Martín Alcalde, las hermanas preferidas para las bodas de la alta sociedad: "Hemos hecho vestidos de novia en 15 días"
Inés y Lucía, hermanas y socias, visten a las novias e invitadas de la alta sociedad, y también a algunas de las mujeres más influyentes, con prendas femeninas, elegantes y con mucho rollo. Muchos intentan copiarlas, pero ellas son únicas
Si paseas por el barrio de Salamanca y te paras frente al número 32 de la calle Claudio Coello, comprobarás que ese portal es un ir y venir de mujeres con mucho estilo. Ahí, en el primer piso, está ubicado el taller de Martín Alcalde. La marca, fundada en 2016 por Inés Martín Alcalde (1986), es la preferida por las novias e invitadas de la alta sociedad. Una aventura que comenzó hace casi diez años y que Inés comparte con su hermana pequeña, Lucía (1992), y una socia más, Leticia Colas (1986). Por eso, porque la firma es más que Inés, ha experimentado un rebranding y hoy es Martín Alcalde, los apellidos que unen a las hermanas. Renovar su identidad y simplificarla sin perder ADN, es una estrategia reservada solo para marcas consolidadas como la suya.
"Inés Martín Alcalde era algo más personal, al final era yo. Pero la realidad es que también está mi hermana Lucía y con Martín Alcalde, más corto y elegante, hacemos la firma de las dos. Sumamos a Leti. Era necesaria una evolución y lo hemos conseguido", apunta la creadora. "Las novias, esa parte personal, única y a medida, seguirá siendo Inés Martín Alcalde, seguirá siendo mía".
Visten a muchas novias, "más de cien al año", declara la diseñadora, y otros centenares de invitadas, pero hay más: a lo largo de esta última década se han colado en los guardarropas de las mujeres que hoy son iconos de estilo en nuestro país. Entre sus clientas se encuentran la reina Letizia, Manuela Villena, Isabel Preysler, Paloma Cuevas, o María y Marta Pombo. "Nunca he tenido el sueño de vestir a una u otra mujer. Es algo que no me impresiona, pero que me gusta cuando sucede, sobre todo por ver como lo recibe la gente que me rodea", confiesa Inés.
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Inés y Lucía Martín Alcalde son el tándem perfecto. "Trabajamos juntas, mesa con mesa, y cuando no estamos en el taller, estamos hablando por teléfono. Hoy, sin ir más lejos, antes de llegar a la entrevista con Vanitatis, hemos mantenido una conversación de una hora y media. No me extrañaría que mi hermana apareciera igual vestida que yo", apunta la creadora al inicio de esta entrevista. Por suerte, no fue así.
Las dos llevan trajes de chaqueta de la nueva colección de su línea streetwear, la que Lucía dirige creativamente hablando. "Lo cierto es que ambas estamos involucradas en todos los procesos. Lo hacemos todo desde cero juntas, pero Lucía es la que desarrolla cualquier idea que surge: elige las telas, los patrones...". Responden sincronizadas, no solo en tiempo, también en forma. "Nuestra relación es superespecial, es mágica", insisten. De esa conexión, moda con una identidad propia que confeccionan un equipo de 22 mujeres en el taller.
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Desde joven Inés supo que la moda sería su vida. "Venimos de familia del sector y la moda siempre ha estado presente en mi vida. Aunque mis padres no querían que me dedicase a ello, la moda es mi pasión". Un camino diferente fue el que trazó Lucía. "Ella se dedicaba a otra cosa, mis padres la guiaron por otra vía. Al final, la pasión que yo sentía y siento por la moda se la inculqué a Lucía y meses después de fundar la marca se vino a trabajar conmigo", cuenta Inés. Desde entonces y con sus apellidos por bandera, capitanean una de las firmas más queridas en España.
Inés se formó entre Londres y Milán, en dos de las escuelas de moda más prestigiosas del mundo, en Central Saint Martins y en el Istituto Marangoni. Lucía, en cambio, aprendió todo lo que sabe de manera autodidacta. "Ella aprendió a hacerlo todo sola: coser, estampados, una ficha técnica... Una vez que entró en la firma, aprendió al verme hacerlo a mí y ahora cose mejor que yo".
De ese taller enclavado en el corazón del barrio más exclusivo de Madrid salieron tanto el traje de novia de la propia Inés como, años después, el de Lucía, "es y siempre será el vestido de novia más especial de mi carrera". También otros mediáticos vistos en enlaces de la aristocracia y la jet set. El reciente vestido con escote cuadrado que Marta Elorduy Tourné llevó en su boda con Jean-Philippe Denizot Elzaburu; el de Paula Babiano, fundadora del imperio pastelero Balbisiana, o el de Marta Moreno, la creadora de contenido tras Buganvilia.
