Pilar Sordo, psicóloga y escritora: "La decisión de ser feliz es algo que se toma instante por instante"

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La felicidad es una de las búsquedas más constantes del ser humano, pero también una de las más malinterpretadas. Así lo explica la psicóloga y escritora Pilar Sordo en las redes sociales de 'Aprendemos juntos', de BBVA, quien sostiene que la felicidad no depende de estar contentos, sino de una decisión que se toma en cada momento de la vida. En un reciente mensaje, Sordo reflexionó sobre la errónea asociación entre felicidad y alegría, destacando que la primera no es una emoción pasajera, sino un estado que se puede mantener incluso en medio de situaciones difíciles.

Según la psicóloga, la sociedad ha enseñado que ser feliz está directamente relacionado con sentirse alegre, lo que lleva a muchas personas a hacer todo lo posible por mantenerse constantemente en ese estado.

Esto, sin embargo, genera una presión social que puede resultar peligrosa, ya que obliga a las personas a evitar la tristeza y otras emociones consideradas negativas. Para Sordo, la alegría es una emoción transitoria, maravillosa pero efímera, mientras que la felicidad es algo mucho más profundo y estable.

Desde su perspectiva, una persona puede estar atravesando un momento de duelo y, aun así, ser feliz. Puede sentirse triste por una pérdida o por una dificultad, pero eso no significa que haya perdido la felicidad.

Esto se debe a que la felicidad no está ligada a ninguna emoción en particular, sino a un estado de paz interior. En sus palabras, la felicidad no tiene que ver con el ruido, sino con el silencio. Es una sensación de armonía entre el cuerpo, la mente y la cabeza, un equilibrio que permite respirar profundo y sentir tranquilidad.

Pilar Sordo enfatiza que la felicidad no es algo que simplemente sucede, sino que es una elección que cada persona debe hacer de manera consciente todos los días. No se trata de esperar a que todo en la vida sea perfecto o de eliminar las emociones negativas, sino de encontrar serenidad en cada instante, sin importar las circunstancias externas. Su mensaje propone un cambio en la forma en que entendemos la felicidad, alejándola de la idea de la euforia constante y acercándola a un estado de calma y plenitud interior.