Es noticia
Menú
Tita Cervera nos abre sus álbumes de boda: con Lex Barker y con el barón Thyssen
  1. Novias
WEDDING REMEMBER

Tita Cervera nos abre sus álbumes de boda: con Lex Barker y con el barón Thyssen

20 años separan las dos bodas de Tita. Una en Ginebra, con un actor de Hollywood, y otra en Inglaterra, con un barón millonario. Ha sido una de las mujeres más deseadas y sus enlaces, grandes acontecimientos

Foto: La boda de Tita Cervera con Lex Barker. (Getty)
La boda de Tita Cervera con Lex Barker. (Getty)

"Yo fui la quinta esposa de Lex Barker y también la quinta esposa del barón Thyssen. El cinco me trae buena suerte", me cuenta Tita Thyssen por teléfono. La baronesa ha accedido a compartir con Vanitatis las fotos de sus dos bodas.

La primera se celebró en Ginebra el 6 de marzo de 1965. "Era un día fresco, pero soleado. Lo celebramos por lo civil y por la iglesia, y luego dimos un banquete en casa de Lex, que tenía unas vistas magníficas al lago Leman. Vinieron mis padres y mi hermano y por parte de Lex no faltaron sus tres hijos: Xan (Alexander), Christopher y Lynn. Su amigo Paul Ventola ejerció de padrino. No éramos muchos, unas 25 personas. Yo llevaba un vestido precioso de Pedro Rodríguez, por entonces uno de los mejores diseñadores de España, amigo de Cristóbal Balenciaga. Aún guardo los muñequitos que adornaron la tarta nupcial".

Tita y Lex Barker se casaron en Ginebra en 1965

placeholder Tita y Lex Barker se casaron en Ginebra en 1965. Hacía frío, pero estaba soleado. (Cortesía)
Tita y Lex Barker se casaron en Ginebra en 1965. Hacía frío, pero estaba soleado. (Cortesía)

La pareja se había conocido dos años antes en un avión cuando ella, animada por su madre, se atrevió a pedirle un autógrafo. Lex Barker era un hombre apuesto, con un físico imponente (medía 1,93 cm) y que había triunfado en el cine gracias a sus papeles como Tarzán. Pertenecía a una familia de clase alta con importantes personalidades políticas y aristocráticas. Estudió Arquitectura en la Universidad de Princeton y, en contra de los deseos de sus padres, decidió ser actor. La Segunda Guerra Mundial interrumpió momentáneamente su carrera. Tras alistarse, combatió en el norte de África y Sicilia, y llegó al grado de Mayor.

Por su parte, Tita Cervera era una joven belleza de 22 años que acaba de ganar el concurso de Miss España. Entonces Lex vivía entre Ginebra, Roma y Los Ángeles. "Roma le encantaba y allí trabajaba mucho. Rodó 'La dolce vita', de Fellini, donde sale en una mítica escena en la que da la famosa bofetada a Anita Ekberg", continúa Tita recordando aquellos años.

placeholder Tita era muy joven, tenía 22 años. Para Lex Barker era su quinto matrimonio. (Cortesía)
Tita era muy joven, tenía 22 años. Para Lex Barker era su quinto matrimonio. (Cortesía)

Tras la boda, viajaron primero a España, ya que Barker tenía que rodar una película en Barcelona, y luego tomaron un avión rumbo a California, donde el actor poseía una mansión en Beverly Hills. "De ahí volamos a Hawái, donde estuvimos una semana de luna de miel. Es un lugar paradisíaco; fue muy romántico". De vuelta en Los Ángeles, la vida del matrimonio discurría de velada en velada. "Aquella época era muy especial. Teníamos muchos amigos. Rock Hudson, Frank Sinatra, Cary Grant, Robert Mitchum… Íbamos a sus casas o venían a la nuestra", continúa Tita recordando a las estrellas de la época dorada de Hollywood. "Por las mañanas, me gustaba jugar al tenis con mis amigas en el Club Bell Air. Lex también jugaba, y mucho mejor que yo".

placeholder Tita lució un vestido de Pedro Rodríguez, por entonces uno de los mejores diseñadores de España, amigo de Cristóbal Balenciaga. (Cortesía)
Tita lució un vestido de Pedro Rodríguez, por entonces uno de los mejores diseñadores de España, amigo de Cristóbal Balenciaga. (Cortesía)

El matrimonio pasaba parte del verano en Más Mañanas, la impresionante propiedad con vistas al Mediterráneo que Tita aún posee en Sant Feliu de Guíxols. Ubicada en plena Costa Brava, es una casa que los dos diseñaron sobre un terreno que le había ofrecido el padre de Tita como regalo de bodas. "Tardamos un año y medio en construir la casa", rememora la baronesa. Sus rutinas allí no diferían mucho de las que realizaban en sus otras propiedades: "Nadábamos en el mar, jugábamos al tenis… A Lex le encantaba ir al mercado a comprar pescado. Había una señora que le hacía mucha gracia. Tenía varias barcazas y su producto era muy fresco. Lex hablaba poco español, pero con ella se entendía perfectamente".

