Los beneficios que tiene para las mujeres el entrenamiento de fuerza

Conviene que el ejercicio físico forme parte de nuestras rutinas, ayuda a cuidar de nuestra salud, a proteger nuestro cuerpo y nos hace sentirnos mejor, más fuertes y con más energía. Encontrar el entrenamiento que consiga crear en nosotros esa chispa y logremos convertirlo en un hábito no es fácil, tal vez porque hay una inmensa gama de ejercicios que tendemos a dejar apartados, a pesar de sus muchos beneficios.

Es habitual, cuando decidimos que lo mejor es mantenerse activo y que ha llegado el momento de hacer ejercicio físico, que optemos por entrenamientos como caminar, un ejercicio al alcance de casi todo el mundo, correr, hacer bicicleta o nadar, que por cierto es uno de los más completos de la lista. Todos ellos son ejercicios de cardio, lo que hace que sean estupendos para el cuerpo, pero olvidamos los ejercicios de fuerza.

Tanto los ejercicios de cardio como los de fuerza tienen sus beneficios, ambos son positivos y por eso lo ideal es combinarlos. “El entrenamiento aeróbico (o de cardio) favorece la reducción del tejido adiposo y mejora los niveles de las hormonas implicadas en la reducción de la grasa abdominal, entre otros”, explican los expertos del Hospital Ruber Internacional para ‘Tu canal de salud’ de Quirón Salud.

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“Ahora se tiende a combinar ejercicios de fuerza con otros de trabajo cardiovascular, y esto ha demostrado una gran eficacia en los programas para perder peso”, continúan. No obstante, este no es el único beneficio que encontramos en el entrenamiento de fuerza, solo es uno de ellos.

Beneficios del entrenamiento de fuerza

Como hemos señalado antes, los ejercicios de fuerza son ideales para ayudar a perder grasa, incrementan la masa muscular, lo que hace que el gasto de calórico sea mayor, porque el músculo necesita más energía que la grasa. Al llegar a la menopausia, el descenso de los estrógenos hace que aumente la grasa abdominal, por lo que entrenar la fuerza puede ser una estupenda elección.

También ayuda a prevenir la osteoporosis, que debilita los huesos y puede provocar lesiones. Conforme cumplimos años, la velocidad a la que regeneramos los huesos es menor que la de degradación, lo que los va debilitando, durante la menopausia esto es aún más evidente. Aumentar la fuerza muscular mejora la densidad ósea.

Los entrenamientos de fuerza son también ideales a la hora de prevenir lesiones, porque fortalece huesos, como ya hemos visto, pero también músculos y articulaciones, reforzando tendones y tejido conectivo. Los músculos fuertes mejoran la movilidad, lo que puede evitar caídas y, de este modo, también otros daños.

Además, no podemos olvidar que, como todo ejercicio físico, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, permitiendo ganar resistencia y capacidad pulmonar, mejora la calidad del sueño y ayuda a descansar y también mejora la salud mental, reduciendo los niveles de estrés y ayudando a desconectar.

Este tipo de ejercicios son ideales en mujeres jóvenes para ganar masa muscular y prevenir lesiones, en mujeres adultas para prevenir la pérdida ósea y en la tercera edad es ideal para ayudarles a sentirse más ágiles. Así, no hay duda de que cualquier etapa de la vida es buena para comenzar con los entrenamientos de fuerza, sin riesgo de lucir excesivamente musculadas (a no ser que sea eso lo que se busque).