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5 vestidos de invitada de boda de firmas españolas que tienes que conocer
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5 vestidos de invitada de boda de firmas españolas que tienes que conocer

Si quieres arrasar como invitada, no coincidir con el mismo look en la boda y eres fan de la moda española, ficha los modelos de fiesta que te proponemos

Foto: Un vestido de invitada de Lady Pipa. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Lady Pipa. (Cortesía)

La simple idea de poner un pie en una boda y coincidir con otra invitada llevando el mismo vestido nos provoca escalofríos, tal y como recordarás hace poco le sucedió a la reina Letizia en un acto público llevando un vestido bicolor de Mango. ¿El motivo? Después de tanto tiempo pensando y buscando el atuendo perfecto para dejar huella y arrasar, queremos ser las únicas que lo luzcan. Seguro que en algún momento has experimentado esa sensación y sabes de lo que te hablamos. Recurrir a la confección a medida, aunque es una táctica infalible, suele incrementar el coste final del look, y aunque las propuestas de las firmas asequibles nos maravillen, tampoco es solución.

Es en este punto cuando las marcas españolas, más allá de Zara, Mango y Massimo Dutti, entran en juego para deleitarnos con sus propuestas para invitadas de boda este 2022. No son tan populares como las anteriormente nombradas, pero si figuran como esenciales en los armarios de celebs patrias como Tamara Falcó, Nieves Álvarez o María Fernández-Rubíes, expertas en eso de clavar lookazos de fiesta. Con precios razonables, te invitamos a descubrir cómo son los cinco vestidos de estas firmas 'made in Spain' y acto seguido, invertir en un tu preferido.

placeholder Un vestido de invitada de Lady Pipa. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Lady Pipa. (Cortesía)

Sara González es la persona y fundadora detrás de la marca de éxito en redes sociales Lady Pipa. Sus vestidos cotizan al alza entre las influencers por cinco razones: patrones favorecedores, colores de tendencia, amplia oferta de tallas, confección en España y atemporalidad.

De su nueva colección de primavera-verano, nos quedamos con Tomasa, que así se llama este modelo midi en azul cielo. ¿Sus señas? Asimétrico con una única manga abullonada, cuello subido, cuerpo drapeado, corte en la cintura, falda recta y abertura lateral. Disponible de la XXS a la XXL, cuesta 170 euros y puedes comprarlo online.

placeholder Un vestido de invitada de Alenia Brand. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Alenia Brand. (Cortesía)

Sin embargo, si tu personalidad de estilo es atrevida, este vestido de Alenia Brand encajará perfectamente en tu colección de invitada. De alto riesgo tanto por su diseño como por su estampado, lo que si podemos advertirte es que si te decantas por él y decides llevarlo, no vas a pasar desapercibida.

Por delante, un pronunciado escote en pico, y por detrás, la espalda completamente al descubierto. Corte justo debajo del pecho del que nace una falda de silueta 'A' larga hasta rozar el suelo. Todo en un tejido con print multicolor degradé que provocará que brilles con luz propia en cuanto aterrices en la fiesta. ¿Su precio? 300 euros.

placeholder Un vestido de invitada de Sophie and Lucie. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Sophie and Lucie. (Cortesía)

Sophie and Lucie, la marca creada por el tándem de hermanas, Sofía y Lucía Fernández Roca, se dieron a conocer gracias a sus trajes de chaqueta para invitadas y aunque siguen figurando entre los 'bestsellers' de la firma, los vestidos de su última línea están acaparando la atención de las denominadas invitadas perfectas.

Como inversión a corto, medio y largo plazo, apuntamos al versátil y camaleónico Roma. Se trata de un diseño tipo túnica y precisamente esa pieza se puede conjugar de diferentes maneras: suelta, retirada y luciendo escote, o anudada en la cintura. Depende del estilo y la imagen que desees representar, este vestido de punto de crochet en dos tonos de verde a la venta por 270 euros, se adaptará a tus antojos sin problemas.

placeholder Un vestido de invitada de Redondo Brand. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Redondo Brand. (Cortesía)

Si Eugenia Martínez de Irujo, Aitana Sánchez-Gijón, Blanca Portillo, Carmen Machi o Vega Royo Villanova (entre otras), han confiado en el buen hacer de Jorge Redondo, por qué no lo íbamos a hacer nosotras. Comenzó su carrera con las influencers como aliadas y hoy, Redondo Brand es un referente en las alfombras rojas españolas y sus trajes también desfilan habitualmente por las bodas.

Gilda destaca por su combinación de colores, por un lado, satén de color verde manzana y por otro, detalle de flecos de plumas de avestruz en color berenjena. Su corte en la cintura y el fruncido que recorre la parte delantera consiguen una silueta de lo más favorecedora. Una apuesta ganadora en largo por 220 euros.

placeholder Un vestido de invitada de Matelier. (Cortesía)
Un vestido de invitada de Matelier. (Cortesía)

Andrea Mateache es conocida en el mundillo por ser la diseñadora preferida de Belén Corsini, la mujer de Carlos Fitz-James Stuart. Compañeras de colegio, no fue hasta el lanzamiento de su marca Matelier cuando sus caminos volvieron a cruzarse. Su modo de trabajo se basa en dos pilares, vestidos a medida y una selección 'ready to wear', que, en cualquier caso, asegura la exclusividad, pues solo realiza cinco o seis piezas por tejido y no los repone cuando se agotan.

Confeccionado en gasa y estampado con un print retro en tonos teja, granate y lila, Saona es suelto de arriba a abajo, tiene el escote halter con cuello alto fruncido y volantes en el bajo de la falda. Recuerda su precio, cuesta 285 euros.

La simple idea de poner un pie en una boda y coincidir con otra invitada llevando el mismo vestido nos provoca escalofríos, tal y como recordarás hace poco le sucedió a la reina Letizia en un acto público llevando un vestido bicolor de Mango. ¿El motivo? Después de tanto tiempo pensando y buscando el atuendo perfecto para dejar huella y arrasar, queremos ser las únicas que lo luzcan. Seguro que en algún momento has experimentado esa sensación y sabes de lo que te hablamos. Recurrir a la confección a medida, aunque es una táctica infalible, suele incrementar el coste final del look, y aunque las propuestas de las firmas asequibles nos maravillen, tampoco es solución.

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