Arantxa del Sol nos abre el álbum de su boda: "Me casé rodeada del cariño de los cordobeses"

La presentadora Arantxa del Sol y el torero Juan Serrano, Finito de Córdoba, se conocieron en un partido de fútbol benéfico en el campo del Rayo Vallecano, pero no volvieron a coincidir hasta cinco años después, en una edición especial de Navidad del programa 'Furor' de Antena 3.

Tras dos años de noviazgo, decidieron casarse. La pedida de mano tuvo lugar en México. A Arantxa, de origen asturiano, le hacía ilusión casarse en Covadonga, "donde se casaron mis padres, pero entendí que pedir a gran parte de nuestros 700 invitados que se desplazaran hasta allí iba a resultar muy complicado, de modo que elegimos Córdoba, la ciudad natal de Juan, y todo resultó maravilloso".

La ceremonia religiosa, oficiada por el sacerdote Miguel Castillejo, se celebró en la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas de Córdoba, enclavada en el barrio más taurino de la ciudad y con gran carga sentimental para Finito. Como decoración floral eligieron liliums blancos.

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La sorpresa llegó cuando, a la entrada de la iglesia, apareció el grupo de gaiteros La Tayuela de Mecer y emocionó con sus acordes asturianos a todos los invitados. "La idea de que estuvieran allí fue mía y todavía lo recuerdo como uno de los momentos más emocionantes de aquel día", apunta Arantxa.

Aquel 20 de octubre de 2001, la fecha elegida por la pareja para darse el 'sí, quiero', Juan llegó puntual, a la taurina hora de las cinco de la tarde, algo nervioso y vestido de chaqué a su cita en el altar. El coche que llevaba a Arantxa a la iglesia tuvo que ralentizar el paso debido al público que la acompañó durante todo el trayecto y llegó un poco más tarde. "Esperaré el tiempo que haga falta", dijo el diestro entonces.

Finalmente, y casi una hora más tarde de lo previsto, la novia llegó del brazo de su padre, Juan Luis Maciñeiras, en un Rolls-Royce del que bajó luciendo el espectacular vestido que Lorenzo Caprile había diseñado para ella. En ese momento, la lluvia, que había caído intermitente sobre Córdoba durante toda la mañana, cesó y milagrosamente salió el sol.

Desde horas antes de que se celebrara la boda, miles de cordobeses se agolparon en la puerta del templo, las calles y los balcones, muchos de ellos, engalanados con mantones, todo para vitorear el paso de los novios y los invitados.

"Tras salir de la iglesia, y para agradecer las muestras de cariño de la gente, nos trasladamos en un coche de caballos descubierto a la iglesia conventual de San Jacinto en la que, acompañados de fondo por los cantos del coro rociero de la Hermandad de la Paz y la Esperanza, realizamos la ofrenda de mi ramo de novia y un capote de paseo bordado a la Virgen de los Dolores, hermandad a la que pertenece Juan".

Junto a sus 600 invitados, entre los que se encontraban figuras del mundo del toro como El Juli, Óscar Higares, El Califa, El Litri, Enrique Ponce, acompañado de Paloma Cuevas, Víctor Puerto y Morante de la Puebla, los novios celebraron una cena en otro espacio monumental de Córdoba, el palacio de Viana, una magnífica construcción del siglo XIV.

"Por supuesto, nos recibieron escanciando sidra y en el menú no faltaron los platos típicos de la gastronomía asturiana y cordobesa. Las mesas, decoradas en blanco y beige, se adornaron con centros de rosas, hiedra y velas y, tras el vals de Strauss con el que los novios abrieron la pista, siguió una animadísima fiesta flamenca".

De los stilettos a unas deportivas para bailar

"Lo tenía clarísimo. Quería casarme con un vestido de línea sirena realizado en raso blanco, nada de tonos crudos o marfil, de seda natural con godés, hombros descubiertos, manga larga y una cola de cuatro metros de largo cortada al bies recogida en un polisón. Así se lo expliqué a Lorenzo Caprile, que captó mi idea desde el primer momento", dice Arantxa del Sol.

El velo iba bordado con un estampado de flores en organza y decorado con hilos de seda y cristales de Swarovski. "Como toda novia, llevé algo nuevo, mi vestido, algo prestado, los pendientes con brillantes en forma de lágrima, que me dejó Cristina Yanes, y algo viejo, un pañuelo antiguo, regalo de un amigo. Como peinado, opté por un semirrecogido con ondas naturales, obra de Gloria Delgado".

Un ramo multicolor y unos estilosos zapatos forrados de raso blanco y bordados a juego con el velo, un diseño de Pura López, completaron el look, aunque "tras la cena los cambié por unas comodísimas deportivas bordadas 'de novia' con las que bailé feliz hasta la madrugada".

Arantxa del Sol y Finito de Córdoba, con dos hijos en común, acaban de celebrar sus 21 años de casados y siguen tan enamorados como entonces. Así lo reconoció la presentadora cuando, junto a una foto de su boda, hace poco mostró sus sentimientos en un post que subió a las redes sociales: "Feliz aniversario amor. Otros 21 bailando, riendo, peleando, amándonos, enfadándonos, reconciliándonos, cantando, jugando, en tus brazos, en los míos, mirándonos y disfrutando en lo bueno y en lo no tan bueno. Mi cómplice… mi amor". Olé.