El motivo por el que las novias llaman a su puerta es Inés. La diseñadora acompaña a todas y cada una de las novias que viste en el proceso de creación de su traje. "En las pruebas siempre estoy yo, si no estoy, directamente no hay pruebas", señala. Cinco pruebas más una entrevista inicial, todo, supervisado por Inés. "Las novias vienen porque quieren hacerse el traje conmigo y yo me involucro con todas. Es algo que disfruto muchísimo, es la mejor parte de mi trabajo. A lo largo de varios meses, lo ideal son seis, damos forma paso a paso a su vestido". El vestido nunca sale del taller, "todo lo hacemos 'in house' y eso da mucha tranquilidad a las novias". La cercanía y un minucioso proceso que, en casos excepciones, puede agilizarse y pasar de medio año a dos semanas, son dos de las razones por las que las mujeres eligen a Inés como diseñadora. "Hay novias que me llaman para que les haga un vestido en 15 días. Al tener un equipo tan grande y sabiendo organizándome, puedo hacerlo. Es verdad que no siempre, ni de manera habitual, lo hago como seis veces al año".
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Las novias Inés Martín Alcalde son clásicas y siempre elegantes. "Puede ser más moderna, o más tradicional, pero una novia tiene que ser elegante, ese es nuestro lema. A veces, como diseñadora, quiero innovar e intentar incluir guiños de tendencia, pero ellas quieren ser clásicas". La pregunta es obligada, ¿qué debe tener una novia para cumplir con el 'dress code' nupcial, no fallar y conseguir un look 10 para toda la vida? "No enseñar los hombros, a pesar de que quieran ir sin mangas, yo siempre les sugiero taparlos con algún tejido, sobre todo para la ceremonia religiosa. Que el escote no sea demasiado pronunciado ni el vestido muy ceñido, lo contrario me resulta ordinario. Y por supuesto el velo. Es verdad que hay novias más modernas que no quieren llevarlo, pero yo soy una enamorada de los velos, entre otras cosas porque te casas una vez en la vida y ese es el momento de ponértelo".
Una mujer femenina, elegante y con estilo, "con mucho rollo", argumenta, así es la mujer Martín Alcalde sea novia o invitada de boda. "Nuestro secreto del éxito es ser nosotras mismas. Todo lo que hacemos son prendas que nosotras nos pondríamos. Somos auténticas". Con la blazer con hombreras como prenda, tanto insignia, como superventas, el estilo de la marca ha dictado sentencia en la industria de la moda. "No seguimos las tendencias, pero innovamos en nuestros patrones y nuestros tejidos, todos propios y confeccionados por nosotras. Mucha gente nos copia, pero al final, no logran los mismos resultados. Lo bien que sientan nuestras telas y lo bien que están ideados los patrones, hacen que, por mucho que quieran copiar, nuestras prendas sean únicas".
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Precisamente, el copiarse los unos a otros, es uno de los graves problemas que Inés ve en la industria. "Hay demasiada copia y muy pocas marcas de verdad. Cualquiera que quiere trabajar en moda, se mete a diseñador sin serlo, y lanzar una marca. La industria evoluciona, pero también tiene esa parte negativa".
En los últimos años, Martín Alcalde se ha centrado en novias y en su línea streetwear dejando a un lado las colecciones puramente dedicadas a invitadas, a hermanas, amigas o madres de la novia, y a madrinas. Esto va a volver. "Llegó un punto que lo hacíamos por el mero hecho de hacerlo. No estábamos motivas ni teníamos tiempo para hacerlo. Paramos para retomarlo con ilusión". A partir de ahora y cada mes, Martín Alcalde lanzará una pequeña colección cápsula con looks para invitada.
Su autenticidad viene de serie y es inimitable. Por ese motivo (y muchos más que se ven y se sienten al estar con ellas) las hermanas Martín Alcalde, Inés y Lucía, son las preferidas por las mujeres de la alta sociedad.
Si paseas por el barrio de Salamanca y te paras frente al número 32 de la calle Claudio Coello, comprobarás que ese portal es un ir y venir de mujeres con mucho estilo. Ahí, en el primer piso, está ubicado el taller de Martín Alcalde. La marca, fundada en 2016 por Inés Martín Alcalde (1986), es la preferida por las novias e invitadas de la alta sociedad. Una aventura que comenzó hace casi diez años y que Inés comparte con su hermana pequeña, Lucía (1992), y una socia más, Leticia Colas (1986). Por eso, porque la firma es más que Inés, ha experimentado un rebranding y hoy es Martín Alcalde, los apellidos que unen a las hermanas. Renovar su identidad y simplificarla sin perder ADN, es una estrategia reservada solo para marcas consolidadas como la suya.