermanos” –dicen al unísono– por eso, no dudaron ni un instante en volver por todo lo alto a nuestro país.
“¿Lo habéis hecho por dinero” –les preguntamos– “Es verdad –Romina ríe a carcajada limpia–. Cuando una cosa no la haces desde hace tiempo la valoras más”. Al Bano matiza: “¿Por qué siempre hay el trasfondo del dinero. Supongo que hay algún valor más, por suerte. Después de 50 años de duro trabajo en todo el mundo aún se habla de dinero”.
A lo largo de algo más de dos horas, la pareja compartió en el escenario algunas de su emblemáticas canciones: Sharazan, Siempre, siempre, Volare y el broche de oro de la noche, Felicità. Por separado, Al Bano demostró que aún tiene un potente chorro de voz con letras tan sentidas como Ave Maria, Va Pensiero y Funiculí. Por su parte, Romina cantó Message, U.S. America y recitó una poesía escrita por ella con la que a más de uno se le saltaron las lágrimas: “Aún no he tenido el coraje de recoger todas las poesías que he escrito para publicarlas. Algún día lo haré”, comentó a los periodistas poco antes de irse a cenar.
Ambos estaban tremendamente orgullosos porque su único hijo varón, Yari Carrisi, se unió a la fiesta interpretando con su guitarra varios temas de los Beatles y Pink Floyd. “Y nuestras hijas, Cristel, compone muy bien, y Romina es muy buena actriz”, puntualizó la mamá, que, de esta manera, queda demostrado que han heredado los genes del galán del cine Tyrone Power, fallecido de ataque al corazón en Madrid en 1958 mientras rodaba con Gina Lollobrigida Salomón y la reina de Saba.
Emoción, expectación y, sobre todo, toneladas de nostalgia que desembocaron en alguna que otra lagrimita. Después de 20 años sin cantar en el mismo escenario en España, Al Bano y Romina hirvieron los corazones de los cientos de fans que se congregaron en el Castillo de Peralada. Lo suyo sigue siendo felicitá.