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Las mejores claves para una boda de verano están en Instagram
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Colores y naturaleza

Las mejores claves para una boda de verano están en Instagram

Cada época del año tiene algunas características que la convierten en perfecta para una boda, el verano no es una excepción y nos regala enlaces llenos de color

Foto: Descubre las claves de una boda de verano. (Unsplash/Devon Divine)
Descubre las claves de una boda de verano. (Unsplash/Devon Divine)

Se acerca el verano y con él esos enlaces tan especiales, personales y cargados de magia que se organizan en esas fechas. Son especiales, diferentes y tienen ciertas características propias que hacen que los novios dejen de lado los contras y dejen que los pros de tener una boda de estío ganen. Celebraciones en las que es menos probable que acabe lloviendo, que los invitados necesiten tener a mano una chaqueta y que nos permiten disfrutar de los espacios al aire libre.

Los amantes de los paisajes nevados, de los abrigos y las bebidas calientes seguro que no pueden resistirse a una boda de invierno, las flores son las grandes protagonistas en las de primavera y una vez que llega el otoño, los colores rojos, naranjas y amarillos comienzan a llenar salones y salas de fiesta. ¿Qué hace que una boda de verano sea única? Detalles que podemos incluir en nuestra ceremonia, colores que no pueden faltar en la decoración y, sobre todo algunos imprescindibles de los que disfrutaremos como nunca en los meses de verano.

Esta es la mejor época del año para celebrar una boda al aire libre. En función del lugar en el que tenga lugar la ceremonia, lo más probable es que consigamos esquivar la lluvia y, sobre todo que podamos disfrutar de unas agradables temperaturas, sobre todo si la celebración tiene lugar al caer la tarde. Esto nos permite hacer que la naturaleza tenga un protagonismo destacado, escogiendo un lugar con vistas al mar, por ejemplo, o que nos permita estar en la naturaleza.

El único inconveniente de que la boda comience al caer la tarde es que deja menos tiempo de celebración para disfrutar con los invitados, por eso no es raro escoger opciones que nos permitan disfrutar de estos eventos al aire libre sin que el calor sea excesivo. Una opción frecuente es recurrir a locales y espacios que tengan un sitio cerrado y acondicionado para la cena y el baile, pero también opciones al aire libre para poder sentirnos a gusto, como jardines o terrazas. De esta forma podemos tenerlo todo y no será necesario escoger entre una boda al aire libre o una bajo techo.

Tener ventiladores y otras soluciones de este tipo es cada vez más frecuente, como lo es también acondicionar la zona de exterior para poder disfrutar de una refrescante sombra. Colocar algunas sombrillas en la zona donde se celebrará la cena, escoger un lugar en el que haya árboles o plantas que proporcionen algo de sombra y refresquen el ambiente o seleccionar una terraza en la que podamos poner elegantes toldos son también otras de las opciones más frecuentes. Estos además harán un poco más sencilla la tarea de iluminar la zona, pues nos ofrecen soporte para velas, bombillas o lámparas.

Las bodas de verano pueden distinguirse por los colores que escogemos para decorarlas, pues convierten el blanco es una opción ideal. Todas las épocas son buenas para este color, perfecto, elegante y romántico siempre, sin embargo, en los meses más calurosos del año, conseguiremos una sensación refrescante única. Además, nos permite añadir algunos colores extra, que son muy habituales en las paletas de las bodas veraniegas, como los azules, turquesas y aguamarina, con lo que se consigue un contraste muy fresco y revitalizante. Los corales, los rosas, los rojos o los cítricos son una excelente idea también.

Podemos usar los cítricos por sus agradables colores, pero se puede ir un paso más y aprovechar su sabor para incluirlo en la comida, porque esta es también clave en las bodas de verano. En general, en esta época del año, apetecen alimentos frescos y ligeros y por eso conviene adaptar el menú que seleccionamos. Cremas frías, pequeños bocados o platos que no lleven salsas densas se convierten en esenciales a la hora de diseñar el menú, pero también la tarta nupcial. Podremos escoger diseños de tendencia o sabores de siempre que nos recuerden a esas largas tardes de verano de nuestra infancia.

Es importante que los invitados coman bien, disfruten de la velada y se lo pasen en grande, pero también que se sientan cómodos. Por eso no es raro que en este tipo de eventos, se opte por regalar abanicos que puedan usar para evitar el calor en las horas punta, pero sobre todo que puedan tener siempre a mano bebidas que les ayuden a refrescarse y permanecer hidratados, como agua, zumos o limonada. Este tipo de refrigerios siempre son de agradecer, pues hacen que el calor sea más llevadero y podremos colocarlas con estilo y utilizarlas para embellecer la zona.

Vestidos ligeros, trajes elaborados con materiales transpirables, recogidos de fantasía y un escenario mágico para celebrar con las personas más queridas el que será uno de los días más relevantes en la vida de los novios. Una boda de verano permite disfrutar de los espacios al aire libre, sin temer a la lluvia o al mal tiempo y dejando que la naturaleza nos ayude a adornar un lugar que seguro que ya es bello de por sí. Un día mágico que parece nunca tener fin gracias a esas tardes infinitas y esas noches especiales, tan típicas del estío.

Se acerca el verano y con él esos enlaces tan especiales, personales y cargados de magia que se organizan en esas fechas. Son especiales, diferentes y tienen ciertas características propias que hacen que los novios dejen de lado los contras y dejen que los pros de tener una boda de estío ganen. Celebraciones en las que es menos probable que acabe lloviendo, que los invitados necesiten tener a mano una chaqueta y que nos permiten disfrutar de los espacios al aire libre.

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