Los seis mitos más virales sobre los gatos: ¿cuál es falso y cuál real?

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Los gatos han estado rodeados de mitos durante siglos, y muchos de ellos siguen circulando como verdades absolutas. Sin embargo, no todas estas ideas tienen una base real, y algunos incluso perjudican la reputación de estos felinos. A continuación, abordamos los seis mitos más populares sobre los gatos y desmentimos o confirmamos si son ciertos.

Uno de los mitos más extendidos es que los gatos siempre caen de pie. Si bien tienen una habilidad impresionante para girar su cuerpo en el aire y caer sobre sus patas, esto no siempre ocurre de manera perfecta, especialmente desde alturas muy bajas o excesivamente altas. De hecho, muchos de ellos pueden lastimarse al caer desde alturas intermedias. La habilidad de caer de pie es una ventaja evolutiva, pero no garantiza una caída segura en todos los casos. Otro dicho popular es que los gatos son animales ariscos y solitarios, pero esto no es cierto debido a que en gran medida depende de la personalidad y del entorno de cada gato. Aunque no son tan expresivos como los perros, los gatos pueden ser extremadamente cariñosos y disfrutan de la compañía de sus cuidadores. Muchos de ellos muestran afecto y buscan la cercanía de sus humanos de confianza, desmintiendo el mito de que son animales fríos e indiferentes.

Otra creencia es que los gatos negros traen mala suerte y pueden llegar a asociarlos con la brujería en algunas culturas. Sin embargo, esta superstición es completamente infundada. Los gatos negros son tan adorables y amigables como cualquier otro gato, y su color de pelaje no influye en absoluto en la suerte. En otros países, de hecho, se considera que traen buena fortuna. Asimismo, otro mito sería el de que los gatos odian el agua, es cierto que muchos la evitan pero no debe generalizarse con ello. Algunas razas, como el gato bengalí o el turco disfrutan jugando en el agua e incluso nadando. A menudo, estos animales desarrollan aversión al agua porque no están acostumbrados a ella en su entorno, o simplemente porque no les gusta la sensación de tener el pelaje mojado. Esto no significa que todos los gatos la eviten; algunos la encuentran fascinante

Entre estos mitos encontramos el de que las gatas siempre deben tener al menos una camada antes de ser esterilizadas para su bienestar físico y emocional. Esto es falso. Las gatas no necesitan experimentar la maternidad para llevar una vida sana y feliz. De hecho, la esterilización temprana contribuye a mejorar su calidad de vida y reduce riesgos de enfermedades como el cáncer. Por último, otra creencia es la de que los gatos son difíciles de entrenar, a diferencia de los perros, pero esto no es del todo cierto. Si bien estos felinos tengan una naturaleza más independiente, pueden aprender rutinas, responder a su nombre e incluso realizar trucos básicos. Con paciencia y refuerzo positivo, muchos de estos animales pueden aprender comportamientos y hasta usar arneses para pasear. Entrenar a un gato requiere entender su personalidad y respetar sus tiempos.

Estos mitos sobre los gatos reflejan en gran medida nuestra falta de conocimiento sobre el comportamiento felino y su naturaleza. Con más información, podemos desmentir estas ideas y comprender mejor a estos compañeros de cuatro patas, animales llenos de misterio, pero también de cariño y lealtad hacia quienes les dan una oportunidad.