La pareja estuvo diez años casada; Lex falleció repentinamente de un ataque al corazón en Nueva York a los 53 años.

Flechazo en alta mar

placeholder La pareja, con sus tres padrinos de boda: la duquesa de Marlborough, el duque de Badajoz y Henry Ford. (Cortesía)
La pareja, con sus tres padrinos de boda: la duquesa de Marlborough, el duque de Badajoz y Henry Ford. (Cortesía)

Ocho años más tarde, Tita conoció al barón Thyssen en Cerdeña. Su gran amor. Él tenía 60 años y había pasado por cuatro matrimonios; ella tenía 20 años menos y era viuda de Lex Barker, pero su historia de amor acabó siendo definitiva para ambos. "Unos amigos me invitaron a su barco en Cerdeña. Yo no quería ir, pero mi madre insistió. Estuve dos o tres días, pero decidí volver a Sant Feliu. Llegué incluso al aeropuerto, pero ya no había billetes, así que regresé al barco de mis amigos. Esa noche había una fiesta y allí lo conocí. Fue un flechazo absoluto".

placeholder Heini, con Tita y su hijo Borja, que entonces tenía seis años. (Cortesía)
Heini, con Tita y su hijo Borja, que entonces tenía seis años. (Cortesía)

La pareja se casó en 1985, cuando por fin, tras un divorcio interminable de la brasileña Denise Shorto, Heini recibió la esperada llamada de su abogado. "Era un 14 de agosto y estábamos en la Costa Brava. Heini dijo: 'Nos casamos pasado mañana'. Y así fue. El 16 de agosto organizamos la boda en el castillo de Daylesford, propiedad del barón en el condado de Gloucestershire, al sur de Inglaterra. Yo pensé: '¡A ninguno de nuestros amigos les va a dar tiempo a llegar!'. Pero vinieron Henry Ford y su mujer, los duques de Marlborough, dueños del palacio de Blenheim, una propiedad preciosa y muy importante al lado de la nuestra, y Anne Getty. Tampoco faltaron mis grandes amigos, la infanta doña Pilar y su marido Luis Gómez-Acebo, que se convirtió en mi padrino".

Para la ocasión, Tita lució un elegante traje de chaqueta blanco diseñado por la condesa Jacqueline de Ribes, una de las mujeres más sofisticadas y mejor relacionadas de París.

placeholder El castillo de Daylesford, en el condado de Gloucestershire, al sur de Inglaterra, era una de las propiedades del barón. Parte de su colección de arte decoraba sus muros. (Cortesía)
El castillo de Daylesford, en el condado de Gloucestershire, al sur de Inglaterra, era una de las propiedades del barón. Parte de su colección de arte decoraba sus muros. (Cortesía)

Aquella boda se había celebrado demasiado rápido y la fiesta verdadera estaba aún por llegar. Y llegó ese mismo mes de septiembre. "Celebramos un baile con todos los amigos que no habían podido venir a la boda. Había unas 200 personas y la celebramos en el mismo castillo. Hubo cóctel, cena de gala y orquesta en directo. Fue una fiesta muy bonita. De madrugada ofrecimos chocolate con pastelillos para los que se quedaron hasta más tarde".

En la fiesta, cuenta Tita, había gente muy interesante: Carmen Martínez-Bordiú y su marido de entonces, el anticuario Jean Marie Rossi; el padre de Lady Di, John Spencer; el dueño de Heineken; el pintor Lucian Freud; el embajador americano en Inglaterra; y el barón Claus von Bulow, un aristócrata sospechoso de intentar asesinar a su esposa, una millonaria estadounidense, y que tenía a todo el mundo fascinado. "Era amigo de Lorne, uno de los hijos de Heini", explica Tita.

placeholder En la fiesta, Tita lució un vestido de alta costura de Balmain. (Cortesía)
En la fiesta, Tita lució un vestido de alta costura de Balmain. (Cortesía)

Para la ocasión, Tita eligió un vestido rosa y blanco de la colección de alta costura de Balmain. De su cuello colgaba el famoso diamante La Estrella de la Paz, una pieza de 179 quilates del tamaño de una mandarina que el barón compró para ella al joyero suizo Fred Horowitz. Fue precisamente en una de sus fiestas, durante aquellas vacaciones en Cerdeña, cuando Tita y Heini se conocieron. Y fueron felices y comieron perdices.

"Yo fui la quinta esposa de Lex Barker y también la quinta esposa del barón Thyssen. El cinco me trae buena suerte", me cuenta Tita Thyssen por teléfono. La baronesa ha accedido a compartir con Vanitatis las fotos de sus dos bodas.

Bodas
El redactor recomienda