Gisele Bündchen pisa con fuerza la pasarela de Brasil, tras dos años sin desfilar en casa

Ser una supermodelo de prestigio internacional no rivaliza con sentir un especial cariño por la tierra en la que uno dio sus primeros pasos. Al menos así lo entiende Gisele Bündchen, la maniquí mejor pagada de la última década, que ha vuelto a desfilar en Brasil tras dos años sin pisar la pasarela en la que se dio a conocer mundialmente.

Con la reputada modelo como embajadora, la marca brasileña apostó para el próximo otoño-invierno por una colección urbana, centrada en el uso del negro, gris y burdeos, apta tanto para hombre como para mujer. Unas propuestas que fueron acogidas con gran expectación por un público que celebró con aplausos el regreso a casa de su ‘niña bonita’.

Bündchen sorprendió en su primera aparición con un estilo casual, basado en el uso de shorts, top vaquero y gabardina tres cuartos, todo en grises oscuros, y cerró el desfile con un ajustado vestido y escote de vértigo que levantó a los centenares de asistentes que no quisieron perder la oportunidad de ver de cerca a una de sus estrellas más internacionales.