Señales de que una relación de pareja no funciona

Las relaciones de pareja no siempre son sencillas y la mayor parte de las ocasiones requieren trabajo, esfuerzo y ganas por ambas partes. Una buena relación de pareja puede aportar mucha felicidad, estabilidad y seguridad, pero en caso contrario, también pueden ser desencadenantes de un gran dolor y tristeza.

Saber que una relación ha llegado a su fin no siempre es fácil de asimilar, hay ocasiones en las que se siente que esta no avanza hacia donde nos gustaría, lo que puede llevarnos a dos escenarios muy diferentes. En uno de ellos existe posibilidad de encauzarla y recuperar la relación perdida, en ocasiones gracias a la terapia de pareja; en otras toca aceptar que se ha acabado.

En ambos casos, el primer paso es darse cuenta de que la relación no está funcionando, para lo que no es mala idea tener presentes las señales más habituales que nos pueden ayudar a ser conscientes de ello. Aceptarlo y buscar la mejor solución posible para ello será lo siguiente en la lista de cosas por hacer.

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Señales de que una relación no funciona

Antes de dar por finalizada una relación hay algunas señales de alerta que indican que es un buen momento para ponerse las pilas y hacer cambios, siendo la falta de comunicación la más importante de todas ellas. La comunicación es esencial en cualquier relación, ya sea sentimental o de otro tipo, por lo que cuando esta falla, todo se desmorona. No querer hablar con la otra persona, compartir sentimientos e inquietudes es una gran señal de alarma de que las cosas no marchan bien.

Si las discusiones y conflictos son constantes, esto puede suponer que la pareja no atraviesa su mejor momento. Las discusiones son normales en las parejas e incluso se pueden considerar sanas siempre y cuando estas se produzcan con respeto, eso sí, cuando estas pasan a ser constantes o se sobrepasan ciertos límites, adoptando malos tonos o buscando hacer daño, es el momento de parar.

Sentirse solo en una pareja no es el mejor de los sentimientos, sentir que cada vez hay menos cosas que os unen, sin aficiones comunes ni metas conjuntas que conseguir. En el extremo contrario, pero igualmente alarmante, es la sensación de pérdida de identidad personal. Esta se produce cuando la relación es tan absorbente que se pierde la sensación de independencia. Dejan de ser relevantes los gustos personales y se produce una bajada en la autoestima.

Parte de las relaciones de pareja se basan en la sensación de intimidad y conexión que tienen y esto en ocasiones se consigue gracias a las relaciones sexuales. Si han sido un factor importante durante la relación y en un momento determinado faltan o se reducen exponencialmente, puede ser señal de un deterioro de la relación, una falta de confianza en la pareja. El cariño, el contacto físico y la intimidad son importantes en la pareja.

El reparto de responsabilidades es uno de los pilares fundamentales de una relación y cuando no está equilibrado, lo más habitual es que surjan tiranteces y problemas. El reparto de las tareas domésticas y la conciliación doméstica y laboral suele ser un punto de conflicto en las relaciones y, cuando no funciona, una señal de alarma.

Si sientes que tienes que demostrar tu valía constantemente o te sientes infravalorado en la relación, también conviene ponerle remedio. Muchas de estas cuestiones pueden solucionarse con una buena comunicación y compromiso por ambas partes, otras puede que necesiten contar con la ayuda de un profesional e incluso ser el punto de inflexión que marque el final de la relación.