Rosa Clará se casa con las 'wags' del Real Madrid y del Barcelona
Las chicas de Leo Messi, Xavi Hernández, Sergio Busquet, Cesc Fábregas, Marc Bartra, Pedro, Thiago Alcántara, James Rodríguez y Javier 'Chicharito' acudieron este martes al desfile de la diseñadora
Si haciendo un ejercicio de aritmética imaginaria sumásemos la ficha de los novios y maridos de su front row y se lo diésemos en mano a Rosa Clará, la diseñadora podría cerrar la empresa y retirarse para siempre a una isla privada. Con yate, helicóptero y muchos criados.
En el 25º aniversario de la Barcelona Bridal Week –antes solo pasarela Gaudí Novias, ahora también hay venta y networking–, la diseñadora catalana logró la proeza de sentar en la misma fila a una selección de 'wags' (ya se sabe, wives and girlfriends de futbolistas) inédita: Antonella Rocuzzo (Messi), Núria Cunillera (Xavi), Daniella Seeman (Cesc Fàbregas), Melissa Jiménez (Marc Bartra), Elena Galera (Busquets), Carolina Martín (Pedro), Julia Vigas (Thiago Alcántara), Lucía Villalón (Chicharito) y Daniela Ospina (James Rodríguez). También acudieron dos bellísimas casaderas, Helen Lindes y Marta Torné, que este verano darán el ‘sí quiero’ al alero del Real Madrid Rudy Fernández y al director de cine y teatro Roger Gual, respectivamente.
Tan amigas como para gestar a la vez
Antonella Roccuzzo, pareja de Leo Messi, habló en exclusiva para Vanitatis y nos aseguró que ambos confían en continuar en Barcelona durante mucho tiempo. “Aquí somos felices”, afirmó muy sonriente. No son pocos los círculos cotillas de la Ciudad Condal en que se cree que Messi continuará en el Barça mientras su chica quiera. Que en el vestuario azulgrana mandan tanto ellas como ellos y que las desavenencias entre algunos jugadores vienen determinadas por la afinidad o rivalidad entre sus novias. También que condicionan en gran medida los destinos profesionales de sus novios. “Nada de eso es cierto. En casa no mando yo; llevamos las riendas entre los dos. En todo”, zanjó Roccuzzo.
La argentina asegura estar llevando su segundo embarazo tan plácidamente y sin antojos como su amiguisíma (se denominan “hermanas”) Daniella Seeman, chica de Cesc Fàbregas. Sus novios son íntimos en el campo y ellas en las compras. “Pregúntame a mí, que ella no entiende nada de español”, nos ayuda Antonella. Sin demasiadas ganas de extenderse en declaraciones y parpadeando con la misma lentitud que se aleja un crucero del puerto, Seeman nos revela que su segundo embarazo no le provoca ninguna inquietud y que Cesc está feliz, pero ansioso, por conocer a su segunda hija. Si Antonella ha escogido para asistir a la pasarela de Rosa Clará unos discutibles leggins estilo Obélix, entendemos aún menos el outfit de vampira sexy que viste Daniella. Su séptimo mes destaca bajo las transparencias y todo parece una extraña ecografía en 3D. Tampoco que durante el desfile se estire las mangas como Enrique Iglesias en sus inicios.
Mucho más natural es la periodista Núria Cunillera, esposa del centrocampista Xavi Hernández y la única que parece mantener a raya el baby boom azulgrana. “En eso manda la naturaleza, no mando yo”. Núria nos confiesa que ya están buscando su primer hijo y que las opiniones en casa están divididas. Ella quiere niña y él, niño. Lo que sí tienen claro es su futuro, aún por determinar: “A mí pregúntame por la maternidad, no por el fútbol. Pero será lo que Xavi decida; yo con él a todas partes. ¿Un futuro a medio plazo en el Barça? Lo que a él le haga feliz; evidentemente quedarse en casa es un plus, pero con lo que él decida iré al fin del mundo”.
Novia por sorpresa
Lucía Villalón llegó con su hermana, María, tan guapa como ella, aunque una cabeza más alta. Está feliz de ver a Chicharito marcar goles. Una estabilidad en el césped que no ha resuelto aún su año próximo: “Estoy muy orgullosa. Planes de futuro no podemos trazar sin saber qué va a hacer él, qué voy a hacer yo... Todavía no se sabe si seguirá en el Madrid”. La madrileña sustituyó a la controvertida Lety Sahagún en el corazón del futbolista. Por sorpresa para casi todos. “¿Si se ha peleado con alguien, con alguna expareja? No, no”, afirmó muy segura Villalón.
Sobre la pasarela, Clara Alonso, Lara Leito y otras nos mostraron 32 novias (de un total de 200 diseños originales) con el sello de la casa. “Líneas sobrias, muy arquitectónicas”, en boca de la propia Rosa Clará. “Una gran parte de la colección está inspirada en las divas de los años 30 con vestidos ceñidos, auténticas joyas alrededor, espaldas pronunciadas, vestidos con encaje de chantilly pero no francés, elaborado en telares antiguos. Otra parte de faldas con volumen muy ligeras, tules, combinadas con jerséis y punto en la parte de arriba. Y, sobre todo, que la novia vaya cómoda”.
Del “no comment” al relax poscompromiso
Pero no todo fueron parejas de cracks blancos y azulgranas. En la primera fila se acomodaron también la actriz Esmeralda Moya y la presidenta de Codorníu, Mar Reventós. Vanitatis tenía que saber de boca de Amelia Bono cómo en la familia se ha vivido la disensión entre los libros biográficos del exministro socialista y la 'franquiciada' de Tous. ¿Es cierto que José Bono montó en cólera cuando supo fecha de publicación y contenido de libro de Ana Rodríguez, tanto como para exigir que se retocase? “No es cierto. Mis padres se llevan muy bien. Ella estará terminando de corregir el libro. Sé lo que vosotros decís. Pero no… Imagino que Planeta sabrá la fecha”. Los titubeos en la respuesta de la siempre amable y educadísima Amelia nos hacen pensar que nuestra información era exacta. No se quiso pronunciar ni sobre la sorpresiva ruptura entre Toni Acosta y su concuñado, Jacobo Martos, ni hacer de Nostradamus respecto a las próximas elecciones generales.
Helen Lindes, a quien le faltan dos meses para pasar por vicaría en una fortaleza de Pollensa (Mallorca), presumía de pedrusco en el dedo y Marta Torné, que siempre fue pícara, desde que tiene fecha de boda (se casa el próximo 6 de junio), ha subido incluso a vacilona. “¿Que en una boda hay que tener madrinos y padrinas? Pero, pero… ¿Eso qué es? ¿Dónde lo dice?”, bromea. “Yo para ligar nunca he tenido problema con los chicos, pero para comprometerse, sí. Y tenía como ese trauma. Cuando Roger me lo pidió, me relajé. Fue una cosa que no me esperaba y me emocioné mucho. No soy de colgar fotos en las redes sociales, porque luego si me separo ya me dirás qué hago. ¿Me las tengo que comer con patatas?”.
Si haciendo un ejercicio de aritmética imaginaria sumásemos la ficha de los novios y maridos de su front row y se lo diésemos en mano a Rosa Clará, la diseñadora podría cerrar la empresa y retirarse para siempre a una isla privada. Con yate, helicóptero y muchos criados.