La frase que, según los expertos, te hará más feliz si la usas todos los días

La búsqueda de la felicidad ha sido una constante en la historia del pensamiento humano. Desde la filosofía griega hasta la psicología moderna, numerosas teorías han intentado desentrañar qué es la felicidad y cómo alcanzarla. Filósofos como Aristóteles, Epicuro y los estoicos plantearon diferentes ideas sobre este estado ideal, mientras que en tiempos más recientes, expertos como Neil Pasricha han enfocado su atención en cómo nuestra forma de hablar puede influir en nuestro bienestar emocional.

Neil Pasricha, autor de 'La ecuación de la felicidad' y director del Instituto Global de la Felicidad, sostiene que el lenguaje que utilizamos diariamente, tanto en nuestras conversaciones con los demás como en nuestro diálogo interno, puede tener un impacto significativo en nuestra felicidad. En un artículo para CNBC, Pasricha nos recomienda varias frases que, si se incorporan en la rutina diaria, pueden contribuir a una mayor sensación de felicidad.

"Puedo"

Una de las frases más poderosas para cambiar nuestra perspectiva es "puedo". Reemplazar el "tengo que" por "puedo" transforma las obligaciones en elecciones, liberándonos de la presión y el estrés asociados con las tareas diarias. Este cambio nos hace sentir con más control de nosotros mismos y menos agobiados por nuestras responsabilidades.

"¿Cuál es tu rosa?"

Pasricha propone un ejercicio diario de gratitud y reflexión con la pregunta "¿cuál es tu rosa?". Identificar las "rosas" del día, es decir, los pequeños logros y momentos positivos, nos ayuda a enfocarnos en lo bueno que nos ocurre. También sugiere reconocer las "espinas", los momentos difíciles, y los "capullos", las ilusiones y metas futuras. Este ejercicio promueve una actitud más positiva y agradecida hacia la vida.

"Cuéntame más"

Fomentar la empatía y fortalecer nuestras relaciones es fundamental para la felicidad. Usar la frase "cuéntame más" en nuestras conversaciones muestra un interés genuino en los demás, lo que no solo enriquece nuestras interacciones, sino que también fortalece nuestros vínculos emocionales.

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"Todavía"

El simple adverbio "todavía" puede cambiar nuestra percepción de los desafíos y fracasos. Añadir "todavía" a frases como "no puedo hacerlo" convierte una afirmación negativa en una posibilidad abierta, manteniendo la esperanza y la motivación para seguir intentándolo.

"Me concentraré en..."

En un mundo lleno de distracciones, es crucial aprender a priorizar. Decir "me concentraré en..." nos permite enfocarnos en una tarea a la vez, reduciendo el estrés y aumentando nuestra productividad y satisfacción. Este enfoque nos ayuda a manejar mejor nuestras responsabilidades y a disfrutar más de cada actividad.

"¿Esto importará dentro de un año?"

Antes de dejarnos abrumar por un problema, es útil preguntarnos: "¿esto importará dentro de un año?". Esta reflexión nos ayuda a poner las cosas en perspectiva, relativizando nuestras preocupaciones y permitiéndonos encontrar soluciones con mayor calma y claridad.

En conclusión, la forma en que nos comunicamos puede tener un impacto profundo en nuestra felicidad. Incorporar estas frases en nuestra vida diaria no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también fortalece nuestras relaciones y nos ayuda a manejar el estrés de manera más efectiva. Como sugieren los expertos, ser conscientes de nuestro lenguaje es un paso fundamental hacia una vida más feliz y plena.