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Raquel Bernal y Escassi ya están divorciados: él se lleva un Rolex como escaso botín
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Raquel Bernal y Escassi ya están divorciados: él se lleva un Rolex como escaso botín

En este divorcio no hay para el jinete contraprestaciones económicas de ningún tipo. Confirman a este medio que "se va como llegó”

Foto: Álvaro Muñoz Escassi y Raquel Bernal en un fotomontaje realizado en Vanitatis.
Álvaro Muñoz Escassi y Raquel Bernal en un fotomontaje realizado en Vanitatis.

El 28 de diciembre de 2016, Raquel Bernal y Álvaro Muñoz Escassi se casaban en una ceremonia civil en la mansión que la empresaria venezolana tiene en Cap Cana, uno de las urbanizaciones más elitistas y con mayor seguridad de Punta Cana, en la República Dominicana. Seis meses y un día después de esa promesa de vida en común, Raquel y Álvaro han firmado este 29 de junio su divorcio de mutuo acuerdo, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.

Foto: Muñoz Escassi en una imagen de archivo. (Gtres)

De esta manera, ambos dan por finalizada su convivencia, vuelven a su estado civil de solteros y a iniciar una nueva vida. En el caso de Raquel, centrada en sus empresas y apoyada por su círculo de incondicionales. Para Álvaro es más complicado retomar su mundo laboral y no el social. Ha regresado a su circuito habitual de socializarse con cualquier chica mona que le presenten.

En este divorcio no hay para el jinete contraprestaciones económicas de ningún tipo. Confirman a este medio que "se va como llegó, salvo un Rolex de oro y unos gemelos. No hay nada que repartir ni mejora patrimonial y así se lo hicieron saber los abogados de Raquel".

Portada de la boda de '¡Hola!'.Los problemas iniciales

En un primer momento, sí hubo reivindicaciones. Fue en mayo, al comunicarle la empresaria su decisión de separarse -noticia que Vanitatis publicó en primicia- cuando Escassi quiso negociar una serie de beneficios económicos. La razón que daba era que había abandonado su carrera profesional por ella. Una petición un tanto desafortunada porque la realidad era otra. Los seis meses de matrimonio, más uno de noviazgo, el jinete disfrutó de un nivel de vida impensable en su etapa anterior. Tuvo su tarjeta Visa Centurión, vuelos en business, chófer y regalos espléndidos por parte de Raquel, como un Lamborghini.

Fue necesario que el equipo de abogados de Bernal le convencieran de que no había lugar para sus pretensiones. Le pusieron sobre la mesa el contrato prenupcial con sus capitulaciones correspondientes firmado y aceptado por ambos. Un acuerdo blindado para Raquel Bernal que no daba opción a ninguna petición salvo las que ella quisiera brindarle. A pesar de lo que se ha dicho de que los caballos eran un regalo y estaban puestos a su nombre, no era cierto. La empresaria era dueña al cien por cien de la caballería. De hecho, tiene varios que compiten en los mejores circuitos de Europa (Alemania, Francia...) y en los países árabes como Emiratos y Dubái.

"Una de las cosas por las que se conocieron y congeniaron desde el primer momento fue precisamente por su pasión por los caballos. Raquel es una experta y tiene representación importante en el sector de la hípica. Tampoco es cierto que los quisiera vender y que Álvaro fuera el intermediario. Los contactos que tiene la empresaria son cien veces mejores que los suyos", explican a Vanitatis.

“Muy desleal”

En realidad, y según confirman amistades de Escassi, "podía haber vivido muy bien sin necesidad de poner a prueba a su mujer con sus tonterías de adolescente. Ha sido muy desleal y su manera de comportarse es indefendible. Álvaro fue el que realmente estaba interesado en casarse y se lo pidió en varias ocasiones hasta que Raquel dijo sí".

Una boda sorpresa el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, que solo conocían los familiares más directos de Raquel y que por supuesto le aconsejaron que no lo hiciera. Al resto de invitados y amigos llegados de España la pareja los convocó con la excusa de celebrar juntos parte de las Navidades. Todos los gastos de viaje en business y estancia en el paradisiaco lugar corrieron a cargo de la cuenta corriente de la futura esposa de Escassi, que este 29 de junio ha dejado de serlo.

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El 28 de diciembre de 2016, Raquel Bernal y Álvaro Muñoz Escassi se casaban en una ceremonia civil en la mansión que la empresaria venezolana tiene en Cap Cana, uno de las urbanizaciones más elitistas y con mayor seguridad de Punta Cana, en la República Dominicana. Seis meses y un día después de esa promesa de vida en común, Raquel y Álvaro han firmado este 29 de junio su divorcio de mutuo acuerdo, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.

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