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Mari Cielo Pajares, la otra mujer que la lio en las Campanadas
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NO SONARON LAS CAMPANAS EN MARBELLA

Mari Cielo Pajares, la otra mujer que la lio en las Campanadas

Los marbellíes tomaron las uvas más tarde que el resto de los españoles y culpan a Mari Cielo Pajares de la "chapuza" de las campanadas. Vanitatis ha hablado con ella

En Marbella se ha liado parda el día de las campanadas de fin año. Las redes sociales están que arden y culpan a la hija de Andrés Pajares, Mari Cielo, de ser la culpable del desaguisado de fin de año. La presentadora de televisión, junto a su amigo Manuel Romero, trabajador municipal, era la encargada por primera vez en la historia de Marbella de dar las campanadas en la Plaza de la Iglesia de la Encarnación. Pues bien, esa noche, al acercarse los cuartos a las 12, las campanas de la Iglesia no tocaron. Y si tocaron, no se oyeron. Y los marbellíes se tomaron las uvas cuando el resto de los españoles ya las había ingerido.

Mari Cielo Pajares explica a Vanitatis que no entiende por qué se ha armado tal jaleo: “Simplemente fue un fallo electrónico y un retraso mínimo y como las campanas no sonaron, nosotros intentamos hacer lo que pudimos con el 'Dúo Arenal', haciendo “ruiditos” lo más parecidos a las campanadas, para que los asistentes pudieran despedir el año en condiciones. Hicimos unos “ding, dong” muy apañados”. La intención era buena, pero la realidad es que no todos los asistentes que estaban allí se tomaron bien comerse las uvas a deshora y de esa manera.

Ahora unos le echan la culpa al párroco de la Iglesia de la Encarnación, otros al alcalde y otros a Mari Cielo. Esta explica a Vanitatis que ella fue con toda ilusión y “sin cobrar un duro” al evento. “Me puse mis mejores galas para dar la bienvenida a 2017, con un vestido que me regaló mi tía Pepi y una chaquetilla que me dio mi madre y allí estuvimos dando la cara en todo momento”, se defiende.

El cura dice que todo estaba controlado

Mari Cielo también nos puntualiza que no todo son críticas, que “otra gente también ha valorado nuestra improvisación”. El acompañante de Mari Cielo, Manuel Romero, precisa que "las campanadas no se escucharon, esa es la realidad. Si falló el programa o el volumen, no lo sabemos, pero la gente reaccionó muy bien, riéndose y colaborando en todo momento". El párroco de la Encarnación, José López, explica por su parte que las campanas, que se controlan mediante un ordenador, se programan para que repiquen a su hora cada Nochevieja. Se da el caso de que el “padre Pepe”, como todos le llaman en Marbella, no se encontraba allí. Pero asegura que justo “una semana antes el sistema fue revisado por un técnico e incluso se hizo una prueba”.

Mari Cielo no entra al trapo

Mari Cielo se encuentra en estos momentos de su vida atravesando un momento feliz y no quiere entrar en los comentarios despectivos de las redes sociales. “Cada uno es muy libre de opinar lo que quiera. No seré yo la que entre al trapo de lo que dice la gente”. Su último año está a caballo entre Marbella y Barcelona. “Ahora estoy grabando la serie 'Styx' . Ya tenemos el piloto con Santiago Segura y estamos encantados con el proyecto. Es verdad que se sabe poco de mí, pero es que hace tiempo que decidí retirarme de todo ese mundillo de dimes y diretes y me dedico a hacer mi trabajo y punto”. Sobre su padre, Andrés Pajares, solo tiene palabras de cariño: “Pasé la Nochebuena con él. Esta muy recuperado de la afección que tuvo en la espalda. Hay Andrés Pajares para rato”.

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En Marbella se ha liado parda el día de las campanadas de fin año. Las redes sociales están que arden y culpan a la hija de Andrés Pajares, Mari Cielo, de ser la culpable del desaguisado de fin de año. La presentadora de televisión, junto a su amigo Manuel Romero, trabajador municipal, era la encargada por primera vez en la historia de Marbella de dar las campanadas en la Plaza de la Iglesia de la Encarnación. Pues bien, esa noche, al acercarse los cuartos a las 12, las campanas de la Iglesia no tocaron. Y si tocaron, no se oyeron. Y los marbellíes se tomaron las uvas cuando el resto de los españoles ya las había ingerido.

Mari Cielo Pajares Cristina Pedroche
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