De novia clásica a moderna en dos vestidos: los looks nupciales de Cristina, al detalle

Toda novia puede vestirse como desee el día de su boda, la clave para acertar siempre es ser fiel a su personalidad de estilo. Minimalista, romántica, bohemia, fashionista, vintage o cualquier otra estética que, sin disfrazarse, la ayude a presumir de su mejor versión. ¿Qué pasaría si una mujer fuese tan clásica como moderna? ¿Imposible de llevar a la práctica en un enlace? No para Cristina, la última novia viral que recorre las redes sociales.

La primera vez que me topé con sus imágenes en el perfil de Instagram de Robert Marcillas, el fotógrafo de su enlace, Cris me enamoró por la elegancia atemporal que desprende su primer vestido de novia. Al tiempo que ojeaba el resto de instantáneas llegó la sorpresa: su segundo look nupcial. Completamente opuesto al traje que llevó para la ceremonia, merece la pena descubrir el armario de esta novia.

Miguel y Cristina se casaron el 29 de octubre 2022 en Mas Vidrier, una masía señorial del siglo XVII ubicada a solo 15 minutos de Barcelona; para ser más exactos, en el municipio de Torrelles de Llobregat. Un lugar rodeado de naturaleza, testigo de la ceremonia y la celebración posterior.

Él, portugués, y ella, española, se conocieron en Róterdam (Holanda) como empleados del departamento de marketing de la misma empresa. Organizaron su boda internacional desde Londres, la ciudad a la que se fueron a vivir tres años después de comenzar su relación y donde residen y trabajan actualmente. "Después de 5 años, dos ciudades y muchas aventuras juntos, decidimos llevar nuestra relación al siguiente nivel y casarnos", relata la novia. "Las navidades del 2021, sin duda, fueron las más especiales. Viajamos hasta Costa Rica para celebrar el fin de año y allí, la tarde del 31 de diciembre, en una playa de Puerto Viejo de Talamanca, nos comprometimos. Cuando llegamos a Londres, nos pusimos en marcha para preparar nuestra boda".

Cristina confiesa que "no teníamos muchas cosas claras sobre el enlace más allá de la fecha, el 29 de octubre de 2022, pero yo sí que sabía cómo quería que fuese mi vestido para el gran día". Tanto el diseño como la firma nupcial que lo convertiría en realidad. Resulta que Jesús Peiró, dueño de la marca de novias que lleva su nombre, es el padrastro de la novia. "Escogí a Jesús Peiró, no lo dudé ni un segundo. Aparte de vestir a varias generaciones de mi familia, tengo una relación muy especial con el equipo y sé, de primera mano, el cariño que le ponen a cada uno de sus vestidos, todos confeccionados en España", explica Cris.

Una vez el compromiso matrimonial de Miguel y Cristina se hizo oficial y la fecha del enlace estaba fijada, "me reuní con la diseñadora de Jesús Peiró, Merche Segarra, y su equipo para empezar este viaje". Una modista que lleva al frente de la casa nupcial desde hace veinte años. Experiencia tiene de sobra.

Con las dos ideas principales de Cristina como base del trabajo de diseño, corte y confección en el taller, "escote barco para el primer vestido y una falda de tul como protagonista del segundo look", Segarra transformó en realidad sus dos atuendos de novia. Uno clásico para la ceremonia y otro moderno para la fiesta. Dos personalidades de estilo en una única novia.

Confeccionado en un tejido de crepé elástico de color blanco, del primer vestido de la experta en marketing precisamente destacó el escote barco que rodeaba sus brazos y que, manteniendo a raya el dress code, le otorgó una imagen cargada de sensualidad. Por su parte, la falda (con varias capas) y la cola se realizaron en seda natural. Más detalles: mangas semitransparente abullonadas, puños engomados y corte en la cintura. ¿La pieza estrella? El choker. Diseño también de Jesús Peiró, esta joya con pedrería y cristales le otorgó un aire cool y actual al traje tradicional de Cristina.

En una explanada al aire libre dentro de los dominios de Mas Vidrier y rodeados de árboles, la pareja se dio el 'sí, quiero'. La novia llegó del brazo de su abuelo Luis y descubrió su primer vestido junto a un ramo silvestre en tonos granates y verdes. Para este primer atuendo, recogió su melena en una coleta baja con ondas naturales, un peinado (al igual que el maquillaje) obra de Olga Cordon, de Make Up Cordon.

Convertidos ya en marido y mujer, arrancó el convite y la gran fiesta de sus vidas. Turno para desvelar el segundo vestido de novia de Cristina. Rompedor y diametralmente opuesto al primero, dejó a Miguel y al resto de invitados con la boca abierta. No es para menos.

"El segundo outfit era un dos prendas: top bordado con pedrería en color lima con lazos en los hombros, una minifalda de tul con mucho volumen, el pelo suelto y, como broche, una diadema de brillantes también de color lima", explica la protagonista.

Un cambio de estilo radical que permitió a la novia bailar y moverse con soltura el resto de la noche. Echando la mirada atrás, nos confiesa que "no pude estar más feliz con los dos vestidos, además de lo cómoda que me sentí con ellos".