Antonio Montero, de seguir a la Familia Real a ser sometido a "sospechosas" vigilancias

Un libro como posible causa de este acoso

Él no señala a nadie, tampoco habla de presiones, pero es consciente de que acaba de escribir un libro que se publicará en los próximos meses que, como él dice, “es probable que no guste a algunas personas”. Bajo el título provisional de Paparazzi confidencial, el fotoperiodista contará sus experiencias de muchos años como paparazzi. Entre ellas, sus seguimientos durante años a distintos miembros de la Familia Real.

“No digo que sea la Casa Real”, responde cuando se le pregunta si sospecha que la publicación de información sensible relacionada con algún miembro de la Familia Real pudiera ser la causa de estos hechos. Aunque no quiere señalar a nadie, “porque no sé aún quién está detrás de todo esto”, reconoce que va a contar en ese libro “algunos detalles desconocidos sobre las andanzas de los Borbón”, e insiste en que el modus operandi y la capacidad de las personas que le están acosando “no está al alcance de cualquiera y menos cuando manejan información del Ministerio del Interior”.

Por todo esto, decidió informar en Twitter de que él y la también periodista Marisa Martín Blázquez se habían separado, para dejar ver a sus acosadores que nada puede desestabilizar su matrimonio porque este hace tiempo que se acabó. Aun así, Montero deja claro que la relación entre Marisa y él sigue siendo estupenda, que viven juntos y que saben todo el uno del otro.

En Vanitatis ya avanzamos en febrero que este 2015 saldrían a la calle tres libros que darían mucho que hablar y que no gustarían a la Casa Real. Dos de ellos ya se han publicado, el de Ana Romero, Final de partida, un trabajo que sacó a la luz algunos capítulos de la relación entre Don Juan Carlos y Corinna, y el de Jaime Peñafiel, Reinas y princesas sufridoras, en el que repasa los episodios más tristes de las reinas y princesas del siglo XX y XXI, también de la Reina Sofía. Ahora le toca el turno a Antonio Montero, quien en más de una ocasión ha sufrido los desmanes de la seguridad, cuya responsabilidad ha sido siempre impedir que se plasmen determinadas situaciones.