Esta es la razón por la que el neuropsicólogo Álvaro Bilbao considera "maltrato" no poner límites a los niños

Los límites son los cimientos sobre los cuales se construye el desarrollo saludable de un niño. Desde los primeros años de vida, establecer límites claros y consistentes es fundamental para su bienestar emocional, social y cognitivo. Los límites proporcionan seguridad, orientación y enseñanzas valiosas que les ayudan a comprender el mundo que les rodea y a desarrollar habilidades para la vida.

De ahí que expertos como Álvaro Bilbao, famoso divulgador en crianza respetuosa en Instagram, dedique una de sus publicaciones en esta red social a explicar por qué se deben establecer dichos límites en la vida de los más pequeños. Es más, el experto señala que no ponerlos supone, según su punto de vista, un "maltrato" hacia los niños. Y es que los límites son piedras angulares en el desarrollo infantil. Proporcionan seguridad, enseñan responsabilidad, fomentan habilidades sociales y brindan estructura. Así lo asegura el neuoropsicólogo.

Preguntado acerca de por qué considera maltrato la ausencia de límites, Bilbao señala que "de todo lo que sería la corteza prefrontal, se construye en base a los límites y las normas que construimos como sociedad". "Yo siempre digo que un niño esquimal tiene que aprender a afilar el arpón para pescar a una foca y un niño español tiene que aprender que el semáforo rojo es que no se puede cruzar", aduce el experto sobre cómo los límites pueden variar según las culturas o las épocas, pero que siempre deben existir en el contexto de crianza para que se establezcan en la corteza prefrontal.

De ahí su reflexión sobre el hecho de que los niños no tengan límites y el peligro para ellos: "Si no se ponen límites y los niños no tienen disciplina, si no aprenden a resolver las cosas por sí mismos, lo que va a ocurrir, como nos demuestran algunos estudios, es que esa parte de la corteza prefrontal se desarrolla menos. Tiene un hipodesarrollo". Además, Bilbao acaba su reflexión explicando que "esto es algo muy grave", pues la corteza prefrontal es la encargada del autocontrol, de gestionar la frustración, la agresividad, resolver problemas y afrontar situaciones difíciles.

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No obstante, basándose en los modelos de crianza respetuosa, cabe destacar que los límites no se entienden como ser autoritario o restrictivo. Los límites deben ser justos, flexibles y adaptados a las necesidades individuales de cada niño. Además, es fundamental acompañar los límites con amor, comunicación abierta y comprensión. Por eso los padres y cuidadores juegan un papel crucial en modelar comportamientos positivos y en brindar apoyo emocional a los niños mientras exploran y aprenden.