Carlos Felipe y Sofía Hellqvist leen sus amonestaciones como paso previo a la boda

Falta menos de un mes para que Sofia Hellqvist y Carlos Felipe de Suecia se conviertan en marido y mujer y este domingo ya han cumplido con una de las tradiciones fundamentales del protocolo nupcial. La pareja ha leído sus amonestaciones en la Capilla del Palacio Real de Estocolmo, donde ha tenido lugar el acto. La lectura de amonestaciones es una tradición que fue obligatoria desde el siglo XII hasta el año 1973. Su valor reside en evitar la poligamia, ya que suelen leerse con el fin de asegurarse de quela pareja se une en matrimonio de forma libre.Ese es su sentido actual pese a la tradición.

Vestida de blanco, Sofía Hellqvist ha lucido también una chaqueta y un tocado de color oscuro. La joven parecía encantada de compartir el momento con sus seres queridos, entre los que se encontraban sus padres, Erik y Marie.

Aunque los familiares de la novia han sido abundantes,por parte de Carlos Felipe, pocos han sido los miembros de la familia real sueca que han querido perderse el acto, ya que han acudido la princesa Magdalena y Chris O’Neiil, su marido, así como la pequeña princesa Leonore y Victoria de Suecia y Daniel Westling con su hija, la princesa Estelle. También han estado presentes, como no podía ser menos, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.

Será el próximo 13 de junio cuando los novios suban al altar y sellen su compleja historia de amor, ya que no siempre se vio con buenos ojos la profesión que ella había ejercido. Las invitaciones ya están enviadas, los chefs y el menú elegidos… Tan sólo falta conocer quién diseñará el vestido de Sofía. Tal como sucede en las otras monarquías europeas, la identidad del modisto encargado del vestido de la novia es todo un secreto. De momento, y aunque sólo son rumores, los medios del país aseguran que será la diseñadora Ida Sjösted quien vestirá a Sofía en su día más importante.

Por ahora, los novios han vivido el día de las amonestaciones como paso previo a ese gran día que, a buen seguro, mantendrá en vilo a gran parte de la población sueca.