Marta Ortega celebra su nueva vida con un cumpleaños por todo lo alto
La hija de Amancio Ortega reaparece con una actitud que mucho dista de la de una mujer recién separada. Ha celebrado su 31 cumpleaños con una espectacular fiesta
Ni las transparencias de su elegante vestido ni la espectacularidad de su escote llamaron más la atención que su sonrisa. Este sábado Marta Ortega celebraba su 31 cumpleaños y lo hacía por todo lo alto, con una fiesta que más recordaba a una boda que a un simple aniversario y con una actitud que mucho dista de la de una mujer recién separada.
La celebración y el talante de Marta a su llegada a la fiesta confirman las informaciones en las que Vanitatis viene insistiendo desde hace meses. La de Marta Ortega y Sergio Álvarez no ha sido una separación de última hora, un repentino distanciamiento entre dos personas que hasta hace unas semanas aún luchaban por salvar su matrimonio. Tal y como adelantó este medio, la pareja llevaba desde octubre tramitando su ruptura y tres meses después, la herida empieza a cicatrizar. De no ser así, resultaría impensable que una mujer cuyo matrimonio se ha roto hace solo 12 días tuviese ánimos para festejar su cumpleaños. Y es más, que con tan poco margen de tiempo hubiesen podido organizar sus Navidades por separado, ella en Coruña con los suyos y él con sus amigos en Baqueira Beret.
Sin embargo, la ruptura está más que superada por la pareja. Con el acuerdo de divorcio ya firmado quedan pocos flecos sueltos y es momento de pasar página. Marta inicia una vida nueva en un 2015 que queda oficialmente inaugurada con su fiesta de cumpleaños.
Más que un mero aniversario para la hija de Amancio Ortega se trata de demostrar a los suyos que se encuentra bien, con más ganas que nunca de disfrutar de su juventud. “Está encantada de la vida”, decían a Vanitatis hace unos días y como muestra un botón.
Ainhoa Arteta, entre los invitados
Dicen algunos de los periodistas que fueron testigo del trasiego de invitados que llegaba al pazo familiar de Anceis (La Coruña) –el mismo lugar donde Marta y Sergio contrajeron matrimonio en 2012– que el modus operandi recordaba mucho al que se siguió en el enlace de la rica heredera. Autobuses y coches de alta gama con los cristales tintados trasladaban hasta la finca de los Ortega a los invitados entre un secretismo solo digno de la discreción de la que siempre ha hecho gala el dueño de Inidtex.
Pese a todo, algunos medios locales como La Voz de Galicia, fueron capaces de avistar a algunos de los amigos de Marta. Ainhoa Arteta, por ejemplo, acudió acompañada por su marido, el jinete Jesús Gormedia.
Otro de los detalles de la fiesta fue la cocina. Los Ortega confiaron en su amigo Albert Adriá, hermano de Ferrán y con una estrella Michelin, para hacer las delicias de las decenas de invitados que se dieron cita en el 31 cumpleaños de Marta Ortega.
Ni las transparencias de su elegante vestido ni la espectacularidad de su escote llamaron más la atención que su sonrisa. Este sábado Marta Ortega celebraba su 31 cumpleaños y lo hacía por todo lo alto, con una fiesta que más recordaba a una boda que a un simple aniversario y con una actitud que mucho dista de la de una mujer recién separada.