A los 50 años el cuerpo ya no responde igual que antes: el metabolismo se ralentiza, la masa muscular empieza a disminuir y los desequilibrios hormonales pueden afectar el sueño, el ánimo o la energía. Pero no todo está decidido: renunciar a ciertos hábitos poco saludables puede marcar la diferencia entre arrastrar el cuerpo y sentirse más ligero, activo y presente. Aquí tienes siete costumbres que conviene dejar atrás si quieres abrazar una madurez con vitalidad.
1. Sedentarismo prolongado
Permanecer sentado muchas horas, incluso si haces ejercicio ocasional, perjudica la circulación, el control de peso y la salud ósea. Estudios enfatizan que reducir el tiempo en posición sedentaria es tan importante como incorporar actividad física regular.
2. Alimentarse con productos ultraprocesados
Los alimentos con alto contenido de azúcar, sal o grasas saturadas favorecen inflamación, resistencia insulínica y acumulación de grasa. Tanto es así que reemplazarlos por opciones frescas, integrales y naturales mejora la salud cardiovascular y cognitiva.
Tener buena salud a los 50. (Pexels/Danilo Ćalić)
3. Exceso de alcohol
Aunque muchas personas piensan que una copa es inocua, con la edad el organismo se vuelve más sensible al alcohol. Puede interferir con el sueño, la función cerebral y el equilibrio emocional.
Dormir poco, de forma irregular o en ambientes poco adecuados (con luz, dispositivos encendidos, horarios cambiantes) disminuye la recuperación, empeora el humor y afecta la memoria.
La salud no es solo física: sentir que tu vida tiene sentido, mantener vínculos afectivos y participar en comunidad aporta resiliencia, reduce la soledad y mejora el bienestar mental.
De este modo, renunciar a estos hábitos no exige un cambio radical de la noche a la mañana. Empieza por pequeños pasos: pon una alarma para levantarte, sustituye una bebida alcohólica por agua, haz una caminata breve antes de dormir, agenda una revisión médica… Con constancia, el cuerpo y la mente responderán con mayor ligereza, energía y disfrute de esta etapa.
A los 50 años el cuerpo ya no responde igual que antes: el metabolismo se ralentiza, la masa muscular empieza a disminuir y los desequilibrios hormonales pueden afectar el sueño, el ánimo o la energía. Pero no todo está decidido: renunciar a ciertos hábitos poco saludables puede marcar la diferencia entre arrastrar el cuerpo y sentirse más ligero, activo y presente. Aquí tienes siete costumbres que conviene dejar atrás si quieres abrazar una madurez con vitalidad.