¿Beber agua antes de cada comida te ayuda a perder peso? Esto es lo que dice la ciencia
Diversas investigaciones han indagado sobre esta posibilidad, aclarando las dudas al respecto
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Entre las supuestas dietas que han ido surgiendo a lo largo de los años, hay una que ha destacado por su sencillez. Se trata de la de beber agua antes de cada comida. Esta rutina, que no requiere grandes esfuerzos ni restricciones, promete ayudar a controlar el apetito y reducir la ingesta de calorías.
Diversos estudios han analizado los efectos de beber agua antes de las comidas. Tanto el artículo publicado en la revista de la Universidad de Harvard como los expuestos en las publicaciones 'International Journal of Obesity' y 'Canadian Medical Association (CMAJ Open)', se han enfocado en comprobar si este hábito es realmente efectivo en cuanto se refiere a perder peso o si, por el contrario, sus beneficios se ven reflejados en otro ámbito.
Desde la Universidad de Harvard sostienen que el agua antes de comer podría reducir el apetito al causar una sensación de saciedad. Este efecto sucede porque el agua llena el estómago, enviando señales al cerebro para disminuir la ingesta. Aunque algunos estudios indican beneficios en la reducción calórica, el impacto a largo plazo en la pérdida de peso sigue siendo limitado.
El estudio publicado en 'International Journal of Obesity', ha comprobado que el consumo de agua reduce la ingesta calórica de hasta 60 calorías en adultos ya mayores. Sin embargo, no se encontraron cambios en personas jóvenes. Por otro lado, el reemplazo de bebidas azucaradas por agua en las comidas también demostró una notable reducción en la ingesta calórica total, aunque se convierte en una opción poco saludable. El consumo habitual de bebidas azucaradas se ha relacionado con problemas metabólicos y de salud cardiovascular. Los estudios revisados muestran que quienes las beben tienen un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina, especialmente las endulzadas con jarabe de maíz de alta fructosa. Asimismo, estos productos pueden alterar el perfil lipídico y aumentar los factores de inflamación, lo cual eleva el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluso en individuos sin sobrepeso.
La teoría de que el cuerpo podría quemar algunas calorías al intentar que el agua se adapte a la temperatura corporal es una de las explicaciones sobre esta posibilidad. No obstante, las investigaciones revisadas por el equipo de la Universidad de Harvard señalan que este efecto, conocido como 'termogénesis inducida por el agua', es mínimo y no afecta significativamente el gasto calórico. Beber agua sigue siendo beneficioso para la salud general, aunque no como un método eficaz para perder peso por sí mismo.
Aunque beber agua antes de las comidas puede disminuir el apetito, su contribución a la pérdida de peso a largo plazo es reducido. En cualquier caso, si tienes dudas sobre cómo este hábito puede afectar a tu organismo, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que pueda ayudarte a resolver todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.
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