La casa señorial de Tarifa que enamora a los turistas que buscan el paraíso

Tarifa siempre fue territorio libre y lo sigue siendo. Esta localidad gaditana nada tiene que ver con el bullicio de Marbellani con Sotogrande, donde los campeonatos de polo señalan el verano. La marca de la casa, el sello indiscutible de Tarifa, son las olas y el viento, elementos necesarios para la práctica del 'windsurf'y el 'kitesurf', aunque no tanto para el 'paddle surf'. El deporte y la vida al aire libre como reclamo de un turismo que cada vez busca más esas vacaciones saludables y donde no es imprescindible ser joven para disfrutar de un entorno donde las alternativas son muchas.

Mónica Sánchez y Chiki Eugui, dueños del hotel Aristoy, explican que "aquí vienen familias enteras y cada uno se dedica a la actividad deportiva que más le gusta. Por ejemplo para hacer 'windsurf' hace falta estar en buena forma, pero en cambio para el 'kite' no. Y puedes ver a gente que no son jovenzuelos practicándolo. Y también hay zonas preciosas, como el Parque Natural del Estrecho, que es una maravilla. Por no hablar de lo impactante que es seguir la ruta del atún de la almadraba o el tema gastronómico, que resulta de lo más atractivo. Por ejemplo, en esta zona se cría la ternera retinta". Cuenta Mónica que los primeros turistas no eran surferos, sino “estudiosos de las aves migratorias. Hasta aquí llegaban ingleses y de cualquier parte del mundo para ver el viaje de los pajaros”.

Mónica Sánchez y su marido llegaron a Tarifa después de desandar su propio camino de Damasco: “Chiki nació en San Sebastián, pero parte de su familia es de Tarifa y decidimos instalarnos aquí y abrir nuestro propio hotel, Aristoy, hace dos años. Era nuestro sueño”.

El hotel es una casa señorial del siglo XVIII en pleno casco histórico de Tarifa, en la calle Calderón de la Barca. En esta tranquila plaza con naranjos se encuentra el edificio que pasó por varias reformas. En los años treinta ya tuvo antecedentes como pensión. Después fue casa de vecinos que poco a poco se quedósin habitantes con el consiguiente deterioro durante una década. Mónica y Chiki se enamoraron de la casona y por fin cumplieron su sueño. Abrieron las puertas de Aristoy en agosto del 2015. “Disponemos de 16 habitaciones dobles con cuartos de baño 'en suite'climatización ecológica, wifi, Smart TV, acceso para minusválidos, parking a 300 metros y todos aquellos detalles que sirven para que nuestros clientes tengan una estancia agradable”, explica Mónica Sánchez.

Uno de los atractivos es el ático donde hay una piscina con vistas al casco histórico y al castillo de Guzmán el Bueno. El patio de la recepción está descubierto y desde allí se ve el lateral de la piscina cuya gran ventana de cristal permite contemplarel agua. “Por la noche la iluminación llena de reflejos azules todo el recinto, creando un ambiente mágico y diferente cada día”, cuenta Sánchez.

El paraíso de los surfistas

En cuanto a la restauración, los dueños han cuidado hasta el último detalle. El hotel dispone de un restaurante con terraza en la plaza de los naranjos. La oferta gastronómica es una fusión vasco-andaluza absolutamente brillante en manos de Bilgai Rivera y Sonia Barros. Mónica explica que “ambos tienen una amplia trayectoria en el ámbito gastronómico. Por ejemplo, Sonia proviene de la escuela de cocina Basque Culinary Center, que está considerada como una de las mejores de España. Ha sido pupila del gran maestro de 'pintxos' Joxean Calvo, campeón en varias ediciones en Guipúzcoa. Y muy importante, todos los productos son de primerísima calidad. Tanto el pescado, como la carne y las hortalizas son de la zona”.

Aseguran los dueños que cualquier momento es bueno para viajar a Tarifa, “el paraíso de los surfistas y de todos aquellos que quieren disfrutar de unas vacaciones en uno de los mejores lugares de España. Y Aristoy es su lugar”, rematan los dueños.

¿Tienes un dispositivo móviliOSoAndroid?Descarga laAPPdeVanitatisen tu teléfono otablety no tepierdasla actualidad de nuestros famosos. ParaiOS,pincha aquí,y paraAndroid,aquí.