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La metáfora del acelerador y el freno para comprender por qué tu hijo tiene rabietas, por el experto Alberto Soler
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La metáfora del acelerador y el freno para comprender por qué tu hijo tiene rabietas, por el experto Alberto Soler

El psicólogo ha enfatizado que el acompañamiento de padres a hijos no solo es necesario, sino que es una parte natural del proceso de crianza

Foto: Familias dan vida a la tradicional carrera de coches en Bolivia (EFE/Luis Gandarillas)
Familias dan vida a la tradicional carrera de coches en Bolivia (EFE/Luis Gandarillas)

Es importante saber que las rabietas infantiles son una fase que, aunque frustrante para muchos padres, es un componente esencial del desarrollo emocional de los niños. En una reciente publicación en su cuenta de Instagram, el psicólogo Alberto Soler ha brindado una perspectiva esclarecedora para entender mejor este comportamiento.

El experto ha explicado que las rabietas no deben verse como un desafío directo a la autoridad parental, sino como un signo de la inmadurez natural del cerebro en desarrollo de los niños. Utilizando una metáfora clara y efectiva, describe el sistema nervioso infantil como un vehículo con un acelerador que funciona perfectamente, pero sin un freno adecuado. Este desequilibrio explica por qué los niños pequeños a menudo parecen perder el control de sus emociones.

El creador de contenidos ha subrayado que al nacer, los niños tienen un "acelerador" que responde con intensidad a los estímulos emocionales. Sin embargo, aún no poseen la capacidad para aplicar un "freno" que les permita regular estas respuestas de manera adecuada. Este freno, que en términos neurológicos se refiere a la función de las áreas prefrontales del cerebro encargadas de la autorregulación y el control de impulsos, se desarrolla gradualmente con el tiempo y la madurez.

La metáfora del acelerador y el freno ayuda a los padres a comprender el porqué de las rabietas, y también destaca la importancia de su papel en este proceso. Según el psicólogo, los padres, educadores y cuidadores actúan como frenos externos, ayudando a los niños a navegar y regular sus emociones hasta que desarrollen la capacidad de hacerlo por sí mismos.

De este modo, esta intervención externa es crucial porque los niños pequeños no tienen las herramientas ni la experiencia para gestionar sus emociones de manera efectiva. Al responder con paciencia y comprensión, los adultos pueden enseñar a los niños cómo calmarse y controlar sus impulsos, sentando las bases para un desarrollo emocional saludable.

Alberto Soler ha enfatizado que este acompañamiento no solo es necesario, sino que es una parte natural del proceso de crianza. Las rabietas son una manifestación de la inmadurez cerebral y no una mera cuestión de mal comportamiento, y comprender esto puede cambiar radicalmente la forma en que los padres abordan estos momentos difíciles.

Es importante saber que las rabietas infantiles son una fase que, aunque frustrante para muchos padres, es un componente esencial del desarrollo emocional de los niños. En una reciente publicación en su cuenta de Instagram, el psicólogo Alberto Soler ha brindado una perspectiva esclarecedora para entender mejor este comportamiento.

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