Cris, la novia con velo estelar, mitones de tul y vestido de seda
Confeccionado e ideado por la diseñadora Laura Viera, Cris lució en su boda un look de novia diferente inspirado en Kate Moss y repleto de detalles especiales
Cuando me topé con las imágenes de Cris ojeando tendencias y novias por las redes sociales, intuía que tras su look nupcial se escondía una historia apasionante y ella, la protagonista, no tardó en confirmar mis sospechas. "Al principio no estaba segura de querer un diseño a medida, no encontraba nada con lo que me sintiera identificada, hasta que unos meses antes de la boda me apareció en Instagram uno de los diseños de Laura Viera. Fui a verla y conectamos al instante", confiesa Cris.
Alan y Cris se casaron el pasado 5 de noviembre en Madrid, y si su atuendo fue especial, su enlace no podía ser menos. Invitados de diferentes partes del mundo, una ceremonia ecuménica, un hotel emblemático, menú de lujo y hasta una escapada exprés para dos.
"Alan es de Nueva Jersey y yo de Madrid. Nos conocimos por Tinder hace cuatro años cuando vivíamos en Barcelona. Quedamos a tomar algo y de la nada, surgió todo", cuenta la novia. Auditor, él, y directora de marketing, ella, desde que se comprometieron, tenían claro que querían montar una boda íntima y especial en la que novios, familiares y amigos vivieran un día inolvidable. "Nuestro deseo era que cada uno de los allí presentes pudiéramos encontrar el espacio para disfrutar a nuestra manera, sin presiones, y que las cosas surgieran espontáneamente".
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"Lo primero que buscamos fue la localización. Como muchos de nuestros invitados no viven en España, queríamos evitar desplazamientos extras. Eso nos llevó a elegir el centro de Madrid y concretamente el Hotel Orfila como escenario", detalla Cris. Allí, en el patio central del hotel ubicado en el madrileño barrio de Chamberí, tuvo lugar la ceremonia ecuménica que unió las dos religiones, Alan, judío, y Cris, católica. "Como recuerdo, me quedo con la vista de 360º que teníamos Alan y yo de todos nuestros invitados durante la ceremonia".
Turno para adentrarnos en el original look de novia que llevó la directora de marketing. "En las primeras reuniones con Laura, me dediqué a contarle las cosas que me gustan: el color champán, la seda y las transparencias. Como novia referente, el rollazo de Kate Moss. Y para el velo, la idea de reflejar el tarot y la magia. Laura, que es una artista, supo interpretar ese batiburrillo de conceptos a la perfección y darle forma".
El vestido de novia que Laura Viera creo y confeccionó para Cris resultó ser tan sencillo como elegante. Presentaba dos capas, una superior de tul semitransparente con el cuello alto fruncido, y otra debajo de seda, todo en un tono nude, el preferido de la novia. El traje, de líneas rectas y patrón depurado, dejó que los accesorios fueran los protagonistas de la estampa. Mitones de tul, zapatos de piel con tacón sensato de Forte_Forte y un ramo silvestre en colores empolvados de Francis López Yanes, dueño de The Flower Room.
Sin duda, el velo merece una mención especial. "En una de las pruebas, Laura y yo veíamos que al vestido le faltaba algo, y fue cuando surgió la idea del velo. Aunque no tenía claro si quería lucirlo o no, le comenté que si llevaba velo sería recogido al estilo victoriano, como Kate Moss en su boda de 2011, y que fuera un diseño original, a ser posible con estrellas y lunas".
"Laura y su equipo se pusieron a investigar y a las semanas me enviaron fotos de un tejido espectacular con estrellas y lunas que se había utilizado en una colección de Alexander McQueen. El tejido estaba descatalogado, pero se podía pedir a bordar y teñir de cero. Laura me dijo que me lo pensara bien: una vez lo encargáramos no se podía devolver y además la tela no llegaría hasta mediados de octubre, a un par de semanas de la boda. Creo que no tardé ni un día en decirle que por favor lo encargase. Fue un flechazo", explica Cris.
Para el maquillaje y el peinado, todo 100% natural y fiel a la imagen de la novia, confió en Oscar Ramírez y Roberto, y el resultado final resultó perfecto.
"Queríamos que la experiencia en cuanto a comida fuera de 10". En el menú, "ostras, jamón y champán que trajeron mis primos, los dueños restaurante El Doncel, con una estrella Michelin". En el transcurso del banquete, "Alan y yo nos escapamos para tomar una caña y el postre en el restaurante Fayer, un momento muy íntimo que nos regalamos para parar un segundo y asimilar todo lo que estaba pasando", narra la novia.
Después, empezó la fiesta. Al son de 'Baby I’m Yours' de The Arctic Monkey’s, Cris bailó junto a su padre y su ya marido. La boda terminó con una recena improvisada en el local Hermanos Vinagre en Chueca.
Cuando me topé con las imágenes de Cris ojeando tendencias y novias por las redes sociales, intuía que tras su look nupcial se escondía una historia apasionante y ella, la protagonista, no tardó en confirmar mis sospechas. "Al principio no estaba segura de querer un diseño a medida, no encontraba nada con lo que me sintiera identificada, hasta que unos meses antes de la boda me apareció en Instagram uno de los diseños de Laura Viera. Fui a verla y conectamos al instante", confiesa Cris.