La WAG colombiana por la que se pelean el Real Madrid y el Barcelona

Daniela Ospina es la mujer del hombre del momento, del jugador revelación del Mundial de Brasil. El colombiano James Rodríguez se ha convertido en la sensación del fútbol internacional. Sus goles –es el máximo goleador del campeonato– y su fútbol ha llamado la atención de los grandes clubes de Europa. De hecho, pronto podríamos ver a la pareja buscando vivienda en España, pues el Real Madrid y el Barcelona han mostrado su interés por él.

Para Daniela es un honor ver a su marido triunfar. De hecho, ella ha abandonado sus sueños por seguirle a él por medio mundo. Daniela, de 22 años, era titular de la selección colombiana de vóleibol y tenía una carrera deportiva prometedora. Ambos son colombianos. Él tiene un años más que ella, pero llevan ya cinco años juntos. El año pasaron tuvieron a su primera hija, Salomé, que ahora tiene 13 meses.

Aunque se ha dicho que Daniela y James se conocieron por el hermano de ella, que es el portero de la selección colombiana, lo desmiente: “Davidno tuvo que ver nada. Tenía una amiga que conocía a James y ella me lo presentó. Fueamor a primera vistay ahí vamos”. Su amistad fue creciendo poco a poco y tardaron algunos meses en formalizarse como pareja, poco después decidieron casarse, el 24 de diciembre de 2010 se dieron el “sí, quiero” en su país natal.

Daniela se define como una mujer muy casera, sencilla y que se vuelca en su familia. Su día a día consiste en: “Me levanto, despacho a James, hago lacomiday luego me pongo a leer”, indica a un medio colombiano. Mide 1,73 cm, tiene los ojos marrones y el pelo castaño y dice que sabe cocinar.

El momento en el que James fichó por el Oporto en 2011 Daniela lo recuerda como un momento agridulce. Por un lado, el fútbol europeo le abría las puertas a su chico, pero llegaba el momento de decidir qué hacer. Continuar con su vida en su Colombia natal o abandonarlo todo, familia incluida, y seguir a su chico. “No fue fácil salir de la casa, dejar la familia, son muchas cosas complicadas”, relató en El Universal.Tal vez lo más duro fue renunciar a su propio éxito deportivo por el de su chico. “Más que decidir dejar el voleibol de Antioquia por ir a Portugal, fue pensar en mi futuro, en mi vida, en mis sentimientos, no lo tomé como una decisión, porque era algo que no se iba a acabar para mí, porque lo podría jugar en otro país para estar al lado del amor de mi vida”.

Tras dos años jugando en el Oporto, en 2013 el futbolista fichó por cinco con el AS Mónaco y ambos se trasladaron a vivir al Principado. Por el momento continúan viviendo allí, pero todo indica que la próxima temporada la jugará en España y, por tanto, tendrán que hacer una nueva mudanza.