10 beneficios de beber agua con gas y cuándo puedo tomarla

En los últimos años, el agua con gas o carbonatada ha experimentado un notable incremento en su popularidad, ganando terreno como una alternativa refrescante y saludable en comparación con las numerosas opciones de bebidas que hay en el mercado.

Por ello, deseamos compartir las claves de los beneficios que esta efervescente bebida puede aportar a tu bienestar. Además, te proporcionaremos pautas claras sobre cuándo es recomendable disfrutarla para maximizar sus efectos positivos, así como momentos en los que podría ser preferible optar por otras opciones de hidratación.

¿Cuándo puedo tomarla?

No se aconseja el consumo de agua con gas a individuos que experimentan incomodidad debido a la sensación de hinchazón abdominal, problemas de gases o acidez estomacal.

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Tampoco es recomendable para aquellas personas que sufran distensión abdominal. Esto puede ocurrirle a aquellas personas que tienen el hábito de comer apresuradamente, mastican insuficientemente los alimentos y tragan aire.

Además, este tipo de agua no es recomendable para aquellos que padecen celiaquía, así como para personas con trastornos intestinales como el síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, y tampoco para quienes padecen de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

No hay restricciones para que las mujeres embarazadas consuman agua con gas, pero es importante que sean conscientes de su contenido de sodio y del potencial de causar hinchazón.

Los 10 beneficios de beber agua con gas

1. Proporciona nutrientes esenciales al cuerpo: el agua carbonatada contiene minerales como el calcio, potasio, magnesio, cloruro, sodio y litio.
2. Favorece el proceso digestivo: esta bebida estimula la producción de jugos gástricos y mejora el movimiento intestinal, también conocido como peristaltismo.
3. Genera una mayor sensación de saciedad: las burbujas presentes en el agua con gas pueden contribuir a reducir el apetito.
4. Una opción más saludable frente a los refrescos: a pesar de tener burbujas similares a las de las bebidas gaseosas, el agua carbonatada carece de azúcares añadidos y no causa aumento de peso.
5. Se puede combinar con alimentos: el agua con gas puede acompañarse de frutas cítricas como limón y naranja, así como otras opciones como moras o frambuesas, para aportar sabor.
6. Beneficia el perfil lipídico: esta bebida aumenta el pH gástrico y reduce la liberación de bilis en el intestino.
7. Mejora los niveles de glucosa en sangre: los electrolitos presentes en el agua con gas contribuyen a regular el azúcar en la sangre y facilitan el transporte de nutrientes en el cuerpo.
8. Combate la inflamación corporal: los electrolitos también juegan un papel en la eliminación de desechos y en el funcionamiento óptimo de músculos, órganos y nervios.
9. Contribuye a la hidratación del cuerpo: el agua, tanto carbonatada como sin gas, es esencial para satisfacer las necesidades de hidratación del organismo.
10. No afecta negativamente la salud ósea: a diferencia de los refrescos azucarados, el agua con gas no tiene un efecto erosivo en los huesos.

Es importante recordar que cada persona es diferente, y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Si tienes condiciones médicas específicas o estás preocupado por los efectos del agua con gas en tu salud, siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud.